En medio del paro, Partido Conservador fija su postura sobre reforma tributaria

La reforma tributaria está agonizando por cuenta de la falta de respaldo político en las comisiones económicas, en donde se está adelantando la discusión de la iniciativa que radicó el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. El Partido Liberal y Cambio Radical ya dijeron que votarán por el no, así se hagan modificaciones al articulado del Gobierno.

Por esa razón, el Gobierno está con calculadora en mano y haciendo cuenta sobre los votos que necesita para sacar adelante esta iniciativa en el Legislativo, aunque no será tarea fácil.

En diálogo con SEMANA, el presidente del Partido Conservador, Ómar Yepes, explicó cuál es la postura de la colectividad frente a esta iniciativa que ha generado tanta polémica en el país y se ha considerado como “ambiciosa” por pretender recaudar unos 25 billones de pesos.

“El Partido Conservador ha fijado unas líneas rojas que claramente no se apoyarán, sabemos que el país necesita recursos para seguir con los programas sociales que vienen de tiempo atrás, pero que la pandemia ha profundizado”, dijo Yepes.

Contó que después de una serie de reuniones de la bancada con especialistas y exministros de Hacienda, lo claro es que no se puede afectar la clase media. Por ello, por ejemplo, no están de acuerdo con el IVA para los servicios públicos. “El partido tiene muy claro que hay demasiadas exenciones que privan al Estado de recursos. Hay mucha evasión y contrabando que le hace daño al país y ahí hay grandes dineros”.

Yepes dice que al Gobierno le faltó buscar un acercamiento con los distintos partidos políticos para definir una reforma tributaria consensuada para garantizar que el trámite fuera expedito y sin afectar a los sectores populares.

“Alternativas como el establecimiento de una sobretasa en renta para el sector financiero, la fijación de un techo porcentual a las deducciones aplicadas en renta, a las sociedades y personas jurídicas catalogadas como grandes contribuyentes, la suspensión de los descuentos del ICA y la disminución temporal al impuesto de renta de las empresas, así como un impuesto al patrimonio para personas naturales con más de 5.000 millones de patrimonio líquido, la venta de algunos activos del Estado, acelerar la enajenación de bienes decomisados como producto del narcotráfico, combatir el contrabando y avanzar más en el control de la corrupción, entre otras, forman parte de algunas de las propuestas que el Partido Conservador quiere incorporar al debate, como opciones para no afectar a los ciudadanos”.

Finalmente, reconoció que sacar adelante la reforma tributaria sin que haya cambios de fondo, será muy difícil, pero reconoció que el Gobierno tiene la certeza de que habrá cambios en los diferentes que se hagan durante el debate de la iniciativa. “Para el Partido Conservador unas ‘líneas rojas’ que no podemos cruzar; no podemos acompañar medidas como el cambio de exentos a excluidos en productos de la canasta familiar, gravar con IVA los servicios públicos, los combustibles, el impuesto a las pensiones y ampliar la base gravable para que personas a partir de 2.500.000 pesos paguen impuesto de renta”.

El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, ya presentó la reforma a todos los integrantes de las comisiones económicas del Congreso y ahora solo resta que se elabore la ponencia para conocer si esta iniciativa avanzará.