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"EME" AQUI

Mariscos y discursos en la presentación en sociedad del M-19 como partido político.

1 de enero de 1990

Era difícil creerlo. Pero si acaso quedaba algún escéptico sobre el éxito del proceso de paz con el M-19, lo sucedido en la noche del miercoles resulto una prueba contundente. Con la misma espectacularidad que desde la subversión solía darle a sus actos contra el gobierno, el "Eme" se presento en sociedad tras 15 años de lucha guerrrillera y demostró, una vez más, que sabe, como nadie, utilizar la imaginación hasta el derroche para no pasar inadvertido.

En el acto, realizado en el Centro de Convenciones Gonzalo Jimenez de Quesada, casi todo resulto sorprendente: el escenario con luces de neon, el nuevo himno a ritmo de rock, el impecable video de Pizarro desde Santo Domingo y los guerrilleros con facha de coctel. Pero, sobre todo, que quien encabezara la mesa en esta ocasión fuera precisamente el ex presidente Turbay, el antiguo archienemigo del M-19.

Desde las primeras horas de la noche, uno a uno fueron llegando, acompañados por papas, hermanos y abuelos, los voceros del que hasta hace poco fuera el grupo guerrillero con menor numero de miembros, pero quizás el más temido. Y con ellos su innumerable lista de invitados, que incluía desde Isolina Majul, Pepe Sánchez y Fanny Mikey hasta desfachatados simpatizantes como Santiago Feliu o Angel Becassino, pasando por toda clase de líderes y dirigentes políticos de izquierda, centro y derecha, con los cuales el "Eme" volvió a dejar en claro que es un grupo que reune de todo cuanto en el mundo hay.

Con más de una, hora de retraso--como todo acto político que se respete--, finalmente hizo su entrada triunfal la mesa de honor: primero Turbay ,y a su lado Margot León Gómez de Pizarro, la mamá del máximo comandante del M-19, y Ramiro Lucio. Despues de la inevitable lectura de los eternos mensajes de todos aquellos invitados, que por una u otra razón no asistieron--el consejero para la paz, Rafael Pardo Rueda; Belisario Betancur, Ernesto Samper y hasta representantes del Partido Verde--, por fin llegó el plato principal que todos esperaban: el discurso de Turbay.

Si su presencia en el acto había sorprendido a muchos, sus palabras impactaron aun mas. El ex presidente, el mismo que hace diez años puso en práctica contra el M-19 el estatuto de seguridad más radical que haya conocido Colombia en los últimos años, a quien Bateman y sus, compañeros habían combatido sin cuartel y que había visto tambalear su gobierno ante la toma de la embajada dominicana, improvisó al calor de un vaso de whisky un discurso cuya generosidad pocos esperaban. Despues de reconocer que como presidente había sido objeto de toda la ira y la capacidad de combate del M-19, el ahora jefe del Partido Liberal dejo en claro que "la paz se celebra entre los combatientes". Y que precisamente por eso estaba allá. "Porque --según dijo- soy amigo de la paz y no pertenezco ni a los retrogrados de derecha ni a los populistas de izquierda".

Despues de calidos y emocionados abrazos entre ex presidente y ex guerrilleros, vino el discurso de Pizarro, proyectado en cuatro pantallas gigantes alrededor del salon. En actitud informal pero conservando aun el dejo marcial y el tono poetico que siempre lo han caracterizado, el comandante máximo del M-19 expuso en trece minutos lo que sería de ahora en adelante el camino del grupo guerrillero, el cual--segun explicó--"ha decidido salir del laberinto de las armas para hacer posible el reencuentro del país nacional con el país político y enrumbarlo hacia la utopia de la democracia".

Así, a ritmo de rock, cena con mariscos y bajo el ala del sombrero que se convirtió en símbolo del proceso de paz, el M-19 selló con,sus antiguos enemigos el compromiso con la que, de ahora en adelante, definió como su lucha: "Con el pueblo, sólo con el pueblo, al poder".-