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Escobar se quedó solo

Con la muerte del "Palomo", Escobar pierde al último de sus compañeros de La Catedral.

28 de diciembre de 1992

Escobar se quedó solo
EL DOMINGO 22 DE NOVIEMBRE, A LAS 12:30 p.m., cinco detectives llegarona la fonda "La Montanera", localizada en el parque principal del municipio de Itagüi y se ubicaron en una mesa instalada en el interior del establecimiento. Media hora más tarde, un hombre vestido con una sudadera roja y con un periódico debajo del brazo, llegó al restaurante y se sentó con los agentes de seguridad. Una hora después los agentes tenían en sus manos un detallado informe sobre los movimientos de Jhonny Edison Rivera Acosta, alias el "Palomo", el hombre que desde la entrega de "Popeye", el "Mugre" y "Otto", a las autoridades de Medellín, se había convertido en la mano derecha de Pablo Escobar y quien tenía bajo su responsabilidad la seguridad del jefe del cartel de Medellín.
De la fonda paisa los agentes de seguridad salieron rumbo a su cuartel ubicado en el centro de la capital antioqueña. Allí se montó un operativo en el que participaron 150 hombres que tenían la misión de rastrear el paradero del "Palomo". El primer contacto se logró un día después cuando una patrulla del Cuerpo Elite se encontró a boca de jarro con un pequeño automóvil que por poco los embiste en el cruce de la Autopista Sur con la avenida que desemboca en el municipio de Itagüi. En el vehículo se transportaban tres hombres y una mujer. El conductor era un hombre alto, de bigote medio poblado y de pelo rojizo. Sus facciones eran muy parecidas al hombre que estaban buscando. Sólo unas horas después, cuando se elaboró un retrato hablado del personaje que había visto el comandante de la patrulla, las autoridades pudieron confirmar que se trataba del "Palomo".
Los operativos del Comando de Busqueda conformado por el Cuerpo Elite, la Policía y la Dijin que llegó a Medellín desde la fuga de Escobar de la cárcel de La Catedral, se intensificaron en Itagüí y el resultado fue casi inmediato. El miércoles 25 de noviembre, en las horas de la tarde, ocurrió un segundo contacto. Esta vez en uno de lo centros comerciales de Itagüí. Los mismos tres hombres y la mujer se encontraban en un almacén de ropa. En esta oportunidad los detectives tuvieron tiempo de montar un operativo de seguimiento y comenzaron a pisarle los talones al "Palomo". Esa noche lograron ubicar el lugar de su residencia y el número de guardaespaldas que lo protegian. El jueves se montó un cordon de seguridad en todo el sector con hombres camuflados que se ubicaron estrategicamente para evitar sorpresas.
Esa misma noche,los hombres del Comando de Busqueda recibieron la orden de tomarse la residencia. A la media noche se dió inicio al operativo. Como el lugar no ofrecía garantias de seguridad para los hombres del Comando de Busqueda, pues se temía por una emboscada, se decidió entrar a la residencia donde se encontraba el "Palomo" y su guardia de seguridad, en una tanqueta del Ejército que derribó la puerta. El operativo terminó tres horas mas tarde en medio de un espectacular tiroteo que tuvo como resultado la muerte del "Palomo", uno de sus guardaespaldas, una mujer detenida hermana del "Tato" Avendaño y la entrega de 100 millones de pesos de recompensa al informante que le suministró las pistas a los organismos de seguridad.

¿ESCOBAR SOLO?
Con la muerte del "Palomo", todo hace pensar que Pablo Escobar quedó sin quien le cubra la espalda. Esto, a la luz de la guerra contra el narcotrafico, significa sencillamente que Escobar podría estar esta vez sí a tiro de cañón. Y en esto tienen que ver mucho los organismos de seguridad, que en los últimos dos meses le han propiciado certeros golpes al cartel de Medellín.
El primero de ellos fue la muerte de "Tyson", el hombre que manejaba los hilos del sicariato desde que Escobar fué recluido en la càrcel de La Catedral. "Tyson" fue el hombre clave en la fuga, pues cubrió la retirada de su jefe y de los hombres que lo acompañaban.
Pero no sólo la muerte de "Tyson" fue un golpe mortal para el jefe del cártel de Medellín. Los operativos desplegados en el Valle de Aburrá, en donde han sido allanadas cerca de 3.000 viviendas localizadas en la zona rural como en el propio Medellín y la captura de más de 1.000 personas cercanas al jefe del cartel, hicieron mella.
Este hostigamiento llevó a Escobar, según las mismas autoridades, a ordenar que sus más cercanos lugartenientes se sometieran de nuevo a la justicia, a riesgo de quedarse solo.
Pero todo parece indicar que no tenían otra salida, pues las acciones emprendidas por el Comando de Busqueda los tenían realmente acorralados.
Pero la estrategia de Escobar parece que no le dio los resultados esperados. Cuando se pensó que los operativos iban a disminuir, pues se daba como un hecho la entrega inminente del jefe del cartel de Medellín, estos, por el contrario, se intensificaron. Entonces se desató una ola de violencia en las calles de Medellín que hoy ha cobrado la vida de 45 agentes de la Policía.
Con Escobar solo, pagando escondederos a peso, las autoridades estan convencidas de que por primera vez están muy cerca de su captura. Los resultados de inteligencia han llevado a pensar a las mismas autoridades que Escobar no está tan lejos de Medellín y muchos de ellos se atreven, a afirmar que su escondite puede estar localizado en el propio Itagüí, en la propia boca del lobo, donde los enemigos esperan impacientes que asome la cabeza, como la asomó el "Palomo", el último de sus lugartenientes.

LA PROCURADURIA TIENE LA PALABRA
Mientras las autoridades entregaban su parte de victoria del operativo que terminó con la muerte del "Palomo", la Procuraduría General de la Nación finalizó su investigación sobre la fuga de Pablo Escobar y nueve de sus lugartenientes de la cárcel de La Catedral. Era un informe de 400 páginas, la oficina de Investigaciones Especiales que duró cinco meses atando cabos, por fín armó el rompecabezas sobre quienes fueron los responsables de este lamentable episodio.
El informe está en manos del procurador Carlos Gustavo Arrieta, quien tendrá la última palabra para determinar cual será la sanción. Arrieta tiene tres salidas: multar, sancionar o destituir a los implicados. Pero antes de su veredicto, los responsables tendrán, otra prueba de fuego cuando sean llamados a rendir descargos. Por el momento, el informe pasó a los despachos de seis procuradores delegados. Y una última copia fue enviada a la Fiscalía General de la Nación, entidad que adelanta la investigación en la parte penal. Con base en información obtenida, SEMANA realizó un análisis de cual es el grado de responsabilidad de cada uno de los implicados en este episo.

GENERAL (R.) MANUEL
MURILLO
COMANDANTE GENERAL DE LAS
FUERZAS MILITARES
Se le entregó la responsabilidad de planear y ejecutar el operativo para que el Ejército tomará el control de La Catedral. Pero delegó sus funciones en muchos subalternos lo que hizo que sus órdenes fueran confusas y contradictorias. Al comandante de la IV Brigada, general Pardo Ariza, le informó a medias sobre la misión que tenía que cumplir. Esto llevó a que el resultado final de su gestión fuera el fracaso del operativo militar. Por todo esto es considerado como uno de los principales responsables de la fuga de Escobar y sus hombres.

ANDRES GONZALEZ
MINISTRO DE JUSTICIA
La tarea que se le encomendó fue la de manejar el operativo en la parte administrativa. Es decir, coordinar la entrega del penal a los militares. Contrario a la decisión que tomó su colega de Defensa, Rafael Pardo, quien a través de un memorando delegó las funciones en su comandante de las Fuerzas Militares, González se limitó a impartir sus órdenes verbalmente y a través del teléfono. Como jefe de la cartera de Justicia tenía en ese momento el control sobre la Dirección Nacional de Prisiones y era a él y no al director de ese organismo a quien le correspondía coordinar la entrega de la cárcel. Las dos veces que habló con su viceministro de Justicia, Eduardo Mendoza, le entregó una información fragmentada. Cuando se reunió con Mendoza en uno de los salones de Palacio, le dijo que se fuera para Medellín donde el general Gustavo Pardo Ariza le informaria sobre el operativo. Y cuando Mendoza lo llamó por teléfono desde el aeropuerto de Catam, le dijo que "explicará allá que el traslado se hacia por las obras de adecuación que se estaban haciendo en la cárcel". Esos fueron sus dos pecados mortales. Y a pesar de que apenas llevaba una semana frente al Ministerio de Justicia y había enfrentado por esos días la conmoción que se originó por la entrada en vigencia del nuevo Código de Procedimiento Penal que por poco deja en libertad a la mayoria de las narcotraficantes confesos, sus decisiones frente al operativo en nada se pueden justificar.

JAIME GIRALDO ANGEL
MINISTRO DE JUSTICIA
Tuvo a su cargo el diseño de la política de sometimiento a la justicia y a pesar de los resultados obtenidos, los contratos celebrados con el municipio de Envigado para la construcción de La Catedral y su equipamiento, tienen serios vacios jurídicos. En ese contrato entregó la vigilancia de la cárcel a una guardia municipal donde no podían acercarse ni el Ejército ni la Policía. No hizo ninguna investigación sobre los verdaderos dueños de los terrenos donde se construyó la prisión cuando existían serias dudas sobre los propietarios.

FERNANDO CARRILLO
EX MINISTRO DE JUSTICIA
Tenía la responsabilidad de complementar la política de sometimiento y de contratar las obras para convertir las cárceles donde se encontraban recluidos los narcotraficantes en prisiones de máxima seguridad. Esta función la delegó en sus subalternos y se desentendió de lo que estaba ocurriendo en La Catedral como en Itagüí donde estaban presos los principales narcotraficantes. Conoció el informe de la Procuraduría sobre los lujos que había en La Catedral, pero no tuvo mano dura para frenarlos. Además existen serios vacios jurídicos en la contratación de las obras de adecuación de las cárceles.

EDUARDO MENDOZA
EX VICEMINISTRO DE JUSTICIA
No sólo se le responsabiliza de haber ingresado sin autorización a La Catedral el día del operativo, corriendo el riesgo de terminar de rehén, como efectivamente ocurrió, sino que nunca se puso al frente para solucionar las irregularidades que estaban ocurriendo dentro de La Catedral. Como viceministro de Justicia tenía la misión de implementar las obras de adecuación de los cárceles de máxima seguridad, pero se desentendió de este trabajo.

GENERAL (R.) GUSTAVO
PARDO ARIZA
EX COMANDANTE DE LA IV
BRIGADA DEL EJERCITO
Dilató la orden de tomarse La Catedral argumentando que no recibió órdenes precisas por parte de su comandante el general Manuel Murillo. A pesar de sus múltiples comunicaciones telefónicas con el Comando Supeior en Bogotá, donde le ordenaron que extendiera un cerco alrededor de la cárcel y que se la tomara, Pardo Ariza desonoció la orden. El cerco que tendió lo fue el más eficiente y sólo decidió entrar a La Catedral cuando, 12 horas después hicieron su aparición las fuerzas especiales del Ejército y Escobar y sus hombres ya no se encontraban en la prisión. Nunca hubo un control sobre quienes estaban entrando de visita a la cárcel y los supuestos informes que dice haber enviado al Comando Superior en Bogotá sobre estas irregularidades, no aparecieron por ninguna parte.
Como en la ejecución del operativo participaron la mayoría de sus comandantes y soldados que estaban bajo la jurisdicción de la IV Brigada, también fueron investigados y para algunos de ellos habrá severas sanciones por negligencia.

CORONEL (R.)
HERNANDO NAVAS
EX DIRECTOR NACIONAL
DE PRISIONES
Fue negligente en su función de supervisar las condiciones en que se encontraban viviendo los reclusos de La Catedral. Nunca denunció las irregularidades que allí se estaban presentando ni tampoco comunicó al Ministro de Justicia sobre las obras que se realizaron fuera del perimetro de la cárcel por parte de los presos. Al igual que el ex viceministro Eduardo Mendoza, ingresó a La Catedral sin el consentimiento de sus jefes y terminó también de rehén.-