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Fiscalía General de la Nación. (Foto: Archivo SEMANA)

JUSTICIA

Fiscal Piedrahita dice que le tendieron "trampa"

El fiscal que investigaba las supuestas infiltraciones de las Farc en las universidades, denunció que fue víctima de una trampa de sus superiores.

Libardo Cardona, AP
28 de noviembre de 2008

Un fiscal que llevaba en su despacho algunas de las más delicadas investigaciones contra el terrorismo en Colombia y que fue despedido el jueves, aseguró que fue víctima de "una trampa" por parte de sus superiores.
 
"Esta tarde me entregaron para que firmara, ya elaborado, un documento en el que se ordenaba revocar una serie de interceptaciones telefónicas a varias ONG que habían sido decretadas por mis dos antecesores", explicó esta noche el ya ex fiscal Jorge Iván Piedrahíta, en entrevista con la AP.
 
"Entonces primero pensé que yo no había tomado esas decisiones. Pero después pensé que me podían despedir. Al final firmé. Después me llegó la carta de insubsistencia. Fue una trampa", agregó.
 
El jefe de la Unidad Nacional Antiterrorismo, Hermes Ardila, dijo que la destitución fue dispuesta por el fiscal general, Mario Iguarán, aunque no hubo de inmediato una explicación oficial de la decisión. La AP trató de obtener por teléfono declaraciones de los superiores señalados sobre el cese, pero no estuvieron disponibles.
 
Piedrahíta saltó a la luz pública hace tres semanas luego de que les pidió a varias universidades de Bogotá información sobre todos sus estudiantes para identificar a 64 presuntos guerrilleros que al parecer pertenecían a esos centros universitarios.
Piedrahíta le dijo a la AP que los motivos de su salida pueden ser varios.
 
"El más importante, creo yo, por la delicadeza de investigaciones que tenía a mi cargo", sostuvo.
 
El ex funcionario recalcó que en su despacho estaban los procesos por el atentado al Club El Nogal (febrero de 2003), la venta de armas del gobierno del ex presidente peruano Alberto Fujimori a la guerrilla de las FARC y la conformación de bandas criminales en la región del Urabá antioqueño por parte de Daniel Rendón Herrera (alias "Don Mario"), tal vez el hombre más buscado de Colombia en la actualidad.
 
"Pero el caso más grande tenía relación con una serie de allanamientos y capturas que hicimos el 6 de agosto pasado a la columna Teófilo Forero de las FARC", advirtió Piedrahíta, de 50 años.
 
Encontramos información de atentados que se pensaban cometer en contra de Tomás Uribe (el hijo mayor del presidente); el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos; el ministro del Medio Ambiente, Juan Lozano, y Santiago Uribe (hermano del presidente), explicó Piedrahíta.
 
Según el ex funcionario, cinco de los abogados de los presuntos guerrilleros ya habían llegado con él a una negociación para aceptar cargos por el delito de rebelión, es decir, para reconocer que pertenecían a las FARC.
 
"Pero extrañamente me dieron la orden de que no hiciera esa negociación", explicó, aunque no dio detalles de los funcionarios que le impartieron esa directriz. "Eso fue de arriba", agregó.
 
Antes de ser destituido, Piedrahíta había ratificado la detención de cuatro personas investigadas por acusaciones de ser infiltrados o milicianos de las FARC en centros universitarios.
 
Ardila dijo, antes de la entrevista con Piedrahíta, que la investigación contra los presuntos milicianos sigue su curso.
 
Piedrahíta ratificó la mañana del jueves las detenciones de María Antonia Espitia, ex universitaria; Reyes López Ipayú, estudiante de la Universidad Nacional de Bogotá; William Javier Díaz, docente de la Universidad Distrital de Bogotá y Carlos Andrés Cifuentes.
 
Los cuatro detenidos el 13 de noviembre son procesados por el delito de rebelión como presuntos guerrilleros de las FARC.
 
Otras 53 personas permanecen prófugas desde que la Fiscalía dispuso la captura del grupo.
 
"Yo me desmovilicé del M-19 en 1990. La Fiscalía dice que yo hacía trabajo (para las FARC) en el Colegio Mayor de Cundinamarca" o un centro universitario en Bogotá, aseguró Espitia, en conversación telefónica desde su domicilio ya que, por ser madre cabeza de familia, le fue concedido el beneficio de la casa por cárcel.
 
La Fiscalía comenzó la investigación a raíz del análisis de memorias portátiles o USB, encontradas por el ejército en febrero en un campamento de las FARC que atacó en el departamento del Meta, al sur del país.
 
En las memorias había "hojas de vida" o datos de más de 9.000 supuestos integrantes del llamado Bloque Oriental de las FARC, de acuerdo con investigadores de la Fiscalía.
Entre esas hojas de vidas estaban las de los cuatro detenidos. Espitia no negó que su hoja de vida estuviera en las memorias, pero lo calificó como "un montaje" de las autoridades en su contra.
 
Dijo que hasta su detención se dedicaba a hacer "trabajo social" para el partido izquierdista Polo Democrático, de oposición.
 
De acuerdo con fiscales, cada "currículum" hallado en las memorias contiene datos generales como número de documento de identificación, nombres de los padres, ocupación antes de ingresar a las FARC, récord como combatiente y los nombres de los guerrilleros que lo recomendaron para ingresar a la guerrilla, entre otros.
 
AP