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Hay 47 denuncias de que algunos aspirantes a alcaldías y gobernaciones estarían haciendo campaña antes del tiempo permitido.

POLÍTICA

Elecciones regionales: todavía en veremos

No se conocen los candidatos definitivos para las elecciones regionales de octubre próximo y ya medio país está lleno de vallas, canciones y volantes.

10 de enero de 2015

Cuando se trata de mezclar folclor y política, la costa Caribe se destaca. Cada vez que hay elecciones regionales, no es raro oír vallenatos con saludos a candidatos a alcaldías y gobernaciones antes del tiempo permitido para hacer campaña. En Sucre, la canción obligada de las discotecas es Baila en la calle del cantante Farid Ortiz, que arranca con la frase “Compadre Yahir Acuña, Sucre lo necesita.” Acuña es precandidato a la Gobernación de ese departamento. En Barranquilla, está de moda la canción Novelera en la que el artista Peter Manjarrés dice “Compadre Alex Char, el buen hijo vuelve a casa”. Char es exalcalde de esa ciudad y se perfila como uno de los favoritos para reemplazar a Elsa Noguera. Y en Bolívar, en especial Cartagena, son tantos los casos que en diciembre hubo un operativo especial de retiro de propaganda.

Pero los costeños no son los únicos. Al cierre de esta edición el Consejo Nacional Electoral (CNE) había recibido 47 denuncias por propaganda política extemporánea. Si bien la mayoría proviene de la costa Caribe, también hay precandidatos pagando vallas y repartiendo volantes en Antioquia, Tolima, Huila, Casanare, Valle del Cauca y Cundinamarca, entre otros. Los aspirantes han recurrido a todo. Algunos aprovecharon la Navidad y el fin de año para enviarles un ‘próspero 2015’ a sus paisanos con grandes vallas ubicadas en las principales avenidas. Otros ya están repartiendo volantes y organizando encuentros.

Según el calendario electoral, la propaganda política solo está permitida tres meses antes de las votaciones. Eso significa que toda pancarta, valla, estribillo o volante que se difunda antes de julio será investigado, pues los comicios son el 25 de octubre. El magistrado Alex Vega le explicó a SEMANA que este tipo de publicidad atenta contra el equilibrio electoral y que el CNE ira más allá de poner multas. “A muchos candidatos no les importa pagar la multa porque saben que de ahí no pasa. Pero también se les abrirán investigaciones por utilizar dineros que no pertenecen a los gastos de campaña y a las empresas o propietarios de vehículos que permiten la publicidad”.  Agregó, además, que: “No puede ser que los que aspiran a un cargo público para defender la ley, estén incumpliéndola desde antes.”

Entre las denuncias que han llegado al Consejo, hay una contra Francisco Santos por las vallas que empezaron a aparecer en julio, en las que él junto al expresidente Álvaro Uribe y a Óscar Iván Zuluaga agradecían a la ciudad por los votos de la campaña presidencial. Hay otra contra el precandidato de la Unidad Nacional, Rafael Pardo, por su programa de televisión La movida bogotana, donde analiza los principales problemas de la capital, cuando la publicidad en televisión solo está permitida 60 días antes de las elecciones. Ambas denuncias son de oficio. Eso significa que el propio CNE inició las investigaciones.

También llegó una contra Liliana Rendón, candidata a la Gobernación de Antioquia y otra contra Antonio Quinto Guerra, aspirante a la Alcaldía de Cartagena. Fuera de las grandes ciudades, algunos municipios también están llenos de propaganda. Es el caso de Fonseca y Villanueva en La Guajira, Ciénaga en el Magdalena, San Cayetano en Norte de Santander y Carepa en Antioquia. Cabe aclarar que todas estas denuncias apenas están en la etapa de investigación y el tribunal electoral no ha emitido fallo alguno contra estos dirigentes.

Algunos se defienden con el argumento de que es propaganda de expectativa. Pero como se sabe, una pieza publicitaria no necesita tener una foto, logotipo o nombre del candidato para considerarse extemporánea. La propaganda electoral a diez meses de los comicios se ha convertido en un fenómeno nacional que no solo debe prender las alarmas de las autoridades electorales, sino de toda la sociedad, para que de aquí a octubre no haya guerra sucia sino competencia sana entre los candidatos.