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| Foto: David Amado

EN PLATA BLANCA

"La contralora no pudo presentar ninguna prueba en mi contra"

El fiscal general, Eduardo Montealegre, habla de su enfrentamiento con la contralora Sandra Morelli.

María Jimena Duzán
16 de noviembre de 2013

MARÍA JIMENA DUZÁN: ¿Se retractó o no la contralora Sandra Morelli en la diligencia que tuvo este miércoles ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de las acusaciones que hizo en su contra?
 
EDUARDO MONTEALEGRE: Este episodio con la contralora Sandra Morelli me acuerda un poco el teatro del absurdo de Samuel Beckett, especialmente la obra Esperando a Godot, donde el personaje central se sienta a que llegue alguien llamado Godot y nunca llega. Yo he estado varias semanas esperando que la señora contralora aportara a la Comisión de Acusaciones las pruebas que ella decía tener en mi contra y probara que yo había recibido plata de Saludcoop como fiscal general. Como eso no era verdad, pues ella nunca pudo presentar la prueba, todavía estoy como Godot, esperando a que la presente. 

M.J.D.: ¿Pero que pasó el miércoles?

Según me contó mi abogado en la diligencia la señora contralora con una envidiable capacidad de razonamiento abstracto hizo una cantidad de elucubraciones y solo pudo presentar unos videos donde yo doy informaciones a Noticias Uno, a Vicky Dávila y unas intervenciones en la Corte Constitucional. 

Dijo además que se sentía perseguida por un destacado abogado y periodista colombiano, el doctor Ramiro Bejarano, y trajo como referencias el hecho de haber sido objeto de críticas por parte de Daniel Samper Ospina, quien creo que en una columna compara los perritos de Paris Hilton con los de la señora contralora. La única prueba que mostró fue un certificado donde supuestamente yo tengo vigentes unos contratos con Saludcoop. Sin embargo, el día anterior ya la Superintendencia de Salud le había demostrado que yo no tenía ningún contrato vigente. 

Pero además, ante las evidencias que yo había aportado anteriormente, la Comisión de Acusaciones reconoce que efectivamente el último pago que yo recibí de Saludcoop se hizo un año antes de haber asumido como fiscal. Ante estas mentiras, la señora contralora tiene que asumir sus responsabilidades políticas. 

M.J.D.: ¿Y a qué se refiere cuando dice que la contralora debe asumir sus responsabilidades políticas?

E.M.: Ella me hizo un cuestionamiento no solo público sino ante dos autoridades judiciales: la Comisión de Acusaciones de la Cámara y la Corte Suprema de Justicia. Ante este último tribunal reiteró ese cuestionamiento cuando decidió recusarnos al vicefiscal y a mí. Eso es muy grave. No se trata solo de un ataque al buen nombre de Eduardo Montealegre sino al hecho de que una de las guardianas de la ética pública, como lo es la contralora, cuestione la legitimidad del fiscal general de la Nación con afirmaciones falsas.  

Ella me pidió a mí explicaciones de por qué yo había recibido, según ella, cientos de millones de pesos de parte de Saludcoop siendo fiscal. Pues ahora yo quiero que ella asuma sus responsabilidades políticas y le explique al país por qué razón hizo unas afirmaciones tan graves contra mí. 

M.J.D.: Y si no hace ese mea culpa, ¿la va a demandar?

E.M.: En este momento no he pensado en entrar al juego de las denuncias por cuenta de estas falsas imputaciones. Lo que estoy pidiéndole es que diga la verdad. Y que después de decirla asuma sus responsabilidades políticas por haber lanzado una mentira de unas dimensiones muy grandes.
 
M.J.D.: ¿Está insinuando que ella debería renunciar al cargo?

E.M.: Cuando hablo de responsabilidad política estoy diciendo que debe decir la verdad y ofrecer excusas públicas como mecanismo de resarcimiento para reparar el daño al buen nombre que le ha causado a Eduardo Montealegre como persona y a la Fiscalía como institución.  

M.J.D.: La contralora ha dicho que usted tiene un enfrentamiento personal con ella desde que la Contraloría abrió la investigación contra Saludcoop. 

E.M.: Que quede claro: yo no tengo ningún problema personal con la señora contralora. Tenemos visiones muy distintas del Derecho pero eso no me convierte en su enemigo personal. Es más, según me informó mi abogado, en esa audiencia del miércoles pasado ella misma reconoció que no tiene ningún tipo de enemistad grave conmigo.  

M.J.D.: ¿Acaso la contralora Morelli no sustentó la recusación que hizo contra usted con el argumento de que sí había una enemistad y que por eso no los consideraba ni a usted ni al vicefiscal jueces idóneos para adelantar las investigaciones que había en su contra dentro de la Fiscalía? 

E.M.: En el tema de la enemistad grave como en el tema de los supuestos dineros que yo recibí, hubo un reversazo  gigante. Pero quiero aclararle algo: la señora contralora me recusó a mí no solo por el caso de Saludcoop sino por todas las posibles investigaciones que ella tenga en la Fiscalía. Según sus argumentos, por una enemistad grave, me quiere apartar de todas las denuncias que existen en su contra en la Fiscalía. 

Yo he dicho que no hay ninguna enemistad y ahora ella se retracta y dice que no la hay. Ese reversazo que da, le quita argumentos a la recusación que presentó. Hay sí una coincidencia que anoto con el debido respeto: la señora contralora recusa a todos los órganos de control, –me recusa a mí, al señor vicefiscal y a la auditora general de la república– salvo al señor procurador, que es uno de los tres organismos que controlan a la Contraloría. 

M.J.D.: ¿Y por qué cree que se ha dado esa coincidencia?

E.M.: Como dicen los periodistas, yo simplemente la registro. Solo digo que en este momento está en estudio la recusación mía en la Corte Suprema de Justicia y que el país está esperando con mucha expectativa y con la lupa puesta la decisión del señor procurador, a ver si acepta o no la recusación de la contralora contra la auditora general. 

M.J.D.: ¿Está insinuando que la contralora y el procurador tienen un pacto para hacerse pasito?

E.M.: En las democracias modernas el concepto del control es muy importante y este debe ser ejercido con apego al Estado de derecho.  Yo solo estoy diciendo que en el preciso momento en que la auditora inicia un proceso serio de control sobre la Contraloría –proceso que nunca se había hecho– y que la Fiscalía empieza a avanzar en investigaciones  que no tienen que ver con en el caso de Saludcoop, nos recusan a mí, al vicefiscal y a la auditora. 

M.J.D.: Asumamos que la embarrada de la contralora es monumental y que tiene que asumir sus responsabilidades políticas. Sin embargo, en el tema de Saludcoop, la Procuraduría ya falló y la Contraloría acaba de conminar a Palacino a pagar 1 billón y pico de pesos. ¿La Fiscalía por qué esta demorada?

E.M.: Uno de los primeros actos que realicé, creo que el mismo día que me posesioné como fiscal, fue declararme impedido para todos los casos de Saludcoop. Y antes de ser nombrado fiscal, hice una escritura pública donde renuncié absolutamente a todo tipo de asesorías y de poderes previendo cualquier problema hacia el futuro. 

Como me declaré impedido no tengo ninguna injerencia en los procesos que se siguen contra Saludcoop. Pero quiero decirle algo con toda sinceridad: la persona más interesada en este país en que se llegue a la verdad en el caso de Saludcoop soy yo. La Fiscalía tiene todas las investigaciones contra Saludcoop abiertas, la Policía Judicial está actuando y no es cierto que estén frenadas como se le pretende hacer creer a la opinión pública. 

M.J.D.: ¿Qué incidencias tuvo en las investigaciones que la Fiscalía adelanta contra la contralora la recusación que ella presentó contra usted y el vicefiscal?

E.M.: Que las frenó automáticamente hasta que la Corte no decida. En este momento la función de control de la Fiscalía y de la auditora están totalmente paralizadas. Solo queda el control de su gran amigo el señor procurador, Alejandro Ordóñez.

M.J.D.: ¿Qué opinión tiene del procurador Ordóñez?

E.M.: Yo tengo discrepancias conceptuales muy profundas con él que jamás han pasado al plano personal.  Y una de las grandes críticas que le he hecho es la de que está proyectando en el ejercicio del poder disciplinario sus concepciones religiosas e ideológicas y eso va abiertamente en contravía de la Constitución de 1991. 

Esa carta separó la religión del Estado y consagró el Estado laico. Me parece que las conjeturas que en algún momento se hicieron sobre las aspiraciones presidenciales del señor procurador  están haciéndole  mucho daño. Cada posición que toma se está entendiendo como si fuera parte de una agenda política oculta  que yo me niego a creer que exista.

M.J.D.: La contralora ha dicho que se ha sentido tan perseguida que hasta está pensando en pedir medidas cautelares al Sistema Interamericano…
 
E.M.: Estoy sorprendido con esa afirmación porque uno va a esa instancia cuando ha fracasado la Justicia colombiana. Yo respeto la forma como ejerza su derecho de defensa, pero pretender ir al Sistema sobre la base de una supuesta persecución es descalificar integralmente a la Justicia.

M.J.D.: Usted prácticamente ha asumido el  diseño de los mecanismos de la Justicia Transicional con miras a unos posibles acuerdos con La Habana. ¿No es ese un papel que debería desempeñar el Ministerio de Justicia? ¿Se la lleva bien con el nuevo ministro Gómez Méndez? 

E.M: El competente en nuestra Constitución para diseñar las políticas criminales es el Congreso. Los demás, el presidente, el fiscal, el ministro, solo contribuimos al diseño de esa política. ¿Por qué yo intervengo como fiscal general? Porque en un marco de Justicia Transicional, el fiscal tiene dos grandes papeles: es el titular de la acción penal y tiene el deber de protección a las víctimas. Pero claro, de ninguna manera se tratar de ocupar los espacios del ministro de Justicia a quien respeto mucho sino de darle desarrollo a un principio de la Carta que es la colaboración armónica de los poderes. 

M.J.D.: pero si le soy sincera, usted es un fiscal que funge como ministro de Justicia…

E.M.: ¡De ninguna manera! Tengo un profundo respeto por el doctor Gómez Méndez. Con él tenemos serias divergencias en materia de concepción del Derecho penal, pero le he expresado mi deseo de trabajar conjuntamente en ese diseño de la política criminal del Estado. 

M.J.D.: ¿Usted ha sido declarado objetivo de la columna Teófilo Forero de las Farc… ¿Sigue creyendo en este proceso de paz?

E.M.: Tengo la íntima convicción de que los negociadores de las Farc en La Habana no están detrás del atentado que planeaba la Teofilo Forero. Sí veo que existe una fractura al interior de las Farc, que proviene de la Teófilo Forero, que parece estar interesada en dinamitar el proceso de paz. Yo sigo creyendo en el proceso y lo sigo apoyando, pero creo que hay una rueda suelta.