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Nuevo alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa. | Foto: Andrés Gómez / SEMANA

ELECCIONES 2015

“Vamos a trabajar sin odios”: Enrique Peñalosa

El candidato fue elegido alcalde de Bogotá por el 33,10 % de los votos. Se comprometió a un gobierno sin exclusiones.

25 de octubre de 2015

Enrique Peñalosa, candidato de Equipo por Bogotá y Cambio Radical, se impuso en las elecciones para la Alcaldía de Bogotá. Tan solo hora y media después de haberse cerrado las urnas, el exalcalde empezó a liderar los escrutinios y a sacar ventaja a quien fue su inmediato rival, el liberal Rafael Pardo. Clara López, la abanderada de la izquierda, no pudo pasar del tercer lugar. La tendencia se mantuvo hasta el final.

Escrutados la totalidad de los votos, Peñalosa obtuvo 903.764, seguido por Rafael Pardo, con 778.050. Clara López, del Polo, obtuvo 498.718 votos. Francisco Santos fue cuarto con 327.852 votos en su primera aventura electoral.


Vea la celebración y el discurso de Enrique Peñalosa

A esa altura los candidatos coincidieron en reconocer el triunfo de Peñalosa. Clara López fue la primera en reconocer y lo felicitó en un discurso.

Luego Pacho Santos, quien agradeció al expresidente Álvaro Uribe y a los que lo acompañaron. Rafael Pardo hizo lo propio. Peñalosa vuelve a ganar una elección y llega por segunda vez a la Alcaldía de Bogotá.

Hacia las 5:30 p. m., pronunció su discurso de victoria y se comprometió a gobernar sin exclusiones e invitó a los capitalinos, sin distingo de color político, a sumarse a su proyecto. También prometió trabajar sin odios y cultivar la integración. Juró que no hará política desde su gobierno y dijo que su único interés será la ciudad, y que no utilizará el cargo como trampolín presidencial.

Al conocer los resultados, el alcalde electo de la ciudad dijo ante cientos de seguidores en la sede de su campaña que “nuestro gobierno será de todos, sin exclusión de nadie. Será de todos los ciudadanos que quieran trabajar por Bogotá con esfuerzo e integridad”.

En su discurso fue claro y aseguró que “el único propósito es hacer un buen trabajo para mejorar la calidad de vida de todos, tomando decisiones responsables para un progreso de verdad”. “Vamos a construir un sueño colectivo, una visión de lo que debe ser la ciudad, no solo para nosotros, sino para nuestros hijos y nietos… Vamos a recuperar la autoestima, vamos a hacer una Bogotá a la altura de nuestros sueños más ambiciosos… una Bogotá de la que estemos orgullosos frente a Colombia y el mundo”.

También se refirió al ambiente de polarización y al pesimismo que predomina en la ciudad: “Vamos a trabajar sin odios, no vamos a cultivar odios, sino integración”.

Dejó entrever dónde pondrá el enfoque de lo que denominó “un gran proyecto por Bogotá”. “Para mí los ciudadanos de menores recursos serán mi máxima prioridad. Trabajaré por que haya igualdad, por ahora no de ingresos, pero sí de oportunidades”. Añadió: “Yo hablaría de dos tipos de igualdad: la democrática… y la de calidad de vida”.

Obsesionado con la Alcaldía

Nació el 30 de septiembre de 1954 en Washington, cuando su padre, Enrique Peñalosa Camargo, trabajaba en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Heredó la vena política de su padre, un liberal que fue gerente del Incora, que se desempeñó como ministro de Agricultura durante el gobierno de Carlos Lleras Restrepo y que llegó a ser subsecretario general de las Naciones Unidas.

La preparación académica del nuevo alcalde es envidiable. Estudió Economía en la Universidad Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos; hizo una maestría en el Instituto Internacional de Administración Pública de París, y obtuvo un doctorado en la Universidad de París 2. Ha sido investigador de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) y profesor y decano de Economía de la Universidad Externado de Colombia.

Con el apoyo de su padre, Peñalosa arrancó su vida administrativa en 1983 cuando llegó a la Dirección de Planeación de Cundinamarca. En los años siguientes pasó por la subgerencia de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) y fue secretario económico del presidente Virgilio Barco.

En 1990, finalmente, dio el salto a la política y llegó a la Cámara de Representantes por el Partido Liberal.

La primera Alcaldía


La vida política de Enrique Peñalosa ha estado marcada por varios borrones y cuentas nuevas. Como un ciclista aguerrido (el nuevo alcalde es, a propósito, aficionado al ciclismo), en los últimos 24 años se ha caído y se ha levantado en repetidas ocasiones. Solo a la Alcaldía de Bogotá se ha lanzado en seis ocasiones.

Su búsqueda de la Alcaldía comenzó en 1991. En ese primer intento, sin embargo, perdió la consulta interna del Partido Liberal. Luego, en 1994, volvió a lanzarse por esa misma agrupación política, pero perdió en las urnas contra Antanas Mockus.

La tercera fue la vencida. En 1997 armó su propio movimiento, ‘Por la Bogotá que soñamos’, y en medio del ambiente de cultura ciudadana y renovación que Mockus dejó en la ciudad llegó al Palacio de Liévano.

Su primera Alcaldía es una de la más recordadas de las últimas décadas. Le dio continuidad a la política de pedagogía de Mockus, pero le imprimió a la administración un enfoque urbanístico y gerencial que le cambió la cara a la ciudad.

Peñalosa construyó e inauguró la primera fase del Transmilenio y sacó así a dos millones de personas del caos de movilidad que diariamente vivían. Liberó los andenes con sus entonces controvertidos bolardos y abrió en numerosas vías de la capital 250 kilómetros de ciclorrutas, término que, según sus propias palabras, él mismo acuñó.

También dio 23 colegios en concesión. Construyó las ‘megabibliotecas’ del Tintal y El Tunal y la Virgilio Barco en el parque Simón Bolívar, remodeló varios parques públicos y levantó el Parque Tercer Milenio, donde antes quedaba el sector denominado El Cartucho, entonces un núcleo de criminalidad y consumo de drogas.

Esta última medida, sin embargo, no acabó con la indigencia, sino que la dispersó a otros sectores que, con el tiempo, se convirtieron en nuevas ‘ollas’.

Peñalosa también fundó Metrovivienda, una empresa distrital dedicada a construir casas de calidad para sectores desfavorecidos. Y se ganó críticas de algunos sectores de los altos estratos de la ciudad, al expropiar el picadero del Country Club.

Intento tras intento


Tras salir de la Alcaldía, Peñalosa arrancó su carrera de consultor internacional y se dedicó a hablar en auditorios sobre los logros de su gestión. El éxito de Transmilenio llevó a docenas de ciudades a replicar el modelo bogotano, y así el exalcalde se convirtió en una ‘vedette’ mundial del urbanismo.

En el 2006 quiso volver a la política, esta vez con la mira puesta en la Presidencia de la República, pero desistió ante la improbabilidad de ganarle al entonces popular presidente Álvaro Uribe. Prefirió entonces rencauchar el movimiento que lo llevó a la Alcaldía y rebautizarlo ‘Por el país que queremos’ para lanzarse al Senado. Sin embargo, no alcanzó el umbral.

En el 2007 volvió a tomar las banderas por Bogotá y se lanzó por cuarta vez a la Alcaldía, pero perdió contra Samuel Moreno, del Polo Democrático.

Tres años después, se unió al Partido Verde y compitió sin éxito con Antanas Mockus y Lucho Garzón en la consulta interna por la candidatura a la Casa de Nariño. Sin embargo, acompañó a Mockus en una campaña contra el uribismo y a favor de ideas de avanzada que se convirtió en la denominada Ola Verde. Esta, sin embargo, fracasó en las urnas ante Juan Manuel Santos.

En el 2011 volvió a lanzarse a la Alcaldía al mando del Partido Verde, pero el apoyo de Álvaro Uribe produjo una ruptura en el partido e hizo a Peñalosa desplomarse en las encuestas y, finalmente, perder frente a Gustavo Petro.

En el 2013 unió a Progresistas y al Partido Verde y al frente de la Alianza Verde intentó llegar nuevamente al Palacio de Nariño en las elecciones presidenciales del 2014. Aunque recibió dos millones de votos en la consulta interna verde y alcanzó a despuntar en algunas encuestas, ya en primera vuelta fue derrotado en las urnas.