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| Foto: Policía fiscal y aduanera

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La batalla contra el contrabando chino

El asedio de las autoridades está inclinando la balanza. Más de 12 mil millones en mercancía decomisada y cerca de 20 ciudadanos chinos con procesos judiciales han terminado con una decena de almacenes asiáticos cerrados.

21 de agosto de 2017

Desde hace casi una década los comerciantes del país, y en especial los de Bogotá, empezaron a notar la llegada masiva de ciudadanos chinos a instalar decenas de negocios. Sectores populares como San Victorino, El Restrepo entre otros rápidamente se vieron afectados por el ingreso de los comerciante asiáticos.

Para los colombianos era prácticamente imposible competir con los precios que ofrecían los chinos. Si bien hay comerciantes que cumplían con las normas en muchos casos era común que esos precios extremadamente bajos fueran producto del contrabando.

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Las técnicas con las que ingresaban la mercancía era variada. Los contrabandistas empleaban la técnica de “60/40” para esconder los bienes ilegales dentro de unas cajas de mercancía plenamente amparadas. Es una especialidad que consiste en comprimir lo más posible unos textiles clandestinos para embutirlos en pacas legales y así llegar a introducir al país cerca de tres veces la cantidad de ropa indicada en el acta de importación. Otras de las modalidades era la de “la tapa” en la que se llenan cajas de mercancía ilegal destinadas a revenderse en Colombia y que cubren con dos o tres capas de productos lícitos para evadir los controles de Policía.

Estas técnicas entre muchas otras generaron protestas y no pocas quiebras. Sin embargo, durante el primer semestre de este año la Policía Fiscal y Aduanera -Polfa- junto con la DIAN, empezaron una cambiar y a ser más agresivos en la estrategia. Optaron por efectuar controles casi permanentes para revisar la mercancía y la legalidad.

En los últimos seis meses tan sólo en Bogotá se realizaron 68 visitas y operaciones a establecimientos chinos en la capital, casi dos semanales. El resultado fue impactante. Logrando la aprehensión de mercancía por valor comercial de 12.853 millones, representados en 310.476 unidades de confecciones, 292.116 unidades de otras mercancías, 119.960 unidades de medicamentos, 28.687 unidades de juguetería, 670 unidades de bisutería, 600 pares de calzadon e igual número de elementos para oficina, entre otros.

12 personas fueron capturadas en flagrancia, por los delitos de usurpación de derechos de propiedad industrial y derechos obtentores de variedades vegetales. A otros 17 se les abrió proceso por el delito de contrabando. Entre estos últimos hay 15 ciudadanos chinos.

Esas acciones van acompañadas de operaciones de gran envergadura, junto con la fiscalía. Tan fue el caso de una banda conformada por 19 personas que fueron arrestadas hace dos meses por los delitos de contrabando, lavado de activos, concierto para delinquir agravado, enriquecimiento ilícito, favorecimiento al contrabando y cohecho propio. Tan sólo esa organización delincuencial generó la defraudación al fisco nacional por un valor aproximado a los 380 mil millones entre 2011 y 2016.

Esa estrategia de “asedio” parece estar dando resultados. Como consecuencia de las inspecciones y arrestos en las últimas semanas 10 establecimientos chinos que funcionaban en diferentes lugares de la capital cerraron sus puertas. Es una batalla ganada en la compleja lucha contra el contrabando.