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| Foto: Diana Sánchez

EN PLATA BLANCA

"Si en el gobierno de Uribe se hizo algo indebido hay que castigarlo"

El exministro de Salud Diego Palacio habla del proceso que enfrenta. Dice que las declaraciones de Yidis Medina son contradictorias, que el proceso es político y que los medios tienen una influencia exagerada.

María Jimena Duzán
2 de noviembre de 2013

María Jimena Duzán: Usted está siendo investigado por el delito de cohecho dentro del escándalo de la yidispolítica en el que ya dos personas fueron condenadas: Teodolindo y Yidis Medina. Con evidencias probatorias tan contundentes, ¿por qué insiste en decir que su juicio no es jurídico sino político?

DIEGO PALACIO: He dicho eso y lo sostengo. Las versiones que Yidis ha dado a la Justicia son inconsistentes y en temas de fondo. Pero eso no es lo que realmente me preocupa porque parto de la base de que a Yidis Medina a lo largo de su vida no la ha caracterizado propiamente la verdad. Lo que sí me extraña es que algunos columnistas que conocen bien el proceso por dentro no cuenten todo lo que este tiene. Y más que eso, me preocupa que la Fiscalía no haya sido totalmente objetiva e imparcial en el análisis que hay dentro del proceso. 

M.J.D.: ¿Y no será que es al contrario? ¿Que las pruebas son tan evidentes –hay dos personas condenadas por cohecho y una gran cantidad de evidencias probatorias– que lo pueden condenar? 

D.P.: Es cierto que a Yidis y a Teodolindo los condenaron y que allí pudo haber un delito. Pero lo que ocurre es que los fiscales no son ajenos a lo que dicen algunos columnistas. Vivimos en una Justicia que desgraciadamente está pendiente de los medios y por lo menos en el caso de la yidispolítica solo han sacado una versión. La mía nadie ha querido escucharla y creo que la opinión pública está desinformada. 

M.J.D.: ¿Y cuál es su versión de los hechos?

D.P.: Daniel Coronell, en la entrevista que le hizo a Yidis, sabe que le preguntó múltiples veces si Diego Palacio le había ofrecido algo y ella dijo que no. Eso se puede verificar en la grabación. En esa misma entrevista ella dice que para esa fecha, es decir dos meses después de la votación de la reelección, no le habían nombrado el gerente de la clínica en Barrancabermeja que le habían prometido y hoy Diego Palacio está acusado por la Fiscalía de haber sido la persona que le ofreció ese nombramiento que, repito, yo nunca hice. Después se supo que a ese señor lo habían nombrado el 3 de junio del 2004, es decir antes de la reelección. 

M.J.D.: Yidis, en la última versión que dio ante la Corte hace un mes, asegura que ese nombramiento se hizo y que lo que hubo fue un problema de fechas…

D.P.: A eso me refiero cuando hablo de inconsistencias. A mí me están acusando de haber hecho un nombramiento que ya había sido hecho. Pero además, tampoco es cierto, como ella lo dice, que hubiera aportado un pagaré como documento de prueba en el proceso. Ese pagaré no aparece.
 
M.J.D.: A usted también lo acusan de haber intervenido para que Teodolindo se saliera de la Comisión Primera de la Cámara, que estaba debatiendo la reelección, y por haberle ofrecido un empleo a la nuera. Pero además, tanto Yidis como Teodolindo afirman haber hablado con usted y no precisamente del sexo de los ángeles.

D.P.: Sí hablé con ellos. Siempre lo he aceptado. Yo no llamé a Yidis. Ella me llamó asustada a decirme que pensaba que le iban a matar a sus hijos porque iba a votar por el presidente Uribe. Eso se lo confirmó ella misma a la Corte.

M.J.D.: Ella insiste en que hubo más reuniones y llamadas...
 
D.P.: Sí, Yidis dice de todo. Pero en el tema penal no bastan los testimonios, se necesitan pruebas y no las hay. Por ejemplo, dice en una de sus versiones que yo pasé al lado de ella en el Congreso y la saludé, pero que no había conversado nada conmigo. En otras partes dice que yo nunca pasé. La verdad es que yo no aparezco en ningún registro televisivo en reunión alguna con Yidis Medina. Yo con ella no estuve en el Congreso. ¿En el Congreso con quien me reuní? Con Teodolindo, pero también con otros congresistas que han certificado bajo la gravedad del juramento que, a pesar de haberme reunido con ellos, no conversé con ellos sobre el tema de la reelección y que promovieron el no. Con Carlos Arturo Piedrahita, Ross Mary Martínez y Griselda Janeth Restrepo. 

M.J.D.: Teodolindo afirma que él recibió una llamada de Carlos Arturo Gómez, quien trabajaba con usted en el ministerio para ofrecerle a su nuera un trabajo, quien finalmente fue contratada por el Ministerio de Salud y Protección Social.

D.P.: Eso no es cierto. Lo que dijo Carlos Arturo Gómez es que él sí conocía a Teodolindo desde hace tiempos. Cuando yo llegué al ministerio él estaba ya allí coordinando el grupo especial de Foncolpuertos. A él se le autorizó ampliar un número de abogados y contadores en las distintas regiones. Y cuando él estaba en ese proceso de contratación, lo que cuenta es que en una oportunidad se encontraron en el aeropuerto de Armenia con Teodolindo y, en medio de la conversación, Carlos Arturo Gómez le contó que estaba contratando abogados y Teodolindo le dijo que él tenía un hijo y una nuera que podían tener el perfil. No fue que le ofreciera nada. La autorización para contratar a esa gente estaba pedida desde antes de la reelección. 

M.J.D.: Fue una infeliz coincidencia que la nuera de Teodolindo hubiera sido una de las contratadas por el ministerio que usted dirigía.

D.P.: Diego Palacio no tuvo nada que ver. Es más, a la nuera la Corte le preguntó si me conocía y ella dijo que no. Pero además, ella fue contratada 14 meses después de la reelección. 

M.J.D.: ¿Usted está tratando de decir que ese cohecho es de una sola vía? 

D.P.: No creo que haya habido ofrecimientos. No participé en ninguna reunión ni en Palacio ni en ninguna otra parte. Y le repito, sí hable con ella pero cuando ella me llamó asustada. Durante el proceso contra Yidis en el año 2008 yo le pedí a la Corte que nos oyera para que pudiera dar mi versión y pudiera incluso contrainterrogar a Yidis. ¿Sabe qué pasó? No me lo permitieron. Y en cambio a Sabas Pretelt la Corte Suprema sí se lo permitió cuando él era ministro. 

M.J.D.: ¿Y por qué a Sabas sí y a usted no? 

D.P.: Pregúnteselo a la Corte de esa época. Pero sí le quiero decir algo: yo sí creo que en el caso del gerente del hospital de Barrancabermeja sí hubo un delito. Pero hoy estoy convencido de que no fue cohecho sino concusión. 

M.J.D.: ¿Por qué lo dice?

D.P.: Cohecho es cuando hay un ofrecimiento. Concusión es cuando hay una presión de un funcionario a otro. Mire, no hay evidencias de llamadas telefónicas mías al gerente del seguro ni al señor de la clínica. No hay prueba que me involucre, solo está el testimonio de Yidis Medina que es ampliamente contradictorio. Y la teoría que tengo es que semanas después de haber sido posesionado, Yidis lo aborda y le dice: ese cargo me lo ofrecieron a mí y yo lo puedo cambiar si usted no me responde.
 
M.J.D.: Pero fíjese que hasta usted me acepta que hubo un ofrecimiento...

D.P.: Quien ha dicho eso es Yidis, lo que sí le puedo decir es que no fui yo y eso queda muy claro en la entrevista que le hace Daniel Coronell. Sin temor a equivocarme, le digo que al fiscal delegado que me acusó le faltaron contundencia e imparcialidad. Le pedí a la Corte que hiciera un cruce de llamadas entre el Palacio y el ministerio, pero la Corte no me aceptó esa prueba. 

M.J.D.: ¿Y las condenas de Teodolindo, Yidis e Iván Díaz Mateus son también juicios políticos? Yidis incluso se allanó a los cargos… ¿No será que los funcionarios uribistas que se excedieron en su función creen que no tienen por qué estar sometidos a la Justicia? 

D.P.: Yo no estoy diciendo que no me investiguen, ojo. Lo que estoy diciendo es que la Justicia sea imparcial y oportuna. ¿O usted cree que es muy oportuna la Justicia cuando nueve años después de los sucesos todavía estamos pendientes de si nos condenan o no? 

M.J.D.: Me imagino que en la Procuraduría sí tuvo usted un juicio imparcial y rápido, sobre todo porque lo absolvieron…

D.P.: Allí si hubo un amplio proceso. El procurador dijo que el solo testimonio de Yidis no es suficiente para condenarme. En cambio la Fiscalía sí consideró que era suficiente para acusarnos. La tradición en Colombia ha sido que cuando el fiscal se declara impedido nombra un fiscal ad hoc para poder investigar a los funcionarios aforados. Nosotros, Sabas Pretelt y yo, lo éramos, pero en nuestro caso no se nos nombró un fiscal ad hoc, sino al vicefiscal y no se pidió una terna. Nos cambiaron las reglas del juego. 

M.J.D.: ¿Usted sí cree que un ministro de un gobierno que persiguió y chuzó a la Corte Suprema puede venir hoy a cuestionar a la Justicia porque destapó los abusos de poder que se cometieron en el gobierno Uribe?

D.P.: Lo que yo tengo entendido es que las normas jurídicas están para aplicarlas siempre y no solo si estamos o no de amigos. Y en mi caso, la Fiscalía General, basada en un testimonio de una persona que no tiene credibilidad, pidió mi condena. Me dicen que hace dos meses y medio estuvo Germán Vargas Lleras comiendo con dos magistrados. Usted se imagina si esa reunión la tienen Óscar Iván Zuluaga o Álvaro Uribe, ¿cuál no hubiera sido el escándalo en el país? 

M.J.D.: Usted enfila sus baterías contra la Justicia. ¿Pero no cree que usted cruzó una línea que nunca debió cruzar para sacar la reelección del expresidente Uribe? 

D.P.: Si en el gobierno de Uribe se hizo algo indebido hay que castigarlo. Lo que estamos pidiendo es que se investigue con objetividad. El hecho de que Yidis se haya incriminado no quiere decir que Diego Palacio sea culpable. Para condenarlo a uno debe haber certeza probatoria. La Justicia no puede quitarles las garantías a los uribistas y dárselas a los que no lo son. 

M.J.D.: ¿Y no será que los uribistas consideran que la Justicia es buena cuando investiga y condena a sus opositores y no cuando pone los focos sobre la corrupción uribista?

D.P.: En el gobierno de Uribe, como en todos los gobiernos, pudimos haber cometido errores. Lo que no se puede es judicializar la política.