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Martha Lucía Sánchez, la primera secretaria distrital de la Mujer. | Foto: Foto: Mónica Sánchez.

BOGOTÁ

Esta es la funcionaria que defenderá a las mujeres en Bogotá

Martha Lucía Sánchez es la primera secretaria distrital de la Mujer. La socióloga orientó la política nacional de equidad de género junto a la ONU Mujeres y es asociada del PNUD. Semana.com habló con ella.

María del Pilar Camargo, periodista de Semana.com
10 de enero de 2013

Tiene 50 años vive sola en Bogotá ya que su familia se radicó en Alemania y Estados Unidos. Ella se declara apasionada por los temas de género. Así es Martha Lucía Sánchez Segura la nueva secretaria de la Mujer a quien el alcalde Gustavo Petro confió, desde este jueves, la protección de los derechos del mal llamado "sexo debil" en la capital.

La ya posesionada secretaria distrital de la Mujer es la primera persona que ocupa este cargo. Es magíster en ciencias económicas y, como es de esperarse, experta en políticas de género. Su posesión fue particular. Al evento no asistió el alcalde Petro, pero sí una numerosa población de mujeres que se tomaron las instalaciones del Palacio Liévano.

Martha se desempeñó hasta julio del 2010 como subsecretaria de Mujer de la Secretaría de Planeación y hoy celebra la independencia de su proyecto como un nuevo despacho.

Durante su labor como consultora del programa nacional de derechos humanos de la Presidencia, asesoró los enfoques de género en el Sistema Nacional de Derechos Humanos y trabajó junto a la ONU Mujeres en la formulación de la política nacional de equidad de género.

Su experiencia le permitió ser asociada del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para América Latina y el Caribe, y estar vinculada con el área de género de la Escuela de Desarrollo Humano. Además, es parte de organismos internacionales como la Agencia Española de Cooperación Internacional.

La docencia también se suma a su hoja de vida. Martha se desempeñó como profesora de la Escuela de estudios de género de la Universidad Nacional y tutora del diplomado superior de presupuestos sensibles al género de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en México.

Durante su permanencia en cargos públicos, la funcionaria también ha liderado investigaciones y publicaciones relacionadas con las mujeres.

Semana.com habló con ella sobre sus propósitos en el despacho de la Mujer.

Semana.com: ¿Cómo recibe a Bogotá en términos de género y qué se propone cambiar durante su gestión?

Martha Lucía Sánchez: En los últimos años, Bogotá ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, la puesta en marcha de políticas de protección y la inclusión de sus derechos en la agenda pública. A nivel nacional, seguimos teniendo problemas de violencia contra las mujeres y se presentan situaciones de acoso en el transporte público, como sucede en el Transmilenio. Otro de los desafíos es la participación política. En ese sentido, quiero aumentar en un 40% el número de candidatas inscritas a cargos de elección popular. En la capital también tenemos factores de inequidad en el tema laboral; después de la violencia está la desigualdad salarial. Por todo esto, busco poner en marcha el Observatorio Distrital de Mujeres y Equidad de Género.

Semana.com:  ¿Qué ocurre en el Transmilenio? 

M. L. S.: Cuando estaba en la Subsecretaría de la Mujer, realizamos encuestas junto a la Secretaría de Movilidad, en las que se da cuenta del tocamiento, más que acoso, el abuso sexual que se da en los buses debido a los apretujones, en los que las principales víctimas son las chicas jóvenes. La gente ve eso, pero no actúa. Quiero que se logre sancionar esas conductas propias del espacio público.

Semana.com: ¿Qué representa para usted el caso emblemático de Rosa Elvira Cely?

M. L. S.: Es un reto. Estoy convencida de que en Colombia debe existir una ley para sancionar los femicidios. El tema es más grande, es de impunidad y desigualdad. Son hechos violentos que siguen ocurriendo en los hogares y contra los cuales deben reaccionar la sociedad y las autoridades. También son afectadas las mujeres con el control sobre sus recursos y sus amigas.

Semana.com: Entre sus metas está realizar 67.680 asesorías sociojurídicas y acompañar a las mujeres víctimas ante las instancias judiciales. ¿Cree que la justicia revictimiza a las mujeres?

M. L. S.: En algunos casos sí. Mujeres que han sido asesinadas pasaron por fiscales y comisarios de familia. Les devuelven sus casos o en la misma comisaría les piden que perdonen a sus esposos y lo hagan por sus hijos, y las culpabilizan. Además, no detienen al acusado. Es la “crónica de una muerte anunciada”, como alguna vez lo escuché. Por eso, hay que trabajar con los operadores de Justicia. También se debe trabajar el tema de la denuncia porque muchas mujeres se quedan calladas y toman como natural la agresión. La violencia no es conciliable. Los ataques con ácido son otro desafío, ya que hay un problema de sensibilidad ciudadana y es fácil el acceso a este tipo de sustancias. 

Semana.com: ¿Para qué sirven las casas-refugio y cuántas aspira inaugurar durante su gestión?

M. L. S.: Este proyecto busca la protección de 2.859 mujeres víctimas de la violencia, junto a sus hijos. Quiero garantizar el funcionamiento de siete casas-refugio. En Bogotá, este proyecto lleva tres años, pero sólo hay una casa, cuya ubicación se reserva por seguridad. Para llegar a estos hogares hay una ruta de atención: se pone la denuncia, se siguen unos protocolos y si existe un inminente peligro, se acompaña a la mujer al refugio.