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ENTREVISTA KOFFI ANNAN

Observamos con mucho cuidado a Colombia

27 de abril de 1998

El secretario general de la ONU, Koffi Annan, quien logró evitar la guerra en el Golfo Pérsico, habla en exclusiva con SEMANA.
Semana: ¿Qué papel puede jugar la ONU frente a un posible proceso de paz en Colombia? ¿Puede éste incluir la participación de cascos azules?
Koffi Annan: Las Naciones Unidas está observando en este momento con mucho cuidado la situación en Colombia. Nuestra organización mantiene una presencia en Colombia en esta materia a través de varios programas y agencias. Sin embargo solo el Consejo de Seguridad puede autorizar el envío de fuerzas de paz.
Semana: En el pasado los cascos azules han jugado un papel importante en las misiones de paz alrededor del mundo, pero muchos críticos dicen que enviar soldados para garantizar la paz es muy costoso y a veces su presencia se prolonga indefinidamente como en Chipre. Por otra parte, su interacción con la población civil es frecuentemente conflictiva y difícil. ¿Debe replantearse?
K.A.: Es cierto que los cascos azules han jugado y aún juegan un papel importante en las misiones de paz alrededor del mundo. Sin embargo, si usted observa las cifras, se dará cuenta que el número de cascos azules ha disminuido y que las misiones de paz de la ONU se han ido diversificando con la presencia de tropas del CIS en Georgia y Tajikistán, Otan e Ifor en Bosnia y Ecomog en Liberia. Como usted sugiere, es cierto que las misiones de paz son bastante costosas, pero tenemos que considerar cuántas vidas pueden salvarse con la presencia de tropas de la ONU y a veces a través de misiones observadoras.
Semana: ¿Cuál es su posición sobre el Consejo de Seguridad? ¿Cuáles nuevos países deberían conformarlo hacia el próximo siglo?
K.A.: En mi opinión, la composición del Consejo de Seguridad refleja el mundo de 1945 y no las realidades de hoy. Sin embargo no está en mi poder el alterar esa constitución del Consejo de Seguridad. Una posible reforma tendrá que venir del propio Consejo de Seguridad, y el Consejo mismo tendrá que decidir entonces qué países deben ser admitidos en el organismo.
Semana: Usted ha logrado un gran éxito al detener una posible guerra en el Golfo Pérsico. ¿Indica esto una nueva estrategia por parte de la ONU para enfrentar los conflictos mundiales?
K.A.: El memorando de entendimiento entre las Naciones Unidas e Irak ha mostrado con claridad que el poder de la mediación y de los esfuerzos diplomáticos no debe ser subestimado. La paz ha demostrado que es más fuerte que las confrontaciones militares, y el acuerdo con Bagdad ha mostrado que las Naciones Unidas van por el camino correcto en materia de resolución de conflictos internacionales. Estoy lleno de esperanza de que nuestro mundo avance hacia una era en la cual la resolución pacífica de conflictos sea la norma.
Semana: Sus críticos han señalado que usted ha vivido durante muchos años en Estados Unidos. Que además estudió allá y que no oculta su cercanía con ese país. ¿Puede ser este un problema en su gestión como secretario general?
K.A.: Definitivamente no comparto la aseveración de que mi educación en universidades norteamericanas pueda convertirse en una desventaja en mi gestión como secretario general de las Naciones Unidas. Por el contrario, quisiera enfatizar el que mi educación me ha permitido desarrollar una perspectiva multicultural que debe ser considerada como un activo en mi labor.
Semana: Una de sus prioridades en la ONU es la de estabilizar la situación financiera del organismo. ¿Puede explicarnos cómo piensa lograrlo?
K.A.: La situación financiera de las Naciones Unidas, en particular la deuda de Estados Unidos con la ONU, es una de mis principales preocupaciones en el momento. Usted probablemente esté informado sobre mi más reciente viaje a Washington, durante el cual solicité con urgencia al presidente Bill Clinton que pague las deudas de Estados Unidos. Estoy seguro de que hará su mejor esfuerzo para evitar que Estados Unidos pierda su derecho a voto en la Asamblea General.
Semana: Usted es el primer secretario general proveniente del Africa subsahariana y el primero que ha sido funcionario de la ONU por largo tiempo. ¿Significa esto que usted busca darle un vuelco total a las políticas de la organización?
K.A.: Mi origen africano definitivamente tiene un impacto sobre las políticas que pienso perseguir como secretario general de las Naciones Unidas. Quisiera hacer que a nivel internacional hubiera preocupación por las naciones africanas, y mi principal objetivo es hacer que los países del mundo se den cuenta de la situación y las necesidades de Africa. Es de gran importancia para mí el promover la cooperación no solamente entre la comunidad internacional y Africa, sino para Africa.