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"GALAN CARECE DE HONESTIDAD MENTAL"

JULIO CESAR TURBAY QUINTERO

26 de marzo de 1984

SEMANA: Algunas personas le atribuyen las declaraciones de su padre en relación con el doctor Galán al hecho de que éste haya sugerido públicamente que se indagara al ex presidente Turbay sobre el paradero de los 13.5 millónes de dólares alegando que una persona de su propia familia había tenido vinculaciones con d Chase Manhattan Bank. Obviamente se estaba refiriendo a usted.
¿Cuál es su opinión al respecto?
JULIO CESAR TURBA Y QUINTERO: Me encontraba ausente del país cuando leí las declaraciones que mi padre hizo acerca del Dr. Galán en el sentido de que gentes de su movimiento estaban vinculadas al horrendo crimen de Gloria Lara de Echeverri, personas que nunca fueron repudiadas por el jefe del "Nuevo Liberalismo", lo que para mi padre y para muchos otros liberales establece una incompatibilidad moral para votar por Galán para cualquier cargo de representación popular.
Después me enteré de que efectivamente el Dr. Galán, en una respuesta al Dr. Arias Carrizosa, unos días antes del retorno del Dr. Turbay a Colombia, le había sugerido que le preguntara a mi padre por el paradero de los trece millónes y medio de dólares desaparecidos, ya que él había tenido una persona de su propia familia vinculada al Chase Manhattan Bank de Nueva York; igualmente se me informó que en un discurso en el Antiguo Caldas y que registró "La Patria" de Manizales, volvió a hacer las mismas malévolas sugestiones.
La pregunta que le formulaba al Dr. Arias Carrizosa el Dr. Galán sobre las informaciones que yo podría suministrar sobre el paradero de los trece y medio millones de dólares perdidos, no fue solamente malévola, sino que demuestra claramente la mala fe de quien sabe bien que la desaparición de los 13 y medio millónes ocurrió en mayo de 1983, varios meses después de concluir la administración Turbay y de mi retiro del Chase Manhattan Bank.
No habiendo tenido nunca, mientras fuí funcionario del Chase Manhattan Bank de Nueva York, relación alguna con los negocios que el Banco realiza en Colombia y en Europa, y habiendo dejado de ser funcionario del Banco varios meses antes de la ocurrencia de los dolosos hechos, no tenía otro objeto la pregunta de Galán que el de intentar fortalecer su imagen de moralista y ganar unos votos tratando de empañar la honestidad de mi comportamiento.
S.: Pero el doctor Galán afirmó en Ibagué que el nunca había formulado cargos contra miembros de la familia Turbay y en cambio pidió una investigación sobre el maneio de las reservas para establecer que parte, por qué y cómb fueron manejadas para el Chase Manhattan Bank.
J.C.T.Q.: Evidentemente el 20 del presente mes, en un reportaje hecho desde Ibagué al "Noticiero de las 7" y después de conocer la reacción adversa a su difamante estrategia, al ser preguntado por Juan Guillermo Ríos sobre si él había formulado algún cargo a miembros de la familia Turbay, negó rotundamente haberlo hecho, incurriendo en una nueva impostura al sugerir un interesado manejo de parte de las reservas internacionales colocadas por la anterior administración en el Chase Manhattan Bank de Nueva York. Como usted puede apreciar, no se trata técnicamente de un cargo sino de un intento de desmontarse hábilmente de la calumnia que había lanzado a través de una nueva acusación.
Usted conoce ya que mi padre solicitó, tanto al Procurador General de la Nación como al Superintendente bancario, una exhaustiva investigación en el Banco de la República, en la cual se tomen declaraciones a quienes presidieron como ministros de Hacienda la junta directiva del Banco, al gerente de dicha institución y a todos y cada uno de los eminentes miembros de la junta, para que se sepa si durante el cuatrienio presidencial anterior recibieron alguna instrucción del Presidente de la República, de depositar parte de las reservas en alguno de los muchos bancos en que éstas tradicionalmente han sido manejadas. Ahora, y como respuesta a la solicitud dirigida por mi padre al Procurador General de la Nación y al Superintendente Bancario, habla de extender las investigaciones al campo de las relaciones oficiales entre el Estado colombiano y el Chase. Yo soy partidario de que se investigue todo a este respecto, sin ninguna limitación.
Soy de opinión de que es preciso sacar la política de los lodazales de la calumnia y del agravio y colocarla en un plano en el que se discutan ideas, se examinen programas y no se aticen las pasiones con murmuraciones absurdas que no le hacen daño a las personas contra quienes se pretenden dirigir, sino al país, al partido liberal y al propio sistema democrático representativo. La honestidad mental es también indispensable para que haya un juego limpio.
¿Está usted sugiriendo que el doctor Galán no tiene honestidad mental?
J.C.T.Q.: La deshonestidad tiene varias formas y una de las mas peligrosas es la deshonestidad mental que consiste en presentar como rumores o simples sugestiones las consejas que se quieren hacer circular contra la honra ajena Ese es el caso del cual yo sindicaría al doctor Galán que en un acto de oportunismo electoral ha hecho circular las diferentes especies a que me vengo refiriendo en este reportaje. Asumiendo que pudo haber sido un arrebato emocional al calor de la plaza pública hubiera sido honesto de parte del doctor Galán simplemente retractarse, en vez de disfrazar lo que dijo originalmente dándole ahora una presentaciól de tipo institucional. Cuando como candidato se procede con tanta ligereza e irresponsabilidad y apasionamiento, recurriendo a armas vedadas, se pone de manifiesto el peligro de que una persona de dicha características eventualmente pudiera llegar a regir los destinos del Estado
Todos los colombianos que no estuvieran sometidos a tal gobierno correrían el peligro de verse perse guidos en su honra y sujetos a un ignominioso terro rismo moral. Eso es lo que no deseo para mi país y que separa radicalmente de quien al propio tiempo que predica la unión liberal tapona y obstruye todos los caminos de ésta, acudiendo a estrategias que no acreditan propiamente su solvencia moral. En su in terpretación maniqueísta de la moral el doctor Galán considera que solamente son buenos quienes ingresan a sus filas sin importar sus antecedentes.
S: El doctor Galán pone en tela de juicio sus cono cimicntos económicos y financieros aduciendo que sólo fueron reconocidos por el Cahase cuando su padre era Presidente. ¿Qué opina?
J.C.T.Q.: No creo que el doctor Galán, que tanto presume saber sobre todos los temas y que se ha especializado en expedir certificados de honestidad y de deshonestidad según sus conveniencias, quiera pretender también convertirse en el omnisapiente dispensador de títulos de idoneidad y conocimientos de sus compatriotas.
Permanecí ausente del país, no con el ánimo de convertirme en un burocrata internacional, sino por interés profesional y con el propósito de evitar que cualquier actividad mía en Colombia durante dicha tiempo se convirtiera en un pretexto injusto para calumniar a la administración. Estas razones de delicadeza no las entiende el señor Galán. Concluído el mandato de mi padre desaparecieron las razones para mi permanencia en el exterior y en consecuencia me retiré voluntariamente del Banco teniendo la oportunidad de haber permanecido allí si así lo hubiera deseado y ahora me encuentro de regreso en el país coordinando la acción del Centro de Investigación y Estudios Nacionales que es una Fundación dedicada al estudio de la problemática nacional y la búsqueda de soluciones efectivas especialmente en el campo social y administrativo.
S.: ¿ Qué trascendencia le atribuye usted a todo este episodia con Galán ?
J.C.T.Q.: Si no fuera porque se debe tener en cuenta el adagio popular de que "de la calumnia algo queda", no me sentiría inclinado a hacer declaraciones públicas sobre afirmaciones o sugestiones que el doctor Luis Carlos Galán ha lanzado temeraria e irresponsablemente sobre mí. Aun cuando sería preferible no referirme a alusiones que suscitan más el desprecio de la ciudadanía que la reacción del agraviado, no sobra que haga algunas precisiones sobre el particular, pues dejar pasar inadvertidas las dichas referencias harían confundir un despectivo silencio con la aceptación o tolerancia de las audaces consejas de mi gratuito agresor. -