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ENFERMO GRAVE

Polémica en Ecosalud por una evaluación de la auditoría interna que concluye que la actual administración de la entidad no ha sido eficiente.

16 de octubre de 1995

SI HAY UNA ENTIDAD DEL gobierno que haya tenido siempre el Cristo de espaldas es la Empresa Colombiana de Recursos para la Salud -Ecosalud-. Desde que se creó, con la ley 10 de 1990 y con el fin de recaudar fondos para el sector salud por medio de juegos de azar, ha estado rodeada de polémicas y fracasos. El primer lío fue en 1992 cuando el gobierno declaró insubsistente a Santiago Medina como presidente de la entidad. Luego vinieron los fracasos de la Lotería Instantánea en 1993 y del mundialito en 1994. Un año más tarde un informe realizado por la Contraloría General de la Nación encontró serias irregularidades en los manejos de los juegos de suerte y azar por parte de Ecosalud.
Esta entidad está hoy nuevamente en el ojo del huracán. Hace algunos días hubo un debate en el Congreso, promovido por el senador conservador Juan Camilo Restrepo, al que asistieron, entre otros, el ministro de Hacienda. Guillermo Perry Rubio, y el ministro de Salud, Augusto Galán. En este debate prácticamente nadie habló bien de esta instituciòn. "Es una sociedad que tiene un historial de fracasos -dijo el senador Restrepo-. Es una sociedad que tiene un historial de manejos extremadamente confusos, y es una sociedad que puede demostrar prácticamente nada en el cumplimiento de su función primordial, que es transmitir recursos para la salud en los municipios y departamentos".
Estas declaraciones no suscitaron mayor controversia, pero sí dejaron ver que en el ámbito nacional Ecosalud se estaba convirtiendo más en un estorbo que en una ayuda para un sector tan raquítico como lo es el de la salud. Este concepto se oye una y otra vez en los corrillos de las gobernaciones de todo el país, donde piensan que sería más útil participar activamente en los juegos de azar, es decir siendo socios de los concursos, y no esperar a que Ecosalud envíe dinero a sus municipios.
Las críticas, pues, no dejan de oírse. Por este motivo el consejo directivo de Ecosalud le solicitó a la auditoría interna de esa entidad una evaluación de la gestión administrativa del período enero-julio de 1995. Este informe fue presentado el pasado 12 de septiembre y SEMANA tuvo acceso a una copia del documento. La administración no sale muy bien librada de este examen.
El informe se centró en evaluar lo concerniente a planta de personal, ingresos generados y transferencias al sector salud y utilización de recursos informáticos, entre otras cosas. Las conclusiones del estudio no son para nada halagadoras. Según Antonio Suárez Torres, auditor interno de Ecosalud y quien realizó la evaluación, los gastos de personal revelan un incremento del 70 por ciento al comparar los mismos períodos del 94 y 95. De igual forma la planta de empleados, que era de 51 el año pasado, se aumentó en 21 personas, un aumento que aunque no parece numéricamente significativo, sí lo es desde el punto de vista del tamaño de la entidad, cuya burocracia creció en cerca del 40 por ciento.
Lo grave de esto es que estos aumentos contrastan con la disminución de los ingresos de la entidad en el mismo período. En este orden de ideas, la disminución en lo correspondiente a transferencias de juegos menores, intermedios y mayores es del 48 por ciento. Por su parte, en lo relacionado con derechos de explotación, la entidad triplicó las tarifas pero disminuyó ostensiblemente los recaudos, que descendieron en un 55 por ciento. En conclusión, el estudio señala que mientras prácticamente se doblaron los gastos, los ingresos disminuyeron a la mitad. Malo lo primero, malo lo segundo y pésimo la suma de las dos situaciones.
Pero esto no es todo. El informe de auditoría revela que la actual administración prácticamente perdió una inversión de 157 millones de pesos que realizó hace más de un año en compra de equipos de informática. De acuerdo con el estudio estos equipos no se han puesto en funcionamiento y "a esto debe agregársele que debido a que el equipo no ha entrado en operación, la garantía de funcionamiento y mantenimiento preventivo sin costo por Ecosalud ya expiró, pues ésta era de un año contado a partir de la instalación y entrega".
En resumen, la evaluación de la gestión administrativa del primer semestre es bastante dura. SEMANA habló con el presidente de Ecosalud, Jesùs Antonio Vargas Orozco, quien se encontró bastante extrañado con el estudio: "En primer lugar, no entiendo por qué la auditoría interna nunca expresó estas inquietudes a la administración como es su deber, cuando siempre se las solicité por escrito y verbalmente, y en cambio se dedicó á ventilarla al interior del consejo directivo. Además sus conclusiones riñen con la verdad. El estudio tiene demasiadas imprecisiones y deja mucho qué desear la técnica empleada en su elaboración".
Para algunos conocedores de las interioridades de Ecosalud, más allá de quién tenga la razón, los hechos están demostrando que lo que hay es una pugna llena de intereses políticos y personales. Por un lado, son varios los gobernadores que critican la administración de Vargas y, por el otro, hay quienes ven en la política la explicación a las controversias en Ecosalud. Según Eduardo Albornoz, gobernador de Nariño, "lo triste es que uno quiere cambiar, pero la persona que está al frente tiene la puerta cerrada para el cambio. Nosotros ya perdimos la credibilidad en la administración de Vargas. Las cifras son contundentes". Por su parte, Rodrigo Cerón Valencia, gobernador del Cauca, dice que "las presiones políticas se notan claramente. Uno sólo oye hablar o muy bien o muy mal de la entidad".
Pero sea como sea, para algunos, más que Ecosalud, quien está en el ojo del huracán es Vargas Orozco. Sus críticos hablan de burocratización de la entidad, de dineros mal gastados y de mala administración. Por su parte, el presidente de la entidad asegura estar tranquilo con su gestión y augura buenos resultados para el futuro. Fuentes de la actual administración explican que al actual presidente de la entidad le ha tocado poner orden, reestructurar y manejar un difícil período de transición, cuya evaluación sería injusto hacer en estos momentos. Sin embargo, a juzgar por las evaluaciones, no sòlo de la auditoría interna sino de algunos gobernadores y congresistas, antes de finalizar el año Vargas Orozco tendrá que haber mostrado resultados bastante superiores a los actuales si quiere convencer a quienes conocen el caso de que problemas son pasajeros. De lo contrario, se habrá confirmado, quizás para siempre, que Ecosalud -que nació enferma- se encuentra en período terminal.