Estudiantes que se tomaron Uniatlántico impiden ingreso del rector

Aunque la misma gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera De la Espriella, y el rector Jorge Restrepo habían anunciado que este jueves se reiniciaban las clases en la Universidad del Atlántico, el grupo de estudiantes que se la tomó impidió este martes la entrada de directivos, profesores y representantes de los organismos de control. 

Restrepo llegó hasta la sede norte de la universidad con la intención de entablar un diálogo con los líderes del grupo de estudiantes que tienen las puertas cerradas y acampan en la universidad desde hace más de dos meses. Pero, al llegar, el rector encargado se encontró con sillas apiladas y las rejas del acceso cerradas con candados. 

El anuncio del retorno a clases fue hecho en la tarde del lunes por Restrepo, luego de que las diferentes organizaciones estudiantiles no pudieran llegar a un acuerdo, en medio de una asamblea que terminó con agresiones físicas, y el Consejo Académico de la Uniatlántico determinara el reinicio de las actividades para este miércoles 22 de enero, con el objetivo de finalizar el segundo semestre de 2019. 

La gobernadora Noguera alcanzó a celebrar la decisión del Consejo de la universidad a través de sus redes sociales e hizo una invitación “a los estudiantes y profesores a que tengan confianza” y para “entre todos construir una mejor Uniatlántico”. Sin embargo, aunque los docentes y un buen número de estudiantes anunciaron su respaldo al reinicio de clases esta parece que no será posible. 

Frente a la negativa de los estudiantes tomistas, Restrepo les propuso, a través de las rejas, crear una comisión para entablar un diálogo directo con la gobernadora. El grupo estaría conformado por tres de los alumnos que lideran la protesta y dos integrantes de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU). 

En diálogo con SEMANA un funcionario de la Gobernación del Atlántico señaló que la reunión de dicha comisión con Noguera aún no se había confirmado.  

Las puertas de la Universidad del Atlántico, están cerradas desde el pasado 25 de octubre. Un grupo de estudiante que exige, entre otros puntos, una reforma estatutaria de la universidad, especialmente los artículos que establecen los requisitos y el método de elección del rector en el centro de estudios.  

Por múltiples vías los directivos de la universidad han intentado plantear canales de diálogo para solucionar el cierre, pero algunos de los líderes de la toma manifiestan que lo que pretenden de la rectoría y la gobernación es imponer sus criterios. Así lo que parecía ser solo el inconformismo y rechazo a algunas acciones del anterior rector, Carlos Prasca, ha pasado a ser un lío sin solución a la vista.  

El cierre tiene sin poder terminar el segundo semestre académico de 2019 a 24.500 estudiantes, congelado el proceso de grado de 1.300 más y la planta de trabajadores sin poder cumplir sus funciones.