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Este es parte del arsenal descubierto a Martín Farfán, alias Pijarbey, jefe de una banda criminal en los Llanos. Entre las armas estaba esta ametralladora ‘mini gun’, que dispara 3.500 cartuchos por minuto, y puede derribar aeronaves.

ORDEN PÚBLICO

Fuego a discreción en los Llanos

¿Cómo terminó un poderoso arsenal con armas antiaéreas de Irán, Rusia y Estados Unidos, en manos de un desconocido jefe de una banda criminal de Colombia?

23 de febrero de 2013

En un país como Colombia, que durante décadas ha sufrido las guerras del narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares, es usual que las autoridades decomisen miles de armas cada año. De hecho se volvió casi rutinario que la opinión pública vea en los medios de comunicación las noticias sobre incautaciones de fusiles que llegaron a las selvas desde diferentes lugares del mundo. Tal vez por eso, la última operación de este tipo, efectuada la semana pasada, pasó relativamente desapercibida. Sin embargo, en realidad no fue un caso más.


En la madrugada del pasado viernes 15 de febrero un grupo de 70 comandos Jungla y oficiales del grupo especial de investigaciones (SIU por sus siglas en ingles) de la Dijín y de la Dirección Antinarcóticos llegó en varios camiones y dos helicópteros artillados hasta un desolado paraje a 60 kilómetros de San Martín, Meta. Los policías tenían información precisa. Escondidos en varias caletas bajo tierra hallaron el que puede ser considerado uno de los arsenales más poderosos encontrados hasta ahora. Primero desenterraron más de 20 fusiles de asalto en perfecto estado. Después, aparecieron más de 40 granadas de fusil.

Entre un barril había casi 3.000 cartuchos de munición calibre .50, de gran poder. Con el paso de la mañana y a medida que escarbaban salían más munición granadas y morteros. Pero lo que más los sorprendería estaba por salir de la tierra. Se trataba de tres ametralladoras 7.62 y un arma conocida como mini gun (ver fotos). “Yo llevo 20 años incautando armas y es la primera vez que se decomisa una de estas.

Es una metralleta de alto poder, que dispara 3.500 cartuchos por minuto. Es usada en aeronaves militares por su alto poder de fuego. Pero la ‘mini gun’ y otras dos ametralladoras son usadas también como armas antiaéreas y pueden derribar helicópteros”, explicó a SEMANA un oficial. En otra caleta encontraron algo no menos sorprendente: tres lanzacohetes RPG-7.

Si bien esta arma, también usada para derribar aeronaves, ya ha había aparecido en el pasado en el país, las de la caleta tenían la particularidad de estar contramarcadas con el sello del Ejército de Irán. “Son RPG viejos pero en perfecto estado. Lo que es extraño es que sean iraníes”, dijo el oficial. “Lo inquietante de este decomiso tiene que ver con que no es normal encontrar tantas armas con capacidad antiaérea en un solo lugar”, concluyó. 

El dueño de semejante arsenal, que no es fácil de conseguir, es un hombre desconocido para la mayoría de los colombianos. Se trata de Martín Farfán. Conocido con el alias de Pijarbey es un exparamilitar que hizo parte de las filas de Pedro Guerrero, alias Cuchillo. Tras la muerte de este en 2010 y la atomización de diferentes facciones de paras y bandas criminales, Pijarbey se transformó en la actualidad en el jefe de una estructura que domina gran parte del Meta y está al mando de cerca de 200 hombres.

Las investigaciones de las autoridades lograron detectar que fue adquiriendo gran parte del arsenal a lo largo del último año a varios grupos, entre ellos al frente Séptimo de las Farc, comandado por Gentil Duarte, y a narcos que han sido arrestados o extraditados. Lo increíble es que se hizo a armas que no llegaron a tener los bloques paras o incluso frentes enteros de guerrilla.

“Aunque esencialmente se armó para atacar rivales suyos como alias Los Rudos o Cabuya, las ha usado contra la fuerza pública. El año pasado un helicóptero recibió 35 impactos, se salvó de milagro de ser derribado, y para eso usaron una ‘mini gun’, posiblemente la que tenían en la caleta.”, contó un investigador. Justamente ese poder de fuego en manos de bandas criminales tiene inquietas a las autoridades, pues plantea un desafío a la hora de enfrentar a esos grupos.