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| Foto: David Amado

EN PLATA BLANCA

"Soy un socio pasivo, como pude haber sido de Avianca o Coltejer"

Víctor Maldonado, uno de los socios mayoritarios de InterBolsa, habla del más grande escándalo financiero de los últimos años.

María Jimena Duzán
25 de enero de 2014

MARÍA JIMENA DUZÁN: A diferencia de sus socios de InterBolsa, los señores Tomás y Rodrigo Jaramillo y Juan Carlos Ortiz, usted dijo desde el mes de octubre que sí iba a responderles a las víctimas de ese descalabro financiero. Pero ya vamos en enero y no lo ha hecho…

VÍCTOR MALDONADO:
Yo he dicho que voy a responder por las deudas que tengo. Por unos ‘repos’ que son de InterBolsa, alrededor de 36.000 millones y unos créditos con Valores Incorporados. El dinero de los ‘repos’ lo voy a pagar con una serie de activos.

M. J. D.: ¿Y ese acuerdo ya está finiquitado con el interventor Alejandro Revollo?

V. M.:
No lo hemos podido finiquitar porque cuando lo íbamos a firmar vino la intervención de la Supersociedades, que nos embargó los bienes.

M. J. D.: Pero tengo entendido que el interventor le abrió una posibilidad para que lo hiciera. Le propuso hacer un plan de desmonte de sus empresas para que pueda pagar sus obligaciones en Premium y así podérsele levantar el embargo. ¿Por qué no ha aceptado esta propuesta?

V. M.:
No la acepté porque primero, yo no tengo nada que desmontar ya que no he montado nada. Y segundo, porque si lo hago implicaría que yo me habría beneficiado de la captación ilegal (así lo afirma un informe de la Supersociedades), lo cual ya la Superfinanciera determinó que no sucedió. Y yo no me he beneficiado de nada. Lo que tuve con el Fondo Premium fue un crédito. No más.

M. J. D.: Hablemos de ese crédito con el Fondo Premium, que es de alrededor de 21.000 millones de pesos. Usted insiste en que es un crédito, pero parecería más un autopréstamo. Eso queda claro en un correo de Rashid Maluf, administrador del fondo, en el que se muestra preocupado porque el fondo tiene unos préstamos a vinculados sin garantías que no se habían pagado un día antes de que la Superfinanciera interviniera la comisionista de InterBolsa.

V. M.:
No es un autopréstamo. Para que lo fuera yo tendría que ser partícipe de la compañía y yo no tengo ninguna participación en el Fondo Premium. Pero, además, le recuerdo que ese préstamo yo lo saqué con Valores Incorporados, no con el Fondo Premium.

M. J. D.: Usted dice que ese préstamo lo contrajo desde 2005 y que lo ha venido pagando. Sin embargo, en la Supersociedades no hay un registro de que usted hubiera hecho esos pagos mensualmente. Según ellos esa plata no entró.

V.M.:
Eso no es cierto. El total del crédito eran 170.000 millones y el saldo para 2012 era de 21.000 millones de pesos. Luego es evidente que sí se pagó a través de créditos rotativos.

M. J. D.: No obstante, un informe del revisor fiscal hecho sobre sus empresas dejó claro que esos dineros producto de ese préstamo en el Fondo Premium no entraron a sus empresas.

V. M.:
Le quiero aclarar: todas mis sociedades fueron visitadas por la Superfinanciera para mirar en qué situación estaban y encontraron que en la contabilidad había un desorden. ¿Por qué había ese desorden? Porque resulta que las inversiones de todas esas sociedades eran manejadas en InterBolsa y yo no llevaba la contabilidad. ¿Qué sucedió? Se pidió esa revisión, la cual se hizo. Gastamos tres meses haciendo la contabilidad desde 2005 y ahí se encontraron los 121.000 millones y quedó claro que el saldo era de 21.000 millones.

M. J. D.: ¿Y cómo lo fueron pagando?

V. M.:
No lo sé, porque como le digo eran movimientos que eran manejados desde InterBolsa. Pero le repito: una vez hecha la contabilidad, eso quedó claro con el interventor.

M. J. D.: ¿Y cómo va a pagar el remanente? ¿Es decir los 21.000 millones más los intereses que todavía debe?

V. M.:
Había acordado con el interventor Revollo que el 30 por ciento en activos en efectivo y el 70 por ciento con bienes raíces. Y con un acuerdo de que yo sí podía venderlos antes de un año. Pero le repito, ese fue el acuerdo que se paró cuando vino la medida que embargó mis bienes.

M. J. D.: ¿Para qué utilizó el préstamo que contrajo con el Fondo Premium?

V. M.:
Ya le dije que yo no contraje nada con Premium. El crédito que tomé de Valores Incorporados en 2005 lo utilicé para operaciones ‘repos’ de InterBolsa. Si yo hubiera sabido que algo andaba mal, habría vendido mis acciones de InterBolsa hace tiempo y no habría seguido haciendo operaciones ‘repos’ de esa compañía.

M. J. D.: Y si no le levantan ese embargo y no aceptan el plan de desmonte presentado por el interventor, ¿cómo es que va a pagar?

V. M.:
Una vía que tenemos son los incidentes que hemos presentado, en los que demuestro que un 99 por ciento de mis activos fueron adquiridos con más de diez años de anterioridad.

M. J. D.: Nadie le va a discutir que usted es un empresario próspero que hizo sus empresas mucho antes de entrar de socio a InterBolsa. La pregunta es si se benefició de todo este andamiaje ilegal que ellos presuntamente montaron...

V. M.:
Es que no han entendido: yo soy un socio pasivo de InterBolsa, como pude haber sido de Avianca o de Coltejer. No participé en la administración ni en la dirección.

M. J. D.: ¿Por qué un empresario como usted que sí tenía créditos en los bancos terminó pidiendo un préstamo al Fondo Premium?

V. M.:
Sí, yo siempre he tenido crédito en los bancos. Lo que pasa es que hay negocios que aparecen en un momento dado y uno requiere el dinero rápidamente y yo ya tenía cupos muy importantes en los bancos. Por decirle: con el Banco Colpatria tengo una vinculación de más de 30 años. Lo que pasa es que el fondo me daba la posibilidad de conseguir liquidez. Pero le aclaro, ese préstamo lo contraje fue con Valores Incorporados no con Premium.

M. J. D.: Usted insiste en establecer la diferencia entre Valores Incorporados y el Fondo Premium. Los hallazgos de las investigaciones demuestran que todo era parte del mismo entramado y que los dueños reales del fondo eran Tomás Jaramillo y Juan Carlos Ortiz que lo utilizaron como su caja menor. ¿Cuál es la diferencia para usted?

V. M.:
Valores Incorporados en 2005 era de Juan Carlos Ortiz. En 2011, Tomás Jaramillo y Ortiz se lo venden al Fondo Premium. Usted dice que ellos son los dueños reales. Yo le pregunto: ¿qué tengo que ver con todo eso?

M. J. D.: Que ellos eran sus socios en InterBolsa.

V. M.:
Socios no, accionistas. InterBolsa es una entidad pública que negocia las acciones en bolsa y en esas condiciones la responsabilidad si algo ocurre es cero. Ningún accionista de ninguna sociedad puede ser llamado después a responder a título personal porque le vaya mal a la compañía. Por eso le repito: no tuve que ver ni con el Fondo Premium ni con Valores Incorporados. Por eso no me pude beneficiar de ninguna captación ilegal como asegura la Superintendencia de Sociedades. Le hemos pedido a esa entidad que nos responda cuánto es el monto que, según ellos, yo me beneficié, y hasta el día de hoy no me han respondido.

M. J. D.: ¿Y usted no se benefició económicamente de los buenos tiempos de InterBolsa?

V. M.:
¿De qué me iba a beneficiar? Ni siquiera participé en una acción de Fabricato. Y hasta donde yo entiendo ese fue el problema.

M. J. D.: ¿Nunca supo que se estaba desangrando la compañía por cuenta de esas operaciones de ‘repos’ de Fabricato?

V. M.:
Solo tuve información de que algo iba mal en una junta en que estaba mi hijo.

M. J. D.: ¿Y no se molestó con sus socios cuando vio lo que estaba sucediendo?

V. M.:
¡Pues claro que me molesté!... Perdí el capital de toda mi vida. He sido industrial, creí en un buen negocio.

M. J. D.: Usted dice que solo era un accionista de InterBolsa y que como tal nunca decidió nada ni se lucró de nada. ¿Entonces por qué va a pagar el dinero que debe de los repos de InterBolsa?

V. M.:
Mire, yo quiero pagar pero no estoy obligado a hacerlo. No obstante, voy a honrar lo que debo. Lo que pasa es que no lo puedo hacer si mis bienes están embargados. Es evidente que la Superintendencia de Sociedades está presionándome para que pague más de lo que debo pagar porque sabe que yo soy el único de los socios de InterBolsa que puede pagar.

M. J. D.: Pero eso no es culpa de la Superintendencia sino de los otros socios de InterBolsa. ¿Acaso usted cree que va ganar esta pelea intentando mostrar que usted es una víctima y que los abusadores son los superintendentes que les han aplicado injustamente las normas de control?

V. M.:
La estrategia nuestra no es la de desprestigiar a ningún ente de control. Es una estrategia jurídica. Solo pido que se me aplique la ley como debe ser. He dicho que reconozco mis obligaciones. Lo que no reconozco es la intervención de mis bienes porque ni era socio, ni accionista, ni captador del Fondo Premium.

M.J.D.: O sea, que como vamos, no va a pagar. Y en ese caso, sus bienes van a ser repartidos por el interventor que ya los tiene embargados…

V.M.:
Sí, él puede disponer de esos bienes. Pero si él toma ese riesgo, veremos cuáles serán el tipo de acciones que tomaremos.

M. J. D.: Usted fue llamado por la Fiscalía a un interrogatorio pero no fue. ¿Por qué no asistió?

V. M.:
A mí formalmente nunca me ha llamado la Fiscalía. Me llamaron, creo, a un interrogatorio y fue de manera bastante informal. La fiscal le dijo a mi abogado Iván Cancino, tráigame a Víctor Maldonado tal día, pero nunca hubo citación formal. Siempre hemos estado prestos a ir cuando nos llamen. Siempre que salgo del país dejamos constancia de que si me requieren estoy de vuelta en dos minutos. Y yo creo que no me han llamado porque no hay razón.

M. J. D.: Los señores Rodrigo, Tomás Jaramillo y Juan Carlos Ortiz no han querido pagarles a las víctimas. Usted es el único de los socios que tiene bienes que no son de papel, pero no ha pagado porque no ha llegado a un acuerdo satisfactorio. ¿Qué se les puede decir a las víctimas de InterBolsa?

V. M.:
Luego del embargo, volví a presentar hace dos meses un plan de pago de los 21.000 millones de pesos más intereses, que daban como 30.000 millones. Eso se lo presenté al interventor Alejandro Revollo. Obviamente, no lo llamamos plan de desmonte por lo que ya le he dicho: porque no he montado nada que haya que desmontar. Vamos a ver si esta vez sí logramos un acuerdo.