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GUERRA DE POSICIONES

Los sucesos de la semana pasada, en los que murieron 19 soldados, demuestran que la guerra <BR>en el Urabá antioqueño está lejos de terminar.

17 de mayo de 1999

El cañón de La Llorona, localizado en el Urabá antioqueño, se ha convertido en uno de los
teatros de guerra más cruentos del país en las últimas semanas. El primero en golpear a su enemigo en la
zona fue el Ejército, el que en la primera semana de abril y después de un intenso operativo militar logró sitiar a
cerca de 200 guerrilleros de las Farc. Luego de los enfrentamientos el número de subversivos muertos no
pudo ser establecido. No obstante, según fuentes militares, las víctimas se habrían acercado al
centenar.La semana pasada fueron las Farc las que tomaron la iniciativa. Un frente guerrillero que opera
entre los municipios de Mutatá y Dabeiba dinamitó un puente en momentos en que transitaban dos camiones
con 43 soldados. Durante la acción terrorista murieron 19 uniformados, entre ellos el jefe del convoy militar,
mayor Henry Gómez Navas, comandante del batallón de contraguerrillas Cacique Lutaima, y el teniente Fabián
Chica Mosquera, quien también cumplía funciones operativas. Las víctimas fueron los ocupantes del primer
vehículo que intentó cruzar el puente sobre el río Tasidó, que comunica a Dabeiba con Mutatá. Los
integrantes del segundo camión pudieron sobrevivir luego de permanecer varios días internados en las selvas
del Urabá antioqueño.De acuerdo con informaciones oficiales, luego de la reacción de las Fuerzas Militares
murieron 19 subversivos. De la misma manera, las tropas lograron recuperar una parte del armamento
que había sido tomado por los guerrilleros durante la acción. La rápida reacción de las tropas habría
obligado a los subversivos a replegar sus unidades al interior del cañón de La Llorona.Al parecer el ataque de
las Farc fue la respuesta de esa organización a varios operativos realizados por el mayor Gómez contra los
frentes que operan en el Urabá antioqueño. Hacía 15 días, según fuentes militares, que el alto oficial había
conseguido tomar el control de la carretera entre Dabeiba y Mutatá, luego de que los guerrilleros instalaran un
retén con el fin de secuestrar a personal civil y apoderarse de varios camiones para tratar de desabastecer a la
región. "El mayor Gómez propinó duros golpes a las Farc y por eso estaba en la mira de ese grupo
guerrillero", dijo a SEMANA un oficial del Ejército que opera en la región. Todo hace pensar que el oficial no
tomó algunas precauciones que habrían podido evitar el ataque. De cualquier manera los hechos de la
semana pasada sirvieron para demostrar que la guerra en el Urabá antioqueño está lejos de ceder en su
intensidad. Todo hace pensar que las Farc están dispuestas a luchar hasta el último instante por no dejar de
hacer presencia en una zona a la que antes dominaba a su antojo.