PROCESO DE PAZ
La liberación del general está en manos de ‘Timochenko’
El equipo negociador de las FARC en La Habana informa que la suerte del general Alzate se resuelve en Colombia.
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Un sabor agridulce dejó la rueda de prensa de los negociadores de la guerrilla de las FARC en La Habana en la mañana de este miércoles. De una parte, resaltaron que el “balance” del proceso al cumplir dos años es “altamente favorable”, pero, de otra, dijeron que ellos no son los que toman la decisión de la liberación del general Rubén Darío Álzate sino que es una “situación” que debe tomar su comandante máximo, Timoleón Jiménez, 'Timochenko'.
El número uno de las FARC, según fuentes de inteligencia, podría estar refugiado en zonas selváticas de Venezuela. A pesar de este anuncio, Semana.com tiene información confirmada en fuentes cercanas a las FARC que ya se están dando los primeros pasos para la liberación del oficial y que en teoría, según lo dicho a este portal, podría ocurrir durante este fin de semana.
'Ivan Márquez', quien en esta ocasión llevó la vocería del grupo insurgente, leyó un comunicado en el que mostró los avances reales del proceso de paz y en un tono sereno y respetuoso habló de las posibilidades reales de alcanzar una solución negociada. Luego atendió a los periodistas, quienes hicieron el énfasis en la noticia del día, que es el secuestro del general Alzate. En este capítulo, 'Márquez' se mostró más inseguro con el argumento de que en La Habana no tenían el poder decisorio.
Sin embargo, sí llamó la atención para que los diálogos continúen en línea con los acuerdos firmados con el gobierno en el sentido de que la Mesa debería estar blindada del ruido de los fusiles que golpean en territorio colombiano. Dijo, entonces, que el presidente Santos no podía haber “suspendido” las conversaciones de manera “impulsiva” e “inconveniente” con el sorprendente argumento de que se enojaba porque le tocaban a sus soldados o a sus generales en el campo de batalla.
'Márquez' abrió la puerta para que los negociadores del equipo del gobierno volvieran a La Habana porque, en su opinión, en este momento sí están dadas las condiciones para alcanzar una salida al conflicto a través del diálogo.
El jefe guerrillero, además, hizo un balance muy positivo de las negociaciones de paz del gobierno con las FARC, que precisamente cumplen este miércoles dos años. La fecha coincide con la peor crisis por el secuestro del general del Ejército Alzate, hecho que llevó al presidente a ordenar la suspensión del proceso.
El 19 de noviembre del 2012, las delegaciones del gobierno y la guerrilla instalaron en La Habana la mesa de diálogos en medio de un ambiente de optimismo en el país, el mismo que hoy espera la liberación del general, otros tres militares y una civil, para reanudar las conversaciones.
En estos dos años de negociaciones las partes han llegado a acuerdos preliminares en tres de los cinco puntos de la agenda, referentes a tierras y desarrollo rural, participación política y drogas y cultivos ilícitos.
En discusión está el tema de víctimas, iniciado en agosto pasado y que se debía haber retomado ayer, pero quedó suspendido por el secuestro del general, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, en Las Mercedes, una zona selvática de Chocó.
Entretanto, movimientos de izquierda y de la sociedad civil anunciaron manifestaciones en Bogotá para presionar al Gobierno a que mantenga los diálogos de paz y a que acepte el cese el fuego bilateral propuesto por la guerrilla para reducir la escalada del conflicto de 50 años y evitar al máximo nuevos hechos armados que comprometan el proceso.
En las últimas horas han circulado versiones de prensa, no confirmadas oficialmente, según las cuales el Gobierno activó un protocolo humanitario con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para una pronta entrega del general y los demás secuestrados, en un gesto de la guerrilla para que estos hechos no comprometan la negociación de paz.
En caso de que se reanude el proceso, después del tema de víctimas las partes tendrán que abordar el punto de terminación del conflicto, que incluye la dejación de armas y la desmovilización de los miembros de las guerrilla
Adicionalmente tendrán que discutir el mecanismo que se adoptará para que los colombianos refrenden los eventuales acuerdos a los que se llegue en La Habana.