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ENTREVISTA: THOMAS CONSTANTINE, DIRECTOR GENERAL DE LA DEA

"NO INVESTIGAMOS CORRUPCION NI NOS METEMOS EN POLITICA"

27 de mayo de 1996

"El jefe de redacción de SEMANA, Jorge Lesmes, y el jefe de investigaciones, Edgar Téllez, estuvieron en Ciudad de México durante la cumbre antidrogas. Allí entrevistaron al jefe de la DEA, Thomas Constantine, sobre el estado de la lucha antidrogas y los problemas de narcocorrupción en Colombia. Estos son los principales apartes de la entrevista.
Semana: El cartel de Medellín quedó herido de muerte al desaparecer Pablo Escobar y ser dados de baja o encarcelados sus principales jefes. El cartel de Cali ha sido prácticamente desmantelado. ¿Cómo han influido esos golpes en el escenario del narcotráfico?
Thomas Constantine: Al tratar de capturar a los cabecillas del cartel de Cali, a sus fundadores, tratamos de asegurarnos de que las personas que cometen delitos, muchos de ellos en Estados Unidos, paguen un precio muy alto por lo que han hecho. La DEA es una entidad policial y nuestra función principal es la de detener o arrestar personas que cometen delitos graves de narcotráfico. Golpear a los cabecillas es muy importante porque la gente adquiere fe en que la lucha se puede ganar y por ello proporciona más información contra esas organizaciones. Además, quienes reemplazan a esos cabecillas, quienes tratan de asumir el control, generalmente tienen menos experiencia y menos destreza que sus antecesores. Pero que nadie se equivoque: nos tomó 20 años llegar a donde hemos llegado, y necesitamos 10 ó 15 años más para corregir toda la situación.
Semana: Pero, con estos golpes, ¿qué tanto se ha afectado el flujo de cocaína hacia Estados Unidos?
T.C.: No se ha afectado, porque el mercado de la droga evoluciona en función del número de usuarios. Por otra parte, parece haber una oferta excesiva de cocaína y aun así los precios no bajan mucho, lo que nos lleva a pensar que esos precios son artificiales o se fijan de forma artificial. El margen de ganancias es tan elevado en este negocio, que lo que hacen los traficantes es ponerse de acuerdo para fijar precios como lo hacía el cartel de productores de petróleo en el mundo hace unos años.
Semana: En cuanto a los carteles colombianos, tras los golpes a los dos grandes, ¿para dónde van esas organizaciones? ¿Qué futuro tienen?
T.C.: Elmer Pacho Herrera está libre. El y algunos parientes de los Rodríguez Orejuela son el objetivo clave en estos momentos. El siguiente es la organización del norte del Valle del Cauca. Estas organizaciones son independientes y aún no se han convertido en mafias poderosas. Sabemos que están luchando por asumir el control del tráfico de cocaína y por eso hay que dirigir hacia ellos la lucha. Pero además de estos casos en Colombia, investigamos organizaciones en México que al parecer han tendido puentes con las zonas de producción de coca en Bolivia, sin incluir intermediarios colombianos. En eso también estamos trabajando.
Semana: ¿Esto significa que la presencia de la DEA en países como Colombia va a continuar?
T.C.: Es esencial que continúe porque estamos lidiando actualmente con organizaciones delictivas internacionales. Si parte de la organización delictiva se halla en Colombia, otra parte se halla en México y otra parte se halla en Nueva York, se necesita una entidad policial internacional que pueda brindar ayuda y proporcionar información a distintos países. Esa es la función que desempeña la DEA y es el motivo por el cual se celebra esta conferencia. Porque tenemos presencia en 50 países del mundo, de forma que si alguien recibe una información sobre el tráfico de cocaína en Johannesburgo, Suráfrica, dan la información a una base de datos de inteligencia centralizada y luego la información puede hacerse llegar a la oficina de la DEA en Brasil o en Colombia.
Semana: Aparte de 'Pacho' Herrera, ¿usted recuerda los nombres de otras personas que emerjan como posibles jefes de carteles en Colombia y que no estén detenidos todavía?
T.C.: Sí. Hay nombres muy importantes. Pero no los voy a revelar ahora, pues eso está en plena investigación.
Semana: Hace cerca de dos años el entonces director de la DEA en Colombia, Joe Toft, dijo al abandonar su cargo que Colombia era una narcodemocracia. ¿A qué se debieron esas afirmaciones? ¿Es verdad que para ese entonces ustedes ya tenían información clara sobre la financiación de la campaña presidencial de Ernesto Samper?
T.C.: El señor Toft hizo esas declaraciones cuando ya se había retirado de la DEA. Creo que dijo eso en un aeropuerto. Yo no creo que los policías profesionales deban hacer comentarios sobre otros gobiernos ni sobre la falta de integridad o dignidad que pueda observarse en esos otros gobiernos. Esa clase de información debe hacer parte no de unas declaraciones sino de una pesquisa de tipo penal. Debo decir que en Colombia ha quedado en claro que hay muchas personas decentes y honestas comprometidas en la lucha contra las organizaciones de narcotraficantes. La expresión narcodemocracia resulta ser una acusación contra toda Colombia y no creo que eso sea justo. Por eso yo estuve en desacuerdo con esas aseveraciones. Ahora, en cuanto a la corrupción, la gente tiene que entender que la DEA no es una entidad que investiga la corrupción. Nuestra función es investigar las distintas instancias del narcotráfico y arrestar a las personas responsables de ese delito. Si nos topamos con información de corrupción en Europa o en América del Sur, por ejemplo, damos esa información a las dependencias gubernamentales de esos países para que éstas lleven a cabo las investigaciones del caso. En el caso de Colombia, yo me siento muy cómodo dando información al general Serrano o al fiscal Valdivieso.
Semana: Con base en información de la DEA, según se ha publicado, algunos funcionarios de su gobierno informaron a directivos de la campaña presidencial de Ernesto Samper y a las autoridades colombianas que era posible que el cartel de Cali estuviera tratando de financiar la campaña liberal. ¿Qué suerte tuvieron esas advertencias hechas por su gobierno?
T.C.: Empiezo por decir que no estoy seguro que esa información haya provenido de la DEA. Esa información se proporcionó a los funcionarios del gobierno colombiano. Normalmente esto se hace por vía diplomática o por otros conductos, pero una de las dificultades más grandes que tengo es tratar y hacer entender a la gente que la DEA no investiga corrupción. En virtud de las investigaciones sobre casos de narcotráfico a veces hallamos casos de corrupción, pero esa información la proporcionamos a otras agencias y gobiernos, y continuamos haciendo nuestras investigaciones de drogas. La DEA no se involucra en el desarrollo que tengan, a partir de ese momento, esas investigaciones por corrupción en los respectivos países.
Semana: Pero para muchos lo que pasa es que es inevitable que todo eso se mezcle, pues escándalos de corrupción como el que vive Colombia no pueden ser independientes del problema de la lucha contra los carteles, entre otras cosas porque una de las razones por las cuales a veces esa lucha no se gana es justamente porque hay corrupción.
T.C.: Nuestra filosofía consiste en dar toda esa información a las autoridades colombianas. Cuando se dio el arresto de los hermanos Rodríguez Orejuela y de José Santacruz Londoño, apareció una serie de datos que quedaron disponibles en los operativos. Dicha información pasó a ser propiedad de la Policía de Colombia y de la Fiscalía General. Sería inadecuado que nosotros llevemos a cabo una investigación sobre corrupción en Colombia.
Semana: Hace cerca de un mes usted dijo en San Juan de Puerto Rico que seis millones de dólares entraron a la campaña del presidente Samper. ¿Usted cree que esa infiltración se dio sin el conocimiento de él?
T.C.: Yo lo que dije es que el señor Fernando Botero había dicho eso. Es él quien ha hecho esas afirmaciones. Ahora, si el dinero ingresó o no a la campaña, si los funcionarios sabían o no de dónde provenía el dinero, si ha habido motivo para esta recaudación de fondos, esos son los interrogantes que deben establecer las investigaciones que están en curso. Pero mal haría yo en opinar sobre eso.
Semana: Todo el escándalo de la crisis de Samper estalló por unos narcocasetes, y reiteradamente se ha acusado a la DEA de haberlos grabado ¿Qué tanto saben de eso ustedes? ¿Qué tanto tuvo que ver la DEA con esto?
T.C.: A ese respecto, nunca ha habido una queja del gobierno colombiano contra la DEA. Yo no tengo conocimiento alguno de que hayamos participado en esas grabaciones. He leído informes que se repiten una y otra vez sin que haya fundamento para ello. Pero es que es muy difícil negar un rumor sin fundamento, porque cada vez que se niega un rumor de esos, lo que uno hace es alimentar el fuego.
Semana: Uno de los mayores escándalos del proceso contra el Presidente ha sido la divulgación de una cinta de una conversación que sostuvo con la señora Elizabeth de Sarria. ¿Qué conoce la DEA de Elizabeth de Sarria?
T.C.: No sé nada de ella, creo que ha fallecido.
Semana: Pero, ¿qué sabe la DEA sobre sus actividades, sobre sus vínculos con el narcotráfico?
T.C.: Entiendo yo que era la esposa de un narcotraficante, según la información que hay en Colombia. Es todo cuanto conozco de ella.
Semana: De los hijos de Elizabeth de Sarria se dice que uno trabaja con la DEA y que otro está casado o casada con un agente del FBI. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
T.C.: Nunca había oído decir eso. Yo no tenía conocimiento del caso de esa señora hasta que vi en la televisión en Washington, en uno de los canales que pasa noticias de Colombia, un informe que reproducía la cinta de la que ustedes me hablan. Después de eso ha habido todo tipo de rumores sobre el origen de esa cinta, y ha habido acusaciones indirectas que tratan de echarle la culpa a la DEA de eso y de todo. Es que a la DEA le han tratado de echar la culpa hasta del catarro. Nosotros tenemos muy pocas facultades y fundamentalmente se reducen a la de perseguir y hallar a los narcotraficantes, sin meternos en cuestiones políticas.
Semana: Pero en todo caso la DEA es una entidad llena de información. Con base en esa información, díganos, ¿usted cree que en Colombia ya se ha llegado al fondo de todo esto o que falta aún mucho por conocer?
T.C.: Es difícil hacer un comentario en ese sentido. Tendría que decirle que me ha impresionado muchísimo el valor, la integridad y el compromiso de aquellos funcionarios de la Policía Nacional colombiana que en sólo tres meses pudieron arrestar a los principales narcotraficantes del mundo. También observo avances por parte del Fiscal que me han impresionado mucho. Creo que estas son dos personas, dos instituciones que pueden enorgullecer al pueblo colombiano. Si alguien escribe la historia de Colombia y cubre el fin del siglo XX, dos de los héroes de Colombia serán Alfonso Valdivieso y el general Serrano.
Semana: Esa es su opinión sobre Valdivieso y Serrano. ¿Y sobre Ernesto Samper, qué opina usted?
T.C.: Nunca lo he conocido, nunca he tenido trato con él. Usted tiene que recordar que yo soy un policía de carrera y no un diplomático. Tampoco estoy en la política, en 36 años de carrera policíaca me he preocupado mucho por mantenerme por fuera de la política. De modo que cuando yo tengo trato con Colombia, tengo dos puntos de contacto principales: la Policía Nacional y la Fiscalía.
Semana: Cuando ocurrió el atentado contra Antonio José Cancino, el abogado del Presidente, el ministro del Interior Horacio Serpa aceptó que la DEA podía haber estado detrás de ese hecho. ¿Cómo tomaron ustedes esta acusación?
T.C.: Yo hice una declaración muy firme al respecto. Pensé que era irresponsable y no profesional esa declaración. Los agentes de la DEA en Colombia arriesgan sus vidas cotidianamente para detener a los principales delincuentes del mundo y yo pensé que sería mejor que el ministro Serpa dirigiera sus energías a atacar delincuentes y no a agentes policiales, que son quienes dan la batalla.
Semana: Hay un personaje muy importante en esta historia, que es Guillermo Pallomari, por cuenta de cuyas declaraciones, entre otras pruebas, hay ya siete congresistas en la cárcel. ¿Cómo llegó Pallomari a la DEA? ¿Qué más sabe Pallomari que no le haya dicho aún a los fiscales colombianos?
T.C.: Como ustedes saben, Pallomari será un testigo muy importante en varios juicios que se van a desarrollar en Estados Unidos. Nuestras reglas me impiden hacer comentario alguno sobre testigos en casos judiciales que están en curso. Es mejor que todos esperemos a ver lo que Pallomari va a decir como testigo en los tribunales de mi país. Eso es todo lo que puedo decir al respecto.