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La Fundación Alpina junto a la Gobernación de Cundinamarca se unieron para llevar a cabo el proyecto "familias rurales de Cundinamarca". | Foto: Derechos de fotografía por: Fundación Alpina.

Cundinamarca

“Familias rurales de Cundinamarca”: Proyecto que busca apoyar las capacidades productivas de 300 familias en 10 municipios

La Gobernación de Cundinamarca se unió a la Fundación Alpina para impulsar el proyecto desde tres componentes: prácticas alimentarias saludables y sostenibles. Además, del fortalecimiento de acciones sociales y comunitarias.

21 de agosto de 2021

Con el convenio entre la Gobernación de Cundinamarca y Fundación Alpina, se espera que al concluir el proyecto el departamento tenga dos sistemas productivos de setas comestibles y espárragos, 300 huertas para autoconsumo y comercialización.

Adicionalmente, la idea es que el proyecto deje una unidad de producción de plántulas y una unidad de propagación de setas para las huertas.

El proyecto “Familias Rurales de Cundinamarca” se realiza en el marco de la estrategia “Zonas de Desarrollo Agroalimentario y Social” (ZODAS). Dicha estrategia busca contribuir con la reactivación socioeconómica de los territorios rurales a través de estrategias integrales de impacto a corto, mediano y largo plazo.

El proyecto será ejecutado en 10 municipios: Cogua, Nemocón, Sopó, Zipaquirá, Chocontá, Sesquilé, Suesca, Cucunubá, Ubaté y La Calera.

De acuerdo con el último Censo Nacional Agropecuario, en Colombia el 72,9 % de las familias rurales tiene tierras propias. El 5,2 % de esta población tiene propiedades colectivas y el 21,9 % tienen otras formas de posesión de tierras.

Sin embargo, los habitantes del sector rural en la actualidad corren un mayor riesgo de padecer inseguridad alimentaria y disminución en la capacidad económica. Esta situación se presenta a raíz de la pandemia causada por el covid-19.

La secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural de Cundinamarca, Viviana Andrea Pulido, manifestó que “Cundinamarca es un territorio con unas cualidades productivas, sociales y comerciales inmejorables, esta apuesta de desarrollar un modelo de economía familiar a través de las zonas de desarrollo agroalimentario y social- ZODAS”.

Pulido explicó, adicionalmente, que “es una posibilidad de mejorar la calidad de vida de los pequeños agricultores”. Esto visto desde un punto para exaltar sus propias “posibilidades de cambio” que garantice el acceso a sus recursos naturales necesarios en la producción, comentó la secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural.

El proyecto está estructurado desde tres componentes:

Prácticas sostenibles. Este componente busca promover el fortalecimiento del conocimiento técnico de las familias rurales que se realizará a través de la implementación de dos parcelas de setas comestibles y la entrega de plántulas de espárrago.

Prácticas alimentarias saludables. El segundo componente quiere incentivar la producción de alimentos para el autoconsumo. La idea es que a través del diseño y montaje de huertas ecológicas, sea posible la implementación de una unidad de plantación y una unidad de propagación de setas comestibles.

El fortalecimiento de acciones sociales y comunitarias. El tercer y último componente del proyecto busca consolidar un modelo de mercado de intercambio y circuitos cortos que garanticen la comercialización de los excedentes de productos.

Esto se realizará a través del fortalecimiento de las capacidades asociativas y de liderazgo que promueven el desarrollo de agronegocios rentables para las Familias.

Camila Aguilar, Directora Ejecutiva de la Fundación Alpina, explica que desde la entidad sin ánimo de lucro “seguimos promoviendo la participación de la población rural en proyectos de alto impacto para el aumento de su productividad con el apoyo de diferentes actores que reconocen el potencial del campo en el desarrollo del país”.

La directora ejecutiva de la fundación Alpina también expresa que las familias rurales han fortalecido sus roles al momento de tomar decisiones de las unidades productivas.”Apoyar el incremento de capacidades de 300 participantes en el marco de un proyecto integral que aportará a la reactivación socio económica de su territorio nos llena de orgullo”, sentenció Aguilar.

Al finalizar el programa “Familias Rurales de Cundinamarca”, se espera que los resultados que se obtengan sean positivos, y que aseguren una mejor capacidad productiva para las familias rurales del departamento.