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| Foto: archivo SEMANA.

PAZ

Gobierno y ELN están en “fase exploratoria”

A cuatro días de las elecciones, se discute una posible agenda para abrir negociaciones. Sin embargo, los avances aún son parciales.

Álvaro Sierra Restrepo
10 de junio de 2014

En un comunicado rubricado por Frank Pearl y Antonio García –el ‘duro’ de la segunda guerrilla del país– el gobierno y el ELN confirmaron la mañana del martes lo que era casi un secreto a voces: que desde enero pasado están conversando con el objetivo de ponerse de acuerdo en una agenda para abrir negociaciones como las que se adelantan con las FARC.

Semana.com confirmó con personas cercanas a estas conversaciones que ha habido numerosas reuniones entre una delegación del gobierno, encabezada por Frank Pearl, uno de los negociadores en La Habana y quien participó de la fase exploratoria con las FARC en Cuba (las conversaciones secretas entre febrero y agosto de 2012 en las que se pusieron de acuerdo en una agenda de negociación), y Antonio García, el jefe militar del ELN, miembro de su Comando Central y con una reputación de tener posiciones bastante radicales.

Las iniciales de ambos jefes de delegación, “F.P.” y una “A” rodeada de una “G” están al pie del comunicado. Según esas personas, hubo una reunión de 21 días en Ecuador y otra de 20 días en Brasil, en las que, además de Pearl y García, participaron, por el gobierno, Jaime Avendaño y el general Eduardo Herrera, actual rector de la Universidad Militar, y, por el ELN, otros cuatro miembros de su dirección nacional.

En el comunicado se dice que ya hay acuerdo para que la agenda incluya dos puntos, el de víctimas –sin el cual en el mundo de hoy sería inconcebible una negociación de este tipo– y el de participación de la sociedad civil, en el que los elenos han sido insistentes. En principio, además, se incluirían un punto de ‘fin del conflicto’ (condiciones para una eventual dejación de armas, desmovilización, reintegración) y otro de implementación de los acuerdos.

En paralelo, Piedad Córdoba y León Valencia hicieron una fugaz rueda de prensa en la que contaron sobre estas conversaciones, a grandes rasgos, lo mismo que dice el comunicado.

Todo esto sigue un formato similar al que se tiene con las FARC. Pero, a diferencia de la fase exploratoria con ellas, en el caso del ELN, a partir de ahora estas conversaciones exploratorias dejan de ser secretas y sobre ellas las partes “darán a conocer periódicamente” avances y resultados, según reza el comunicado.

El anuncio tiene trascendencia pero será objeto de una inevitable lectura electoral. Que se venga conversando con el ELN es importante, pues cerrar el conflicto con las FARC y no hacerlo con la otra guerrilla sería un ‘fin de conflicto’ incompleto. Pero hacer el anuncio ahora, a cuatro días de las elecciones, será seguramente criticado como un intento de utilizar electoralmente este otro ‘proceso de paz’.

En particular, porque el anuncio no es que el gobierno y el ELN empezarán negociaciones como las que arrancaron con las FARC en Oslo, en octubre de 2012. Ni tampoco es el anuncio de que se han puesto ya de acuerdo en una agenda para la negociación, como se hizo en septiembre de ese año con las FARC. No. Se trata apenas de la confirmación de que el ELN y el gobierno vienen conversando desde enero y que han llegado solo a acuerdos parciales en torno a la agenda común.

La pregunta obvia es, entonces: ¿por qué se hace un anuncio parcial como este a cuatro días de la decisiva segunda vuelta de las elecciones presidenciales?

Es inevitable la respuesta de que el presidente está intentando reforzar su posición como el ‘candidato de la paz’ al mostrar, en la recta final de la campaña, que también intenta poner fin al conflicto armado con la otra guerrilla cincuentenaria.

Algunos consultados por Semana.com sugirieron que puede deberse, también, a la necesidad de hacer público este segundo proceso, con el objetivo de blindarlo, en caso de un eventual triunfo de Zuluaga. Además, es evidente que entre ambos procesos, el de las FARC y el del ELN, hay un claro desfase. El primero está muy adelantado y, una vez se acuerde el tema de víctimas, entraría en una fase casi que dejaría a los elenos casi que ante la perspectiva de simplemente sumarse a lo ya acordado. El anuncio ahora puede apuntar a jalonar el proceso más lento antes de que se vuelva tarde.

En cualquier caso, amanecerá y veremos: queda confirmado que hay otro proceso en curso de maduración con el ELN, pero la verdad es que tanto la suerte de estas conversaciones incipientes como la del proceso ya muy adelantado con las FARC se definirá el próximo domingo.

Estas fueron las declaraciones del presidente Santos acerca del anuncio de diálogos exploratorios con el ELN:


Declaración del Presidente Juan Manuel Santos sobre el inicio de diálogos exploratorios con la guerrilla del ELN 

Compatriotas:

Hemos decidido, junto con el Ejército de Liberación Nacional, dar a conocer al país la fase exploratoria de conversaciones que está en marcha desde enero de este año, luego de una serie de reuniones previas durante el 2013.

Tomé esta decisión por dos razones.

Primero, porque el proceso de La Habana entró en su fase final, luego de la declaración conjunta de principios para abordar el punto de víctimas y de la conformación de una subcomisión técnica que va a comenzar a tratar el punto del fin del conflicto, incluyendo la dejación de armas por parte de las FARC.

Esto quiere decir que vamos a comenzar a discutir los dos últimos puntos sustantivos de la Agenda, que son los que involucran más directamente a los grupos armados, porque ahora tendrán que responder por sus víctimas y tendremos que acordar cómo va a ser el proceso de dejación de armas y reincorporación a la vida civil.

Hay que tener claro que el conflicto es sólo uno y por eso el proceso para poner fin al conflicto es uno.

No puede haber dos modelos de dejación de armas, ni dos procesos de refrendación, ni dos ejercicios de esclarecimiento de la verdad.

Y segundo —y ante todo— porque es mi responsabilidad como Presidente informar al país de la existencia de este esfuerzo de paz, que responde a la visión de una paz integral que ha promovido mi Gobierno.

El Gobierno valora estos pasos que está dando el ELN.

Pero también tenemos que hacer claridad en que —hasta tanto no queden acordadas en esta fase exploratoria todas las condiciones necesarias— no daremos el siguiente paso, que es el inicio de una mesa formal de conversaciones con este grupo.

Y en todo caso no vamos a poner en riesgo los avances de La Habana.

¿Cuáles serán esas condiciones?

Eso es lo que estamos acordando en este momento.

Pero no será nada diferente de las condiciones que exigimos a las FARC antes de iniciar un proceso:

- Que es para terminar el conflicto;

- Que es con dejación de armas;

- Que es sobre unos puntos específicos que tienen que ver directamente con el fin del conflicto -que deben incluir un punto sobre cómo vamos a resarcir a las víctimas, como ya se acordó-,

- Y que es en el exterior, sin cese al fuego bilateral, sin despejar ni un milímetro del territorio nacional y sin desmilitarización de ningún tipo.

Como dije en septiembre de 2012, no están en discusión ni los fundamentos de nuestra Constitución, ni nuestro modelo económico ni tampoco nuestras Fuerzas Militares.

Este también es y seguirá siendo un proceso serio, digno, realista y eficaz.

En su debido momento —y si tenemos éxito— le comunicaremos al país los resultados de esta fase exploratoria.

Agradezco muy especialmente a los países que han acompañado esta fase: Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Noruega y Venezuela, así como a todas las personas que de buena fe han contribuido a este esfuerzo.

Quiero terminar reiterando lo que dije cuando anuncié el Acuerdo General con las FARC: la responsabilidad política por este nuevo esfuerzo de paz recae exclusivamente sobre mis hombros y sobre los hombros de nadie más.

Un proceso integral de paz que incluya tanto a las FARC como al ELN es la mejor garantía para las víctimas y para el país de que este conflicto terminó para siempre y nunca más se va a repetir.

Esta es la oportunidad.

La paz es posible. ¡Preparémonos para la paz!