EXCOMBATIENTES
Excombatiente creó y donó silla especial para niña en condición de discapacidad
Después de pertenecer a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AUC), ha dedicado 12 años de su vida a la creación y gestión de su empresa cuyo lema es “restaurando hasta el corazón” porque, según explica, la guerra no le dejó nada y la única enseñanza es no volver a ella.
Encuentra aquí lo último en Semana
Hugo Roberto García tiene 45 años, es un empresario del Urabá Antioqueño que, gracias a su proceso de reintegración con el acompañamiento de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), constituyó Grupo 4, una empresa enfocada a “restaurar corazones”.
Como acto de reconciliación, este emprendedor diseñó, fabricó y donó una silla de ruedas especial a una pequeña con movilidad reducida, hija de Paola Mejía, quien practica running en ese municipio de Urabá.
Habitualmente, Paola salía a entrenar con la pequeña en una silla de ruedas básica, entregada por la EPS. Pero gracias a la donación realizada por Hugo Roberto García -excombatiente y empresario-, hoy, la niña cuenta con un elemento mejor en el que logra disfrutar del deporte junto a su madre.
Después de la entrega formal de la ‘Blade Running’, este emprendedor expresó que “Me han sacado más lagrimas estas alegrías, que el poder y el dinero que llegué a tener durante la guerra”.
Durante su proceso de reintegración, Hugo participó en varios talleres ofrecidos por la ARN para fortalecer sus habilidades y competencias; sentó las bases para lograr en la legalidad su sostenibilidad económica y la de su familia.
“Disfrutaba conversar con los profesionales de la ARN y aprendía mucho, venía del monte, de un ambiente muy agresivo, quería aprender a moverme como los demás y tener buenas relaciones. El vínculo que se creó con los reintegradores me hace respetar este proceso, verlo como algo serio. No puedo defraudarlos”, puntualizó el empresario.
Hugo y su faceta como empresario
Después de haber pertenecido a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AUC), Hugo Roberto García ha dedicado 12 años de su vida a la creación y gestión de su empresa. Inició en el 2008 en un pequeño taller, en el municipio de Chigorodó (Antioquia), donde vivió nueve años.
Tres años después empezó a ofrecer servicios de soldadura, vidrio templado, acero inoxidable, pintura en polvo, ensamblado y sondas eléctricas para tuberías a grandes empresas y para proyectos de la región del Urabá Antioqueño.
Durante siete años hizo el trabajo de operario en su organización, pero actualmente su rol es de administrar Grupo 4 y de velar por la gestión de los 14 trabajadores que tiene a su cargo. El lema de su empresa es “restaurando hasta el corazón” porque, según explica, la guerra no le dejó nada y la única enseñanza es no volverlo a hacer.
“Todos los días de la vida, cuando despertamos, los seres humanos tenemos la oportunidad de empezar de cero porque la manera de reinventarse es personal”, concluyó Hugo.