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Gran ofensiva

La exitosa estrategia militar que se está desarrollando en Sumapaz se aplicará también en otras regiones del país

23 de octubre de 2000

El viernes pasado, en horas de la tarde, el presidente Andrés Pastrana se veía como un alumno aplicado. Sentado en una de las 140 sillas de clase de un salón de la base de Tolemaida, rodeado por militares del Ejército de alto rango, uniformados todos con camuflado, escuchó con atención el reporte del general Euclides Sánchez, comandante de la V División, sobre las operaciones realizadas este mes en la zona de Sumapaz. Sobre un mapa vertical de la región, marcado con la etiqueta de ‘secreto’, el general Sánchez relató paso a paso la manera como sus tropas, en desarrollo de la Operación Aniquilador II, se infiltraron en un área dominada por las Farc. Luego mostró un video con imágenes de los resultados de los combates. En un momento dado, mientras el Presidente miraba la pantalla del televisor, el general Fernando Tapias se le acercó y le dijo al oído: “Esto retrasa varios años el plan estratégico de las Farc para el Sumapaz”.



Guerra en Sumapaz

La región de Sumapaz es un punto estratégico para la guerra. Desde allí, en territorios que pueden alcanzar hasta 3.800 metros sobre el nivel del mar, las Farc se descolgaban sin problemas para atacar municipios en los departamentos de Meta, Tolima, Huila y Cundinamarca. Este hecho, y la posibilidad de moverse con rapidez a través de varios corredores estratégicos, los llevó a concentrar ahí una fuerza de asalto de por lo menos 900 combatientes, comandados por los alias ‘Marco Aurelio Buendía’, ‘Romaña’, ‘Flaminio’, ‘El Zarco’ y ‘Dumar’, entre otros. Era su vanguardia para intentar su anhelado sueño de desestabilizar y acercarse a las goteras de Bogotá. Además las características topográficas y climáticas los favorecían, la constante nubosidad dificulta el apoyo aéreo y las bajas temperaturas pueden detener hasta a las tropas más curtidas. Así ocurrió hace dos meses en un combate con el Ejército. Después de tres días de enfrentamientos 80 soldados salieron rumbo al Hospital Militar para ser atendidos de emergencia por problemas de hipotermia.

En los últimos dos años la V División ha realizado seis operaciones ofensivas en esta zona. Aniquilador II tuvo más éxito que las anteriores porque se llevó a cabo de manera diferente desde el punto de vista táctico y fue coordinada con la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía de Bogotá. A comienzos de este mes la Brigada Móvil Uno y dos batallones de la Brigada XIII comenzaron lo que el general Sánchez denomina “una operación de ocupación militar, con dos ejes de avance, en dos fases”. El primer eje fue la Móvil Uno que, en un riesgo calculado y en una acción sorpresiva, ingresó motorizada y acompañada de blindados hasta el sitio conocido como Peñas Blancas. El segundo, los otros dos batallones, que entraron por el camino habitual por el páramo, por donde tienen que patrullar con temperaturas diurnas de dos grados y nocturnas de menos siete grados centígrados, hasta 10 días antes de hacer contacto con la guerrilla.



Contactos y resultados

Durante varios días hubo fuertes combates, en especial en los alrededores de la laguna La Hermosura, en los que también participaron aviones de la Fuerza Aérea y helicópteros de la aviación del Ejército. Ante la arremetida militar los guerrilleros se replegaron a las cuchillas La Alegría y El Infierno. Los secuestrados que tienen en su poder fueron llevados más al sur.

El balance provisional luego de los combates es positivo. Además de los 18 guerrilleros muertos que han encontrado, de los dos que han capturado y del que se les entregó, los militares recuperaron 38 fusiles, 20 toneladas de víveres y desmantelaron 21 campamentos, algunos de los cuales contaban hasta con agua caliente. Pero más allá de las estadísticas, la ofensiva lanzada la semana pasada tiene como fin el de cortar la comunicación de los diferentes frentes de las Farc con la zona de distensión. El Sumapaz es el paso obligado para moverse a lo largo y ancho del país. Además es la puerta de entrada a la capital.

La estrategia militar desarrollada en esa zona no es un plan al azar. Desde hace dos años el comandante de la XIII Brigada, general Arcesio Barrero, ha tenido la misión de copar el Sumapaz y evitar la toma de poblaciones. Para lograrlo cuenta con 3.000 hombres distribuidos en tres batallones. Si se logra romper el espinazo de esa intercomunicación terrestre de las Farc se habrá dado un paso importante en la lucha contra ese grupo subversivo. Esta operación está en etapa de experimentación y de su éxito dependerá en buena parte si se aplica en otras regiones del país con el fin de evitar emboscadas, voladuras y tomas de cuarteles y poblaciones. Hasta ahora la estrategia ha funcionado y el gran reto es lograr sacar a las Farc del corazón del Sumapaz.