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| Foto: Archivo SEMANA

JUDICIAL

El exmagistrado Iván Velásquez, libre de cargos en Procuraduría

Aunque el Ministerio Público le reprochó no pedir autorización para fotocopiar importantes documentos de la parapolítica, lo absolvió de la causa disciplinaria en su contra.

18 de noviembre de 2015

Cuando la Procuraduría anunció que investigaría al exmagistrado Iván Velásquez por haber fotocopiado documentos de la parapolítica sin pedir permiso, muchos pensaron que sus días en el ejercicio de la función pública estaban contados. Otros consideraron que se trataba de una causa disciplinaria menor. Sin embargo, el Ministerio Público sorprendió a propios y extraños  este martes, al dar a conocer su decisión de absolverlo de cualquier responsabilidad.
 
El organismo de control admitió que Velásquez debió haber pedido la autorización de un superior para sacar copias de esos documentos. Sin embargo, consideró que con esa conducta no afectó la responsabilidad del Estado. Por eso lo absolvió.
 
Velásquez, quien comandaba el grupo de investigadores que conformó la Corte Suprema para recaudar evidencias de las relaciones que se tejieron entre varios políticos y los paramilitares, obtuvo copia del expediente que se había abierto en contra de los exsenadores César Pérez García William Montes y Luis Alberto Gil.
 
Esta decisión, inconsulta, le costó varios llamados de atención de parte de sus superiores en la Sala Penal del alto tribunal, entre ellos uno del hoy presidente de la corporación, Leonidas Bustos. De hecho, al renunciar a su cargo como magistrado auxiliar, Velásquez admitió no haber pedido autorización previa para tomar copias de estos documentos. Explicó que desde entonces se generaron muchas suspicacias infundadas sobre su labor, y de ahí su determinación de dar un paso al costado.
 
El llamado investigador estrella de la parapolítica se defendió. Dijo que, aunque no pidió permiso, su única intención era preservar la memoria histórica de lo que se relataba en los expedientes. Pero sus buenas intenciones no fueron suficientes. El hecho no sólo le costó su salida del equipo de investigadores de la parapolítica, también le valió la apertura de un proceso disciplinario.
 
Cuando el Ministerio Público anunció el inicio de la investigación año anterior, parecía inminente una sanción. No faltó quién se refiriera a la investigación como un favor del procurador a los bastiones del uribismo que resultaron bajo la lupa de la Corte Suprema por las investigaciones de Iván Velásquez. La verdad es que los resultados de este proceso disciplinario demuestran exactamente lo contrario.
 
Velásquez no fue sancionado, por muy mal vista que hubiere estado su actuación. La Procuraduría repitió una y otra vez que el exmagistrdo debió pedir autorización para tomar copias de los folios y que su justificación respecto a la intención de preservar la memoria histórica está por fuera de sus funciones. Con todo y eso, no lo encontró responsable de ninguna falta.
 
Al contrario, lo absolvió del cargo disciplinario que le había atribuido inicialmente. En el sentir de la Procuraduría, ninguna de las actuaciones de Iván Velásquez comprometió la responsabilidad del Estado, lo que le permitirá, si así lo estima conveniente, reincorporarse a la función pública en Colombia, una vez retorne de Guatemala, donde sus investigaciones le costaron el puesto al presidente Otto Pérez Benítez.