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| Foto: Juan Carlos Sierra

FALLO

"Esta es la muerte de los pescadores artesanales"

En la disputa entre Nicaragua y Colombia los más afectados son los pescadores, industriales y artesanales, que ven como se escapa de sus redes una de las zonas más ricas en recursos naturales del caribe colombiano.

19 de noviembre de 2012

La pesca y las exportaciones de langosta constituyen el sector más afectado por la decisión de la Corte Internacional de Justicia de la Haya tras otorgarle a Nicaragua una extensa porción marítima. Alaín Manjarrés, presidente de la Cámara de Comercio de San Andrés asegura que la decisión impactará de manera grave en la economía de la región porque tanto las familias de pescadores nativos como las empresas pesqueras verán disminuida su producción.

Para Manjarrés la zona marítima que rodea los cayos especialmente los dos del norte (Quitasueño y Serrana) es la más rica en productos del mar de donde se deriva el negocio tanto artesanal como industrial. Tan sólo el año pasado las exportaciones de langosta dejaron a la región tres millones de dólares, de los 3,3 millones del total de las exportaciones.

La entidad estima, apoyada en cálculos del Departamento de la Prosperidad y de Naciones Unidas, que cerca de 700 familias de San Andrés y Providencia son las afectadas por la porción de mar arrebatada a Colombia este lunes.

Los pescadores artesanales del archipiélago recibieron con preocupación el fallo de la corte. Rosana Torres, representante de la cooperativa 'Fishing and Farming' que agremia cerca de 200 pescadores de Providencia, aseguró que la decisión de la Haya es desastrosa para los habitantes de la zona.

En dialogo con Semana.com, Torres, señaló que con el fallo Colombia se consolidó sobre "una porción de tierra improductiva, que sólo sirve para tener soldados ejerciendo soberanía, cuando a los pescadores no les interesa para nada la tierra sin el agua".

De acuerdo con Torres, el cayo de Quitasueño es la zona que mayor actividad pesquera concentra entre los habitantes de Providencia. Según sus cálculos por lo menos 500 pescadores de oficio acuden a sus bancos de peces. Aunque es importante señalar que muchos isleños recurren al mar como sustento cuando atraviesan problemas económicos o quedan desempleados.

Ahora los pescadores deberán trasladarse al cayo Roncador, mucho más pequeño que Quitasueño y Serrana, lo que también les genera preocupación pues la sobre explotación de recursos es un problema del que los isleños son conscientes y sobre el que han trabajado por años.

"Todos nos vamos a ir a extraer en ese cayo. ¿Cuándo se recupera ese banco de peces? Vamos a extraer más de lo posible, será un desastre ecológico", señaló Torres al tiempo que advirtió que "Nicaragua va a explorar petróleo a lo que nos hemos opuesto siempre".

La extracción de recursos en la zona ha sido controlada por los organismos ambientales y los propios pescadores, que se han regulado para evitar la desaparición de especies: "Terminamos cuidando el producto para los nicaragüenses” dijo Torres, quien lamenta que ni el Gobierno colombiano ni la corte internacional hayan tenido en cuenta “el sentir y el que hacer de la comunidad del archipiélago".

Según cifras de la cooperativa 'Fishing and Farming' un pescador puede hacer, en promedio, entre 800.000 y un millón de pesos por faena de pesca, con un máximo de dos faenas en el mes. No existe otra fuente de ingresos para las cientos de familias que ven seriamente amenazado su sustento con la decisión de la Haya.

Por ahora, líderes pescadores de Providencia se movilizan hacia San Andrés en busca de respuestas por parte de las autoridades colombianas que les permitan entender como van a ejercer ahora su actividad si, como dice Torres, "no vamos a poder llegar a Serrana ni a Quitasueño que de todas maneras como cayo no nos sirve, a nosotros lo que nos sirve es el agua y nos la acabaron de quitar".