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El presidente Santos anunció detalles del proyecto de reforma política en el Encuentro Nacional de Municpios con una audiencia de alcaldes de todo el país. | Foto: Presidencia

POLÍTICA

¿El fin de la reelección?: reforma urgente o jugada de campaña

La fórmula Santos-Vargas anunció un proyecto que acabaría la reelección y ampliaría los periodos presidencial y regionales.

1 de marzo de 2014

No había pasado 24 horas del anuncio de la selección de Germán Vargas Lleras como candidato vicepresidencial de Juan Manuel Santos y ya la fórmula actuaba en sincronía. En sus primeras entrevistas el exministro de Vivienda reveló que, de ganar, el gobierno presentaría un proyecto de reforma política que acabaría la reelección, ampliaría el periodo presidencial en dos años, acabaría la circunscripción nacional para el Senado y eliminaría el voto preferente.

Al día siguiente, en el encuentro nacional de municipios y con los alcaldes como audiencia, el presidente Santos explicó con más detalle la iniciativa que radicaría el próximo 20 de julio. “Podría ser un buen momento para que los actuales alcaldes que terminen su periodo en 2015 se les prolongue dos años más y coincida con la terminación del periodo presidencial de 2018”, afirmó el primer mandatario. El proyecto busca sincronizar los mandatos de los gobernantes de todos los niveles del Ejecutivo: presidente, gobernadores y alcaldes.

En medio de la campaña política las reacciones al anuncio no se hicieron esperar. Para los opositores la medida no es más que una jugada “electorera” de Santos. Prometer a los actuales alcaldes dos años más en el poder a tres meses de la primera vuelta presidencial es un incentivo lo suficientemente jugoso para ganar el corazón de más de un mandatario local. Por más atractivo que el fin de la reelección les parezca a los partidos minoritarios, unificar los periodos en todo el país tendería a favorecer a las colectividades mayoritarias y con capacidad de desplegar campañas nacionales.

Otra crítica que surgió es más jurídica que política. Al ampliar dos años el mandato de los actuales alcaldes y gobernadores, algunos expertos afirman que se estaría birlando la voluntad popular. Al fin de cuentas, los votantes depositaron en 2011 sus votos para un periodo de cuatro años y no de seis. Lo que es un regalo para los gobernantes regionales, activaría las alarmas de los grupos políticos que hoy no ocupan esos palacios departamentales y municipales. Por ende, tampoco se ve fácil que los futuros congresistas voten por ampliar los mandatos a sus opositores en las regiones.

Las críticas a la reelección presidencial se han reactivado en tiempos de campaña política. Es inocultable e inevitable el desequilibrio que existe entre el presidente-candidato y los demás contendores en la carrera hacia la Casa de Nariño. Ampliar el periodo y eliminar la reelección les daría a los futuros presidentes de Colombia el tiempo suficiente para desarrollar sus políticas y abriría la puerta a la renovación política. Al sincronizar los mandatos, los distintos niveles territoriales podrían coordinar sus planes de gobierno y mejorar la ejecución.

La circunscripción nacional al Senado y el voto preferente cuentan también con suficientes argumentos tanto para eliminarlos como para conservarlos en el sistema político. Sin embargo, al ser lanzada en medio de la campaña, una revisión desapasionada de los pros y los contras de las distintas medidas que incluye la reforma será imposible. Por más que estén de acuerdo con acabar la reelección, los opositores al gobierno no avalarán que el presidente Santos ofrezca semejante ‘zanahoria’ a los alcaldes.

El futuro de esta iniciativa dependerá en el fondo de los resultados del próximo 9 marzo. Las elecciones parlamentarias dibujarán un nuevo mapa político y del equilibrio de fuerzas que surja se podrá calcular el margen de maniobra legislativo en un eventual segundo mandato de Santos. De contar con las suficientes mayorías y con el impulso del arranque de gobierno, el fin de la reelección podría estar más cerca de lo que se cree.