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I N V E S T I G A C I O N

En la encrucijada

Un colombiano de la alta sociedad caleña podría ser el primer extraditado de Estados Unidos hacia Colombia.

10 de abril de 2000

A las 8:30 de la mañana del sábado 20 de marzo de 1999 una pequeña avioneta se estrelló cerca de Chaparral, en el Tolima. Seis de los siete pasajeros que viajaban en la aeronave murieron. El único sobreviviente soportó 54 horas entre la maleza antes de ser encontrado por los miembros de los organismos de socorro, quienes no podían creer que alguien consiguiera salir con vida del violento impacto. Hoy, un año después del trágico accidente, Víctor Manuel Tafur, el hombre que milagrosamente logró burlar a la muerte, enfrenta la peor pesadilla de su vida y su historia tiene consternada a buena parte de la alta sociedad caleña.

Tafur, un joven abogado javeriano de 36 años perteneciente a una de las familias más prestantes del Valle del Cauca, está encerrado en una celda de cuatro metros cuadrados en una cárcel en Filadelfia, Estados Unidos. Fue detenido el pasado 4 de marzo por las autoridades estadounidenses como resultado de una orden de captura con fines de extradición por narcotráfico librada en diciembre pasado por la Fiscalía colombiana, que lo sindica como presunto coautor del delito de financiamiento de tráfico ilícito de estupefacientes y por los supuestos vínculos con el envío de un cargamento de 6.219 kilos de coca con destino Vigo, España, a través de Cuba y Jamaica. El cargamento fue descubierto el 3 de diciembre de 1998 por la Policía Antinarcóticos camuflado en el puerto de Cartagena.

Los fiscales vincularon a Tafur y a otras ocho personas por su presunta participación en la empresa E.I. Caribe, la cual resultó ser la responsable del cargamento de droga. Según las pruebas principales de la Fiscalía Tafur sería uno de los socios de esta empresa y quien giró una serie de cheques con los que presuntamente se financiaría el envío de la droga a España. La defensa, por su parte, aportó la semana pasada importantes pruebas en las que demuestra que Tafur no figura en las actas de constitución de la polémica empresa y por lo tanto jamás fue socio de E.I. Caribe. Afirman también los abogados que los cheques que fueron encontrados en los allanamientos realizados por la Fiscalía fueron girados por Tafur a una persona como parte de una transacción particular y que fue esa persona quien finalmente los endosó a E.I Caribe.

Familiares y amigos no dudan en afirmar que todo el caso no es más que un gran error por el que está pagando un inocente. El fiscal general de la Nación, Alfonso Gómez Méndez, por el contrario, dijo a SEMANA que “esta es una investigación muy seria. Llevamos varios meses en el caso y cuando se tomó la decisión de vincularlo se tenían elementos probatorios sólidos. Los elementos de juicio son muy serios”. Lo cierto del caso es que la historia de Víctor Manuel Tafur es tan irónica como dramática.

Tafur, quien espera ser extraditado a Colombia para poder ejercer su defensa en el país, es hijo del senador Rodrigo Tafur González, quien fue el primer ponente de la ley de extradición en 1976, la cual permitió la extradición de Carlos Lehder y otros narcotraficantes Como consecuencia de estas posiciones Tafur González, quien estuvo en el Senado durante 16 años, fue asesinado en marzo de 1992.

La gran conmoción que ha causado este caso se debe a que Víctor Manuel Tafur no sólo es uno de los miembros más apreciados de la sociedad caleña sino que durante su vida logró labrar una brillante hoja de vida profesional, destacándose su trabajo en la tesorería de la Alcaldía de Bogotá durante el mandato de Andrés Pastrana. Después de su paso por la Alcaldía, y al regresar de realizar un posgrado en derecho comparado en el London School of Economics en Inglaterra, Tafur trabajó desde mediados de 1998 hasta la fecha de su accidente como subdirector técnico del Plante. En julio del año pasado ingresó a una universidad de Nueva York para realizar un master en derecho ambiental, el cual finalizaría en mayo próximo.

La mayor ironía es que durante el último año trabajó desde Estados Unidos como asesor del Plante y el viernes pasado se enteró en su celda que había llegado a su apartamento un sobre de esa entidad renovándole el contrato.