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ENTREVISTA : DIEGO ASENCIO

"Serpa tiene visa"

25 de mayo de 1998

El ex embajador en Colombia, Diego Asencio, quien estuvo secuestrado por el M-19 durante la toma de la embajada dominicana, está asesorando a Horacio Serpa en sus relaciones con Estados Unidos. Asencio habló con SEMANA sobre su relación con el candidato.
Semana: ¿Está usted asesorando al candidato liberal Horacio Serpa?
D.A.: Sí. Lo conocí hace un año y me gustó mucho. Decidí ayudarle no porque sea liberal ni godo. En realidad pienso que no estoy apoyando a Horacio Serpa sino que estoy defendiendo un proceso político en Colombia que ha sido afectado por situaciones internacionales, de las cuales yo creo que él no tiene la culpa. No estoy defendiendo a Horacio Serpa, estoy defendiendo a Colombia.
Semana: ¿De qué manera?
D.A.: Yo no me meto en cuestiones internas. Ni vengo a dar lecciones de estrategia. En lo que sí le puedo asesorar es en cómo mejorar sus relaciones con Estados Unidos.
Semana: ¿Cómo lo ha hecho?
D.A.: El problema fundamental ha sido el proceso 8.000. Lo que tenemos que dejar claro es que Horacio Serpa es incapaz de hacer algunas cosas que se le imputan. Yo pienso que es una persona digna y honesta, que por haber sido miembro del gobierno le achacan en ciertos círculos de Estados Unidos cosas que no deben ser la carga de él, sino de otros. Yo he dejado muy en claro en el Departamento de Estado y en el Congreso de Estados Unidos que yo pienso que él es un candidato digno.
Semana: ¿Dónde es más difícil esa labor?
D.A.: Obviamente en los que tienen a su cargo el tema antinarcóticos: Departamento de Estado, Departamento de Justicia, el Congreso, la DEA, etc. No quiero entrar en nombres específicos, pero obviamente se mira a Colombia de reojo en varios órganos de Estados Unidos.
Semana: ¿Qué origen tienen las informaciones que circulan en Washington contra Horacio Serpa?
D.A.: Por mi calidad de ex funcionario del gobierno tengo cierto roce con los organismos de lucha antidrogas, con el Departamento de Estado y con otros órganos del gobierno de Estados Unidos. Obviamente, antes de entrar a ayudar al señor Serpa investigué cuidadosamente si lo podía hacer. Y yo le digo a conciencia que no tengo ningún problema a ese respecto. No hay nada que yo conozca, en ningún archivo de Estados Unidos, que pueda indicar que hay algún problema con Serpa. Solamente que fue miembro de este gobierno.
Semana: ¿Cuánto tiempo lleva haciendo lobby para Horacio Serpa en Washington?
D.A.: Lobby es una palabra demasiado fuerte. Hace más o menos ocho meses fue la primera reunión, pero un acuerdo de asesoría formal se hizo el 15 de febrero.
Semana: ¿Qué resultado ha tenido esta gestión?
D.A.: Se ha avanzado bastante. El Departamento de Estado ha estado bastante abierto en términos de no juzgar y no apoyar candidatos específicos en Colombia. Hay otras agencias de Estados Unidos donde la opinión es muy distinta, pero el nivel de receptividad del Departamento de Estado es bastante alto. En cambio el nivel de receptividad del zar de las drogas, Barry McCaffrey, es bastante bajo.
Semana: ¿Ha concertado usted alguna reunión entre el candidato y funcionarios norteamericanos?
D.A.: No.
Semana: ¿Entonces cómo funciona su intermediación?
D.A.: Cuando decidí entrar en este proceso me comuniqué con las altas esferas del Departamento de Estado para anunciarles lo que estaba haciendo y para asegurarme que no hubiera ningún inconveniente en hacerlo.
Semana: ¿Qué le dijeron?
D.A.: Que sí, que lo hiciera, que me daban absoluto acceso a discutir, a presentar lo que quisiera. Pero estamos hablando de personas que son colegas y amigos míos.
Semana: ¿En Washington le han solicitado ver los planteamientos o los programas de Horacio Serpa frente a algunos temas?
D.A.: No. Ha sido únicamente su participación en el proceso 8.000. Yo he hablado con Serpa y le he dicho que no espere a que los norteamericanos vengan a decirle cuál debe ser su programa antinarcóticos. El debe tener el suyo propio.
Semana: ¿Y lo tiene?
D.A.: Estamos en ese proceso. Yo creo que tiene los elementos de un programa de ese tipo.
Semana: ¿Qué pasa si Horacio Serpa solicita hoy la visa de Estados Unidos?
D.A.: Sé de fuentes muy fidedignas del Departamento de Estado que ellos están esperando que pida la renovación de su visa.
Semana: ¿Y qué harían?
D.A.: Le darían la visa.
Semana: ¿Cómo ve la opinión de los inversionistas norteamericanos frente a Horacio Serpa?
D.A.: Creo que los que le han dado mala calificación es porque no lo conocen y no han hablado con él. Hablando con Horacio Serpa no se puede llegar a una conclusión distinta a que él promovería la inversión extranjera.
Semana: ¿Qué opina de la certificación?
D.A.: El concepto de certificación siempre me ha parecido negativo, que no ayuda en la lucha contra las drogas y que complica las relaciones de los países. Me parece hipócrita por parte de Estados Unidos juzgar a los otros países.
Semana: ¿Cree que va a cambiar ese proceso?
D.A.: Yo creo que ya hay cambios. Especialmente en la rama ejecutiva hay un movimiento, aunque lento, hacia el cambio. La certificación se ve como un proceso viciado y que tiene que ser reemplazado por otro sistema.
Semana: Por último, ¿qué es lo que más le ha impresionado del cambio en Colombia desde que usted fue embajador?
D.A.: Que se ha cuadruplicado el tráfico en las calles. Hoy es casi imposible llegar a tiempo a una cita. También ha aumentado la actividad económica.