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Al paredón con María Isabel

¿Es cierto que Enrique Iglesias lo conejeó? ¿Y que es pésimo cantante? ¿Cómo descubrió a Juanes? ¿Logrará desbancarlo el nuevo disco de Shakira? ¿Cómo compiten Vives y Shakira con Juanes?

El empresario de estrellas Fernán Martínez le contesta esta ráfaga de preguntas a María Isabel Rueda.

Maria Isabel Rueda
24 de abril de 2005

M.I.R.: Vueve y Juega. El periodista colombiano Fernán Martínez Mahecha ha logrado repetir con Juanes lo que un día hizo con Julio Iglesias y después con su hijo Enrique: convertirlo en el número uno de la música en América Latina, Estados Unidos y España. ¿Cuándo aparece Juanes en la vida de Fernán Martínez, el empresario de estrellas?

F.M.M.: Uff. En un momento muy difícil. Estaba de luto, porque se me había ido el artista que venía manejando. Me encontraba en medio de una batalla judicial, desangrado económicamente por los abogados. tuve que defenderme con los dientes.

M.I.R.: ¿Entonces, es cierto que Enrique Iglesias le tumbó una millonaria comisión que usted había pactado como su empresario?

F.M.M.: Mire, esa fue una situación muy complicada. Y yo estaba muy necesitado de reivindicarme con un artista que me ayudara a dar el golpe para regresar al mercado por todo lo alto. Ahí la vírgen se me apareció con tatuajes y vestidita de Juanes.

M.I.R.: Hay quienes dicen que usted logró volver a Enrique Iglesias un fenómeno internacional, gracias a una impresionante campaña de 'marketing' con la que pudo tapar lo mal cantante que es.

F.M.M.: Para triunfar hay que tener talento, y Enrique lo tiene. Es muy buen comunicador, un gran artista.

M.I.R.: No me niega que es un pésimo cantante.

F.M.M.: Le repito: es un excelente comunicador, y somos grandes amigos.

M.I.R.: Mejor dicho, le voy a concretar lo que se dice: que usted logró firmar como representante de Enrique Iglesias un contrato por 40 millones de dólares, de los cuales le tocaba el 20 por ciento, y que Iglesias no le pagó..

F.M.M.: Tengo un acuerdo de confidencialidad que me impide comentar sobre este punto. Pero puedo decirle que llegamos a un feliz arreglo. Y mi abogado dice que un buen arreglo se da cuando ambas partes quedan insatisfechas.

M.I.R.: Pronto se vence su contrato con Juanes. ¿No le da miedo que lo vuelvan a conejear, como dicen que le pasó con Iglesias?

F.M.M.: Juanes es muy buena gente. Él sabe todo el trabajo que yo hago. Pero entre el empresario y el artista existe una especie de matrimonio, y cuando nacen las sospechas es mejor que cada uno coja su camino. Yo estoy seguro de Juanes y creo que viceversa.

M.I.R.: ¿Cómo supo que Juanes tenía toda esa madera?

F.M.M.: Yo no lo conocía, ni había oído hablar de él. Me lo mandó Universal Music. Conversamos un rato y me pareció extraño, diferente. Era contrario a cualquier otro artista del momento. Hablaba despacito, caminaba muy suave, tenía un perfil muy bajo pero un gran talento como cantante y compositor, y me pareció una persona transparente. Me fui para mi casa manejando muy despacio, oyendo su CD en el carro. Me demoré como tres días en asimilar su música, y entonces dije: este, definitivamente, es el nuevo gallo. Lo llamé y le dije: "vamos hermano, ¡amárrese el cinturón y a trabajar como burros!"

M.I.R.: ¿Qué fue lo más difícil de vender de Juanes?

F.M.M.: El nombre. Muy jodido, porque Juanes es uno solo, y no es un plural, ni es una banda, ni son varios los que cantan. Todavía tenemos ese problema, pero precisamente eso lo hace tan atractivo.

M.I.R.: ¿No lo asustó que Juanes fuera tan diferente?

F.M.M.: Ese fue el reto que asumí. Juanes no era más de lo mismo. Sabía que ese primer disco iba a ser muy difícil de promover, y que lograrlo no era automático.

M.I.R.: ¿Por dónde comenzó?

F.M.M.: Por crecerlo poquito a poco. Buscamos canales alternativos como revistas especializadas, estaciones universitarias. tenía que ponerlo a producir dinero, porque de eso no teníamos ni cinco.

M.I.R.: He oído que Juanes tenía firmado con Universal Music un contrato de 40.000 dólares, y que el que va a firmar ahora fácilmente puede costar 100 millones de dólares.

F.M.M.: No, no. Puede costar varios millones, pero de pesos. La situación cambió rotundamente de cinco años para acá. Esos contratos tan buenos ya no existen. La industria discográfica está herida de muerte por el Internet y por la piratería. Usted puede hoy copiar idéntica la música, y no le vale nada. Eso no pasa, por ejemplo con un pan, porque nadie lo puede copiar gratis e idéntico.

M.I.R.: ¿Entonces? ¿De qué va a vivir Juanes?

F.M.M.: De sus conciertos, de los derechos de autor cuando las emisoras tocan sus canciones, de los patrocinadores, pero El Dorado de los discos desapareció. La música está viva, pero el negocio de la música está con respirador artificial.

M.I.R.: Los méritos no siempre se los reconocen a uno. ¿Cómo logró que la revista 'Time' metiera a Juanes entre los 100 personajes del año?

F.M.M.: Eso en Time funciona como un cónclave entre periodistas y editores. En la decisión influyeron publicaciones sobre Juanes como la aparecida en el Washington Post, en el NYT, en el Miami Herald, en el Boston Globe. También influyó el rotundo éxito de su concierto en Nueva York. Sí le admito que fui yo el que propuso que el perfil lo escribiera Quincy Jones, y para convencerlo me ayudaron el embajador en Washington Luis Alberto Moreno y su esposa Gabriela. Pero la nominación definitivamente se la ganó Juanes por atractivo, por taquillero, por latinazo, por original y por talentoso.

M.I.R.: De su mano Juanes ya tocó el cielo. ¿Qué sigue ahora?

F.M.M.: Mantenerse ahí arriba. En la lucha diaria, logrando que las emisoras lo pasen todo el día. Tiene que seguir haciendo buenas canciones y durmiendo menos cada día. Esta semana la Camisa negra volvió a ser número uno en Colombia por decimoquinta y vigésima semana, después de que la prohibieron los mojigatos en Santo Domingo, lo que fue como una inyección. Tiene cinco nominaciones a los premios Billboard.

M.I.R.: ¿Cómo explica que en la semana en la que Shakira lanza su nuevo disco, Juanes se mantenga como número uno en Colombia?

F.M.M.: No solo en Colombia. En España, en México, en Estados Unidos. Allí Juanes también está de primero y Shakira, más abajo.

M.I.R.: ¿Y eso qué significa?

F.M.M.: Que Shakira está en problemas. Es como una conjunción de factores: la demora en sacar el nuevo disco, el estilo de la música, el dúo para debutar, la forma como montaron la campaña publicitaria. Algo está fallando, porque el huracán Shakira tenía que haber arrasado en Colombia. Ella era la líder. Creo que en su equipo van a rodar cabezas.

M.I.R.: ¿Y qué tal es Shakira como colega?

F.M.M.: Ella tiene un talento muy grande pero es un poco distante. Ahora le ha dado por hablar como argentina y dice cosas muy raras. Me atrevo a decir que Juanes está ganando en el mercado hispano. Juanes está caliente, muy caliente.

M.I.R.: ¿Y Vives? ¿Cómo compite Carlos con Juanes?

F.M.M.: Vives abrió el mercado, fue el pionero. Nadie se le atraviesa a su tipo de música, y su éxito no depende tanto de su último disco, porque su aceptación ya está garantizada. Carlos sigue su camino sin competencia. Es un clásico.

M.I.R.: ¿Y como colega?

F.M.M.: Excelente. Ese es un buen amigo. Muy bacano. Llama a Juanes y le dice. ¡Qué putería de disco! ¡Qué canción! Un buen colega. No es lejano para nada, como otros..

M.I.R.: ¿Es cierto que nuevamente usted volvió a ser el empresario de Julio Iglesias?

F.M.M.: Sí. Julio volvió a llamarme, admira el trabajo que hemos logrado hacer con Juanes. Ahora estoy muy contento, tengo al rey, que es Julio, y al príncipe, que es Juanes. No se me olvida que fue Julio Iglesias el que me sacó de El Tiempo al mundo con espejitos.

M.I.R.: Nadie le discute que su talento ha vuelto a funcionar con Juanes. ¿Cuál es el secreto?

F.M.M.: Son tres. El primero, que en este negocio no hay que tener oídos, sino narices. Si no, mire la mía, que es la prueba. Tengo olfato de periodista, lo que me permite saber qué es lo que la gente quiere. La segunda, al pez hay que pescarlo con lo que al pez le gusta. Si yo le pongo como carnada un chorizo o una empanada de Pipián no pesco nada. Tengo que ponerle una lombriz, aunque no me guste. Por eso el artista que yo venda no me tiene que gustar a mí, sino a la gente. Y tercero, lo que más importa en este negocio es la imagen, o sea, la percepción que se tenga sobre el artista. Se puede parecer bueno, y no serlo. O se puede ser bueno, y no parecerlo, y ahí estás frito. Y cuando eres bueno, y lo pareces, estás hecho. Que eso sea así es mi trabajo, y ese es el caso de Juanes.

M.I.R.: ¿Será entonces lo que le está pasando a Enrique Iglesias, pero al contrario, que ya no está pareciendo un buen cantante, porque en realidad es un pésimo cantante?

F.M.M.: Enrique es un gran artista y tiene un gran mánager.

M.I.R.: ¿Podemos entonces concluir, para terminar, que Enrique Iglesias es un cantante que no canta, que está de novio de una tenista que no juega tenis?

F.M.M.: ¿Usted lo que quiere que le diga es que Iglesias es la Kurnikova del tenis? ¡Ni loco!