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'Fritanga', el preso incorregible

Las directivas del INPEC señalaron que el narco fue trasladado por pretender sobornar a la guardia del penal de Girón.

3 de diciembre de 2012

El traslado del señalado narcotraficante Camilo Torres, 'Fritanga', al pabellón de máxima seguridad de la cárcel de Valledupar obedeció a las diversas conductas de indisciplina que, según el INPEC, el interno cometió durante su paso por la penitenciaria de Girón, Santander.

El general Gustavo Adolfo Ricaurte, director de la entidad penitenciaria, reveló que ‘Fritanga’ le había ofrecido a las directivas del penal santandereano 40 millones de pesos “para que les dejara entrar una cazuela, una torta, mariachis y toda la francachela que quería hacer”.

No obstante, dice Ricaurte, el capitán del INPEC David Alexander Álvarez, director del penal, se opuso y tras poner en conocimiento de la dirección general esa situación se ordenó el cambio de prisión.

“Eso es lo que ha traído disgustos con el director, porque lo que me han dicho por parte de la directora regional y por lo mismos miembros de la guardia el director ha sido un funcionario que ha cumplido con su deber”, precisó Ricaurte.

Otra de las perlas de Torres da cuenta de que pretendió sobornar a un guardia para que le dejara ingresar un colchón ortopédico cuando estaba en la cárcel La Picota. Según la explicación del interno, era por prescripción médica. No obstante, en su momento se le pidió el informe de los galenos el cual a la fecha no ha hecho llegar.

Ante esto, el director del INPEC sostuvo que hay que averiguar dónde están haciendo estos colchones tan buenos, “porque algo deben tener para que él insista en tenerlos”.

“Estos internos que tienen perfil de extraditable tienen un poder corruptor muy alto – explica Ricaurte – por eso no se puede descartar ninguna información por leve que sea para contrarrestar cualquier asunto”.