POLÍTICA
Cabeza de lista, la nueva ‘encrucijada’ de Uribe
El expresidente aceptó estar en la lista de candidatos al Senado, pero no confirma si la encabezará. ¿Estrategia?
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Desde su finca en Rionegro (Antioquia), y leyendo una especie de manifiesto que más parecía un programa de gobierno, el expresidente Álvaro Uribe anunció su presencia como candidato al Senado en la lista del Centro Democrático, movimiento cuya conformación impulsa desde cuando inició su férrea oposición al presidente Juan Manuel Santos, hace más de un año.
Y aunque su anuncio pareció despejar el panorama electoral, pues la opinión pública y muchos sectores políticos lo asumieron como su intención de llegar al parlamento, el expresidente no confirmó si en realidad su apuesta sea regresar al Capitolio, donde ocupó una curul hace más de dos décadas.
Todo porque Uribe reveló que la lista de candidatos al Senado del Centro Democrático, la cual aceptó integrar, será una lista cerrada y sin voto preferente. Pero lo que no confirmó es si él va a encabezarla o se va a ubicar en los renglones principales, los cuales tienen mayor opción de obtener una curul.
En las listas cerradas, los electores sólo votan por el logo del movimiento y si este supera el umbral electoral, las curules serán repartidas en estricto orden jerárquico entre quienes integren la lista.
Desde cuando la posibilidad de que Uribe se convierta en senador se puso sobre la mesa, mucho se ha discutido si el expresidente en realidad quiera “igualarse” a la categoría de congresista. Después de haber sido el único colombiano en ocupar la Presidencia durante dos períodos consecutivos, muchos creen que sería un retroceso en su carrera, ya que la Presidencia es casi que el último escalón de un dirigente político.
Incluso también se ha debatido la posibilidad de que Uribe, al convertirse en senador, pierda el fuero propio de los presidentes y quede expuesto a la lupa de otros tribunales que, como la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado y la Procuraduría, no tienen competencia para investigar penal ni disciplinariamente a quienes han ocupado el solio de Bolívar.
Por eso el anuncio de Uribe también se puede analizar como una estrategia para que, con su presencia, el Centro Democrático jalone una importante votación en las elecciones del 9 de marzo del próximo año, pero sin exponer a su máximo líder a ingresar al debate parlamentario.
Los uribistas creen que con el expresidente en la lista de candidatos, el Centro Democrático podría estar en capacidad de obtener entre 10 y 30 curules en el Senado, según los cálculos del senador Juan Carlos Vélez, quien considera que si se logra traducir en votos la presencia y el respaldo que han tenido los talleres democráticos impulsados por Uribe en las regiones, ese éxito estaría garantizado.
Otra cosa creen en la Unidad Nacional, pues Roy Barreras no le da mayores opciones al Centro Democrático y cree que con Uribe en la lista sólo alcanzarían a diez senadores.
Pero a la luz de estos cálculos, que de momento están en el campo de la especulación, si Uribe acepta ser el primero de la lista, ratificaría su intención de convertirse en senador. Pero si decide ocupar puestos secundarios, su presencia sólo pretendería buscar votos y mantenerse como el líder del Centro Democrático, pero fuera del Capitolio.
Por eso Roy Barreras, en una especie de reto a Uribe, le pidió que encabece la lista del Centro Democrático. “Si él ingresa de relleno, después del puesto 10, los colombianos entenderán que es un engaño”.
Según el propio expresidente Uribe, la lista al Senado de su movimiento se definirá antes de terminar la semana. Pero más allá de los nombres que la puedan integrar, la nueva definición será la del lugar que ocupe el propio expresidente. Pues con ella definirá su en realidad tiene intenciones de convertirse en senador o si su presencia en la lista es sólo para jalonar un mayor número de votos al Centro Democrático.
Lo que sí está claro es que con la decisión de Uribe de integrar la lista de candidatos al Senado, las elecciones parlamentarias subirán su perfil, a tal punto que para la disputa del control del Congreso estarán en primera fila figuras de elevada talla política. El Polo Democrático ya confirmó al senador Jorge Enrique Robledo como cabeza de lista, y el Partido Liberal le daría ese privilegio al exministro y excandidato presidencial Horacio Serpa, quien ya conoce lo que es enfrentarse con Uribe, quien lo derrotó en las presidenciales del 2002 yel 2006.
El sonajero de la lista
Tras el anuncio de Uribe de ser candidato al Senado, el Centro Democrático define los nombres de los otros aspirantes que acompañarán dicha candidatura. El sonajero ya comenzó y según el precandidato presidencial Francisco Santos, esta lista estará integrada por personas leales al pensamiento político del expresidente. “Buscamos gente que no se tuerza, como sucedió con el partido de La U”, dijo.
Entre el sonajero se habla de la exsenadora Nancy Patricia Gutiérrez (quien pertenecía a Cambio Radical), María del Rosario Guerra (exministra de Comunicaciones en el gobierno Uribe y hermana de Antonio Guerra, senador de Cambio Radical), el columnista Alfredo Rangel (quien en el 2006 fue candidato al Senado por Cambio Radical) y Jaime Amín (exsecretario privado de Eduardo Verano de la Rosa)
También estarían Évert Bustamante (exmiembro del M-19), Fernando Nicolás Araújo (hijo del expresidente del partido Conservador Fernando Araújo), María Fernanda Cabal (exdirecotra nacional de fiscalías y esposa de José Félix Lafaurie), Ana Mercedes Gómez (exdirectora de El Colombiano).
El Centro Democrático deberá recoger alreredor de 1,2 millones de firmas para inscribir sus candidatos al Senado y como plazo tendrá hasta el próximo 9 de noviembre para que la Registraduría proceda a su revisión.