Golpe a las finanzas narcotraficantes de Iván Márquez, quien quiere subirse al bus de la ‘paz total’, pero sigue delinquiendo

En medio de los serios cuestionamientos que han surgido por el freno en las operaciones militares por parte de la fuerza pública que ordenó el presidente Gustavo Pero para avanzar en su política de paz total, las Fuerzas Militares ubicaron un gigantesco laboratorio para el procesamiento de cocaína en Tumaco, Nariño.

De acuerdo con lo que informó la institución militar, este laboratorio pertenecería a la estructura Iván Ríos, que hace parte de las disidencias Segunda Marquetalia, que lidera el desertor y exjefe negociador del acuerdo de paz de la Habana, Cuba, Iván Márquez.

En este caso, indicaron las Fuerzas Militares, que “el hecho se produjo en la vereda El Progreso, zona rural de Tumaco, Nariño. En este lugar hallaron el complejo ilícito, perteneciente al GAO-r estructura “Iván Ríos”, y ubicaron, once canecas de varias medidas con gasolina procesada y un destilador tipo canal, 200 kg de hoja de coca picada, 120 galones de pasta de base de coca en proceso, 30 kg de cal y cemento, estructura e insumos avaluados por un valor aproximado de 300 millones de pesos, causando una afectación a las finanzas ilícitas de este grupo criminal”.

Añadió la autoridad que, “tras la verificación del material y la estructura, los soldados de la Fuerza de Despliegue Rápido No.2, procedieron a la destrucción de forma controlada para evitar daños al medio ambiente, dado que muchos de los insumos sólidos y líquidos pueden resultar inflamables”.

Sobre el destino de lo que en el laboratorio se procesaba, indicaron las Fuerzas Militares, que “este grupo armado organizado, utilizaba la producción y venta de pasta base de coca para la consecución de armamento y explosivos que eran utilizados para realizar acciones terroristas contra la población civil, la infraestructura crítica del Estado y la Fuerza Pública”.

Iván Márquez

Es de recordar que Iván Márquez traicionó el proceso de paz del gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y retomó las armas junto a otros cabecillas de las extintas Farc. Entre ellos los fallecidos Jesús Santrich, El Paisa y Romaña.

Sin embargo, con la llegada el gobierno del presidente Gustavo Petro, se anunció que se le daría una nueva oportunidad a Márquez y a sus hombres y la muestra de ello fueron los decretos de cese al fuego que firmó el jefe de Estado.

Los decretos establecen el cese de operaciones por parte de la fuerza pública. “Cada Comandante en todos los niveles deberá impartir órdenes en cuanto a suspender acciones ofensivas y evitar incidentes armados entre las Fuerzas Militares y los grupos previamente descritos (Estado Mayor Central FARC-EP, Coordinadora Guerrillera del Pacífico FARC-EP- Segunda Marquetalia, Autodefensas Gaitanistas de Colombia – (AGC) y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada-(ACSN) y verificar que las órdenes lleguen a todos los niveles de las cadenas de mando”, indica un instructivo de las Fuerzas Militares.

El documento añade que, “en cumplimiento de la misión constitucional, se debe continuar con el desarrollo de operaciones militares de control territorial, fluvial, marítimo y del espacio aéreo. Se debe continuar con las operaciones militares, terrestres, fluviales, marítimas y aéreas contra el narcotráfico, la minería ilegal, la extracción ilegal de recursos naturales, el secuestro, la extorsión, reclutamiento de menores, contrabando, tráfico y porte ilegal de armas y demás conductas punibles contempladas en el código penal colombiano”.

Así mismo, indica que, “Cada comandante, debe llevar un registro diario (desde el 01 de enero de 2023) de las actuaciones de los Grupos previamente referenciados ubicados en su área de responsabilidad, con el fin de anticipar situaciones que puedan poner en riesgo a la población civil, afectar a las propias tropas, el cumplimiento de la misión constitucional y el desarrollo del proceso de paz”.