Home

Nación

Artículo

| Foto: Felipe Quintero / SEMANA.

CONDENA

“Mi única derrota es esta”: general Uscátegui

El militar asegura que su condena a 37 años es injusta, y que hay una guerra jurídica contra los militares.

11 de junio de 2014

Con un saco color azul, un pantalón negro a rayas y zapatos impecables, el general Jaime Humberto Uscategui, de 65 años de edad, camina por los pasillos de la Escuela de Infantería en el Cantón Norte donde lleva 15 años privado de la libertad.

Lo atormenta una dura condena de 37 años, confirmada este martes por la Corte Suprema de Justicia que lo responsabiliza de la omisión de su unidad militar para evitar la escalofriante masacre del corregimiento de Mapiripán (Meta), perpetrada por los paramilitares y donde perdieron la vida cerca de 50 campesinos.

Visiblemente tranquilo y con su proceso totalmente memorizado, en entrevista con Semana.com, el oficial es enfático en afirmar quiénes fueron los responsables de ese execrable crimen.

"Los responsables de la masacre son la Brigada Móvil Dos, a cargo del coronel Lino Sánchez Prado; y el batallón Joaquín París a cargo del mayor Hernán Orozco Castro, quienes convivieron siempre con los paramilitares, a tal punto que el 12 de julio de 1997 recibieron a 200 paramilitares que llegaron en dos aviones al aeropuerto de San José del Guaviare y permitiendo que se movilizaran por ríos y carreteras hasta Mapiripán. Esto ha sido probado en testimonios como el de los exjefes de las AUC Salvatore Mancuso y Jorge Victoria".

Sánchez Prado fue condenado a 40 años de prisión y posteriormente murió por cuenta de un cáncer. Mientras que Orozco, según el general Uscátegui, vive en Miami y es prófugo de la justicia desde el 2003.

Igualmente, señala que interpondrá una acción de revisión ante la misma Corte Suprema de Justicia y añade que le quedan dudas sobre el actuar de dos magistrados en su caso.

"La magistrada Patricia Salazar, quien no lleva un mes en la Corte Suprema, vino a definir el asunto. A mí me sorprende que en 15 días el magistrado ponente, Eugenio Fernández, haya realizado una ponencia condenándome a 37 años. Y el primer ponente, Fernando Castro, que estudió durante tres años mi proceso, proponía una pena de 15 años", declaró.

Como un 'as' bajo la manga, tiene cerca de 50 pruebas que, según él, no le permitieron presentar en el proceso, como una certificación expedida por el entonces ministro de Defensa Juan Manuel Santos.

"En el año 2006, cuando el hoy presidente era ministro de Defensa, certificó al Congreso de la República que el mando del batallón Joaquín París, para el mes de junio de 1997, lo tenía la Brigada Móvil Dos y no la Séptima Brigada, la cual yo dirigía", dijo Uscátegui.

Su vida en la cárcel

Desde el 20 de mayo de 1999, el general Uscátegui se encuentra recluido en la sede militar del Cantón Norte, donde pasa sus días en medio de la lectura de temas jurídicos y la enseñanza. Tiene a su cargo a un grupo de estudiantes a quienes les habla sobre derecho penal, Derechos Humanos y conocimiento de la Constitución. Con este oficio redime diariamente cuatro horas de condena.

Trota cuatro kilómetros diarios para mantener el estado físico, mientras espera que todos los sábados y domingos lo visiten su esposa y sus cuatro hijos. Y no deja por un instante de buscarle una explicación a su tragedia.

“Durante 35 años siempre combatí a todos los agentes generadores de violencia, siempre acorde a la ley. Tal vez me están castigando mis victorias contra esos agentes. Mire qué curioso: acá a los bandidos y terroristas les dan condenas de ocho a diez años, pero las condenas de 30 y 40 años son para los militares".

“Por mis venas corre sangre militar, pero ahora pensaría dos veces en volver a las filas. Las Fuerzas Militares están desmotivadas, pueden estar desmoralizadas. Están preocupadas porque están sacrificando su vida y pueden terminar en la cárcel; perder su carrera y perder su libertad, y en Colombia no hay una justicia que los defienda", dijo.

Camina lento y habla firme, con la misma firmeza que afrontó grandes batallas militares. "Yo nunca tuve una derrota militar. Fui un general victorioso. La única derrota mía es esta, pero eso no lo atribuyo a la guerra en el conflicto, sino a la guerra jurídica que se libra contra los miembros de las Fuerzas Armadas”, concluyó.