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| Foto: Alcaldía de Bogotá

BOGOTÁ

Gobierno insiste en que primera línea del Metro sea entre San Victorino y la calle 170

La Alcaldía de Bogotá, por su parte, quiere que la ruta sea desde el Portal de las Américas hasta la calle 127. El jueves una comisión revisará las propuestas.

25 de octubre de 2010

Persisten las diferencias entre la Alcaldía de Bogotá y el Gobierno nacional sobre el recorrido que deberá tener la primera etapa del Metro en Bogotá.
 
Tras meses de enfrentamientos y discusiones técnicas, el Gobierno nacional insistió este lunes en su propuesta: que la ruta para la primera línea del Metro sea entre San Victorino (centro) y la Calle 170 (norte). Sin embargo, el Gobierno ha reconocido dudas sobre algunas curvas en el recorrido, como la de la Plaza de Bolívar en el centro de la ciudad.
 
Por su parte, el Gobierno distrital también defendió su idea: que la primera línea sea del Portal de las Américas (suroccidente) a la Calle 127 (norte). 
 
Las diferencias provocaron en una reunión que se llevó a cabo este lunes un tenso enfrentamiento entre el ministro de Transporte, Germán Cardona, y el alcalde Samuel Moreno, en el que incluso algunos de los asistentes llegaron a pensar que el Metro en la capital de la República no tendría futuro.
 
Al final, las partes decidieron que una comisión se reunirá el próximo jueves para estudiar las dos propuestas mencionadas, además de los estudios de ingeniería básica, que costarán 40 millones de dólares y cuya ejecución le será asignada a una de cinco empresas seleccionadas de una lista que tiene el Banco Mundial para ejecutar el estudio.
 
Lo que sí parece estar claro es el recorrido que tendrá inicialmente el Tren de Cercanías, el cual iría desde el municipio de Facatativa (Cundinamarca), al occidente de Bogotá, hasta la avenida Ciudad de Cali.
 
Las diferencias
 
Definir el trazado de la primera línea del Metro de Bogotá no ha sido una tarea fácil. Desde el Gobierno nacional anterior, el del presidente Álvaro Uribe, han circulado toda clase de versiones sobre la ruta.
 
Se habló de que iría por la séptima; que iría por las carreras 11 y 13; y hubo debate sobre si llevarla hasta la calle 170 o solo hasta la 127.
 
Incluso, según dijo el entonces director de Planeación Nacional, Esteban Piedrahita, al Goberno nacional no lo convencieron los estudios del sistema, elaborados por el consorcio español Sener-Transporte Metropolitano de Barcelona y que costaron cerca de 19.600 millones de pesos.
 
A todo esto se sumaron los reparos que especialistas de la Universidad de los Andes y la Universidad Nacional le hicieron al estudio que contrató la Alcaldía de Bogotá. Las observaciones fueron rechazadas por Moreno, quien descalificó públicamente el trabajo de las dos mejores universidades del país.
 
"Una universidad no me va a decir cuál es el trazado de una línea del metro en Bogotá. Actuamos con seriedad y responsabilidad y ese es un informe muy serio de unos consultores que son los mejores que hay en el mundo. El Distrito ha hecho un pronunciamiento que es respaldar y ratificar el estudio que contratamos", dijo entonces Samuel Moreno.
 
A la discusión técnica se suma el debate sobre si Bogotá necesita o no un Metro. Aunque no todos están de acuerdo, entre la mayoría de personas involucradas en la discusión parece haber consenso sobre la necesidad de la megaobra. La saturación de Transmilenio en algunas rutas y los problemas de movilidad en la capital respaldan la idea.
 
Sin embargo, hay mucho por definir. Solucionar las dudas técnicas; decidir si se necesitan estudios adicionales; y si estos deben ser parciales o sobre todo el proyecto. Lo cierto es que el inicio de la obra parece que tardará un poco.