Home

Nación

Artículo

PRIMERA VUELTA

¿Puede Gustavo Petro derrotar al candidato de Uribe?

Con casi cinco millones de votos, el líder de la Colombia Humana logró llevar la plaza pública a las urnas. Su estrategia ahora es lograr la unidad de todo los críticos del ex presidente.

27 de mayo de 2018

Nunca antes en la historia política de Colombia un candidato de izquierda había obtenido tantos votos como Gustavo Petro el domingo. El último palo histórico de la izquierda había sido el de Carlos Gaviria, quien en 2006 contra Álvaro Uribe tuvo 2.613.157 votos equivalentes al 22,02 por ciento de la votación.

En Video: Así fue el día en que Gustavo Petro pasó a la segunda vuelta

En esta oportunidad Petro estuvo a punto de duplicar esa cifra. Y a diferencia de Gaviria, hizo una campaña de izquierda sin contar con el apoyo formal del Polo Democrático, en el cual desarrolló parte importante de su carrera política, pero que en esta oportunidad respaldó a Sergio Fajardo. Con el apoyo de ciudadanos indignados, organizaciones sindicales y activistas de causas sociales logró el 2,09 por ciento de la votación.

Foto: Esteban Vega/SEMANA

Puede leer: Entre lágrimas y abrazos: el día en que Sergio Fajardo arañó la victoria

El éxito de la campaña de Petro se debió a algunos factores del contexto y a otros de carácter popular y estratégico. En cuanto a los primeros, el ajedrez político de la contienda permitió que este candidato monopolizara el espacio político de la izquierda, en el que según cifras del Observatorio para la Democracia de la Universidad de los Andes hoy se ubica el 21 por ciento de los colombianos (el 56 por ciento dice ser de centro). Y en ese ajedrez hubo dos movimientos clave: la decisión del senador Jorge Enrique Robledo de apoyar a Sergio Fajardo, y la de Clara López de acompañar como la fórmula vicepresidencial a Humberto de la Calle.

En la práctica, según la encuesta de Invamer de mayo para SEMANA, Blu Radio y Caracol Televisión, el 48 por ciento de los militantes del Polo votó por Petro. Otra habría sido la situación si Jorge Robledo, quien es presidente del partido y el senador con mayor votación de esa bancada, hubiera continuado de candidato. En cuanto a Clara López, ella aglutinó a las fuerzas de izquierda en la campaña presidencial de 2014 y en la contienda por la Alcaldía de Bogotá en 2015. Con ella estuvieron la UP, Mais, el Polo y los principales sindicatos. De hecho, estas fuerzas la apoyaron cuando decidió ser candidata y hacer listas conjuntas al Congreso con Petro. Sin embargo, se quedaron con el exalcalde cuando ella decidió desplazarse al terreno liberal.

Escuche el discurso de celebración de Gustavo Petro: Listen to "En el Down Town Majestic, en el centro de Bogotá, Petro recibe los resultados con la euforia de miles de sus seguidores." on Spreaker.

En términos estratégicos la campaña de Petro resultó un éxito. Sus asesores Alberto Cienfuegos y Ángel Beccassino pusieron a prueba cada una de las frases del discurso del candidato y, a pesar del pánico que despertó en el establecimiento, emocionó a los sectores populares y movió cuidadosamente su ajedrez político. Como le dijo el candidato a SEMANA, en términos ideológicos la campaña jugó a recoger el voto joven a partir de unas propuestas de largo plazo en las que las causas ciudadanas como el ambientalismo, el animalismo y la defensa de los derechos LGBTI encontraron eco. Pero además apostó a recoger el sentimiento liberal en un país en el que el trapo rojo ha tenido un peso histórico muy importante. Petro convirtió a Gaitán, Galán, López Pumarejo en sus referentes en sus intervenciones en la plaza pública. El simbolismo liberal llegó a su máxima expresión con un evento en el Salón Rojo del Hotel Tequendama, lugar habitual de convocatoria de los candidatos de las toldas rojas.

Le recomendamos: ¿Por qué ganó Gustavo Petro?

A diferencia de la Ola Verde de 2016, cuyo impacto en la votación fue menor del esperado, el petrismo se expresó con contundencia en las urnas. Más que esperanzas, sus 4.850.000 electores expresaron su indignación con el establecimiento, emocionados de apoyar a un candidato lejano a la clase política tradicional. Como él lo dice, “ajeno a las oligarquías”. También hubo quienes escogieron la Colombia Humana no por identidades de clase, sino porque vieron en Petro un candidato que habló duro contra el clientelismo y que siempre que pudo recordó que él denunció el cartel de la contratación de Bogotá y la parapolítica, a nivel nacional. Es decir, apeló a sus valientes debates como congresista, pero poco habló de su lamentable paso por la Alcaldía de Bogotá. Exaltó su incuestionable capacidad dialéctica como orador y crítico del statu quo, y escondió su incompetencia como gobernante local y mal ejecutor. Petro también capitalizó abiertamente su antiuribismo, un sentimiento vigente en amplios sectores de la población, cosa que no hicieron ni Fajardo ni De la Calle, los otros dos aspirantes ubicados en la centroizquierda. Se convirtió en el antiuribe.

Foto: Esteban Vega/SEMANA

También ayudó a Petro su participación en una consulta interpartidista con Carlos Caicedo. De la Calle y Fajardo decidieron no aceptar las invitaciones del exalcalde a construir una interpartidista y construir un frente común propaz, considerando que podrían contaminarse de la imagen ‘castrochavista’ que lo ha venido acompañando. Pero Petro no desistió de hacer una consulta y en esa medición con el exalcalde de Santa Marta logró cerca de 2,5 millones de votos, que lo consolidaron como la segunda fuerza más importante después de Duque en esa elección.

Por otro lado, Petro logró sintonizarse con los sentimientos populares. Explorando su origen caribe, llenó las plazas de Montería y Barranquilla. Y recordando su gestión en Bogotá, recordó que bajó la tarifa de TransMilenio o reconoció 6 metros cúbicos de agua como mínimo vital, una de cuyas decisiones tiene en cuidados intensivos al sistema integrado de transporte de Bogotá. Por eso, tuvo una altísima votación en la capital, en donde logró 1.098.478 votos, solo superado por Sergio Fajardo.

 

Su trabajo político en la costa atlántica también le dio resultados. Allí se peleó la plaza pública con Vargas Lleras. Sin embargo, al momento de la elección, se convirtió en una aplanadora frente al candidato de Cambio Radical. Le ganó en Córdoba, Sucre, La Guajira y sobre todo Atlántico, en donde la casa política de los Char es la más influyente y estaba jugada por Vargas.

Le puede interesar: ¿Por qué ganó Iván Duque?

Al candidato no le fue bien en estratos medios y altos. Estos le tienen miedo a su señalada cercanía con el régimen venezolano –del que tomó mucha distancia en los últimos años–y como él reconoce, a perder parte de lo que han conseguido. Esa versión de Petro como castrochavista, exacerbada por la derecha, tomó aún más fuerza en declaraciones desafortunadas como la que dio en el Valle, donde advirtió que de ser presidente ofrecería dinero a los propietarios de los ingenios para desarrollar otro tipo de productos, o que desde la Registraduría podría estarse fraguando un fraude en su contra. Según el Centro Nacional de Consultoría, el miedo a Petro en el estrato 6 llega al 58 por ciento, mientras que en los estratos 1 y 2 esta cifra baja al 38 por ciento. “A medida que yo crezco, crece Duque”, dijo el exalcalde hace mes y medio a SEMANA al reconocer una paradoja de su propia campaña.


Foto: Esteban Vega/SEMANA

Pero en términos de comunicación, la campaña de Petro no se concentró en defenderse de estas acusaciones y privilegió la agenda propia. Se concentró en congregar y difundir las impresionantes manifestaciones en las que enarbola la voz popular, pide acabar con el modelo del petróleo –pero no dice cómo reemplazará ese dinero– , y se ha encargado de convertirse en el primer defensor del medioambiente.

Le sugerimos: Gustavo Petro ganó en Rusia y otras curiosidades de la primera vuelta presidencial

En las tres semanas que se avecinan, seguramente Petro hará gala de su capacidad de convocatoria en la plaza pública para tratar de enfrentar la campaña de Duque, hoy principal fuerza política del país. Quienes rodean al exalcalde aseguran que está listo para conversar con otros sectores, como parte de los verdes, del Partido Liberal y de La U, que le permitan fortalecer la estructura de izquierda con la que ya cuenta. Así lo dejó ver en su discurso del domingo, en el que llamó a la unidad de los sectores progresistas que, en plata blanca, entiende como antiuribistas.

Además de conversaciones con sectores liberales, Petro ya ha avanzado en diálogos con algunas bases de La U y de los verdes. Para concretar sus apoyos cuenta con el apoyo de los indignados, el 25,09 de los votos, y a Iván Duque como contendor. No obstante, su principal rival, por encima de Duque, es el miedo que él mismo despierta en varios sectores del país.