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| Foto: Twitter: @petrogustavo

POLÍTICA

¿Qué puede resultar del encuentro entre Robledo y Petro?

La fotografía que muestra a Petro y a Robledo juntos, después de un largo tiempo de diferencias, podría ser el inicio de una sólida oposición contra el Gobierno Duque. Los senadores también pusieron sobre la mesa la posibilidad de unir fuerzas para apostarle a las elecciones regionales de 2019.

13 de agosto de 2018

Hace apenas unos meses la foto del abrazo entre Gustavo Petro y Jorge Robledo era imposible. Hoy es realidad. La oposición al Gobierno Duque logró lo que ni siquiera las elecciones presidenciales pudieron. El pasado domingo los dos senadores se reunieron en la casa de Petro en horas de la tarde. Lograrla requirió logística y mucho poder de convencimiento.

Desde hace meses se estaba contemplando la idea. El del pasado domingo fue el segundo intento. Hace 15 días los dos senadores se citaron, pero Petro no pudo llegar. Se tuvo que volver a agendar otro día. Zanjar la distancia entre Petro y Robledo no era tarea fácil, requirió ayuda. El concejal petrista Hollman Morris, el representante Alirio Uribe, el senador Iván Cepeda y el presidente del Polo, Álvaro Argote, la apalancaron.

El 20 de julio Petro y Robledo se encontraron en el Capitolio, se saludaron y –según Morris- dijeron que tenían que reunirse. En ese momento los dos se alzaban como líderes de la oposición y se disputaban el título. Robledo días antes había dicho que no reconocería a Petro como líder de la oposición.

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Petro, por su parte, dijo en entrevista con SEMANA que no se consideraba el líder de la oposición, porque el “liderazgo no se genera por norma ni por ley sino por la ciudadanía. Yo soy un líder en Colombia, 8 millones de personas no votan porque sí”.

Si la unión de Petro y Robledo se robustece se terminaría de unir el Polo –después del quiebre que hubo en elecciones por el apoyo a Petro-, y la oposición tendría una fuerza mucho mayor en el Congreso. Después de ocho años Petro y Robledo volverían a hacerle contrapeso al proyecto uribista, esta vez en cabeza de Duque, y con el Centro Democrático moviendo los hilos en el Capitolio.

“Lo interesante es que al estar unidos se manda un mensaje de esperanza a las fuerzas alternativas del país. Yo creo que se ha aprendido la lección de que si hubiéramos estado unidos desde un comienzo seguramente Gustavo Petro hubiera sido presidente de la república”, dijo Morris a esta revista.

Lo que las fuerzas alternativas quieren es grande: arrasar en las elecciones de gobernadores, alcaldes y concejales. Por ejemplo, para el caso de Bogotá quieren conquistar la Alcaldía. “Está la posibilidad de ir conjuntamente con un candidato único que una verdes, Polo, Colombia Humana y diversos sectores, de manera que nosotros podamos garantizar la posibilidad de que el próximo alcalde represente a estos diversos sectores y le dé legitimidad a la alcaldía”, aseguró la representante María José Pizarro, quien recuerda que Petro estuvo muy cerca de ganar en segunda vuelta y que esto es una señal para dar el siguiente paso.

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El quid del asunto es que la Coalición Colombia –verdes, Polo y Compromiso Ciudadano- también le están apostando a ganar las elecciones regionales, y a este grupo no ha logrado entrar Petro. Habría que ver si ahora se llega un acuerdo para hacer una “gran coalición”, como la llama Pizarro.

Petro lo tiene claro, su paso por el Senado será la forma en la que preparará el terreno para llegar al poder. En sus planes no estaba regresar al Congreso, sino gobernar. “Lo que nos corresponde a nosotros es mostrar la salida no el problema. Tenemos que alistarnos para gobernar”, aseguró el excandidato de la Colombia Humana.

En cuatro años el panorama puede cambiar. Pero al sol de hoy lo que se tiene es una oposición que se consolida cada vez más. En su primera reunión Petro y Robledo no definieron todo, pero hay cosas claras: existe la necesidad de trabajar por una unidad, están pensando cómo afrontar la oposición al Gobierno Duque, y quieren elaborar objetivos comunes.

“Construir lo nuevo. Oponernos a los que ya hiede de corrupción y de atraso. Los caminos hay que recorrerlos juntos”, escribió Petro en su Twitter después de salir de la reunión. Robledo también escribió: “Coincidimos en las muchas razones que tenemos para oponernos al gobierno de Iván Duque, en defensa del verdadero progreso del país. También analizamos las elecciones del 2019”.

Esto es un gran avance. Desde hace ocho años las relaciones de “confianza” se rompieron entre los dos líderes de izquierda, quienes solían librar batallas juntos. Ambos fueron rostros de la oposición a Uribe en sus ocho años de gobierno. Durante ese periodo, a Gustavo Petro se le recuerda por sus debates para destapar la parapolítica, y a Jorge Robledo, entre otras causas, por batirse contra el TLC con Estados Unidos.

También fueron los protagonistas del momento de mayor brillo del Polo Democrático, cuando el partido amarillo quedó, con Carlos Gaviria como candidato, de segundo en las presidenciales del 2006, y parecía que cargaban las banderas de una izquierda unida. El fallecido exmagistrado se enfrentó como un quijote a la reelección de Álvaro Uribe y, aunque fue derrotado, sacó la mayor cantidad de votos en la historia de la izquierda, un récord que precisamente le quitó Petro el pasado 17 de junio, con casi 8 millones de apoyos.

Petro y Robledo también compartieron tarima en 2010, cuando iban por todo el país en campaña para que el primero llegara a la Casa de Nariño. Logró conquistar la candidatura luego de que en consulta venció a Carlos Gaviria, respaldado por Robledo.

Petro arañó un cuarto lugar en la primera vuelta, mientras que Robledo se convirtió en el mayor elector en la historia del Polo en el Senado, con 163.000 votos. Aquel mes de mayo, cuando juntos se enfrentaban al continuismo representado por Juan Manuel Santos fue la última vez que Robledo anunció su voto por Petro.

No lo hizo cuando Petro ganó la alcaldía de Bogotá, en 2011, pues ya no pertenecían al mismo partido. Tampoco lo hizo durante las elecciones presidenciales recientes en las que su rival compartido, el uribismo, regresó al poder. Entre el candidato del Centro Democrático, Iván Duque, y Gustavo Petro, Robledo prefierió votar en blanco.

Las razones de Robledo

Cuando Robledo argumentó su decisión de votar en blanco en la segunda vuelta, después de haber apoyado a Sergio Fajardo en la primera, recordó el momento en el que todo cambió. "Cuando se rompió por completo la confianza”, dijo el senador. “En las elecciones de 2010 el Polo hizo consulta, yo estuve con Gaviria, pero una vez ganó Petro la consulta yo le di tres vueltas a Colombia respaldándolo y el Polo todo respaldó la candidatura de Petro. El resultado fue más bien mediocre. Sin embargo, lo saludamos y no maltratamos esa relación”, confesó en los micrófonos de Blu Radio.

Efectivamente, para 2010, las fisuras dentro del Polo se notaban. Justamente, Petro y Carlos Gaviria se habían distanciado a pesar de que juntos en 2005 se unieron para crear el partido que pretendía aglutinar bajo un mismo color a las distintas tendencias de la izquierda. Gaviria contaba con el respaldo de los sectores más de izquierda (el Partido Comunista, la Anapo, el Moir de Jorge Robledo, y los sindicatos). Petro lideraba una línea progresista dispuesta a hacer alianzas con sectores de centro.

En septiembre de 2009, Petro le ganó a Gaviria por un estrecho margen de algo más de 20.000 votos (220.912 votos, el 49,6 por ciento por Petro, frente a 201.115 votos, el 45,2 por ciento que respaldó a Gaviria).

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Robledo se puso la camiseta de Petro y se fotografió en todos los rincones del país alzando la mano del candidato. “Lamentablemente, una vez Santos gana en la segunda vuelta, el doctor Petro, sin consultar al Polo, hace un acuerdo con Santos”, dijo el senador.

La estocada a la relación tuvo lugar el 2 de agosto en una reunión del Comité Ejecutivo en la que Petro les pidió la presidencia del partido para desarrollar el acuerdo con Santos. Votaron y la propuesta de Petro fracasó.

“Lamentablemente él decidió ese día romper con el Polo y nunca más lo volvimos a ver. Se rompió por esto, no por el caso de Samuel Moreno, que es posterior”, aseguró Robledo.

El 29 de diciembre Robledo firmó un comunicado en el que explicó la salida de Petro del Polo Democrático. “Es sabido que Gustavo Petro quiso presidir al Polo para llegar a acuerdos con el gobierno de Juan Manuel Santos y que la mayoría del partido determinó mantener en la presidencia a Clara López Obregón y declararse en oposición al gobierno del continuismo uribista, decisiones que se tomaron en el ambiente más democrático y con estricto apego a los estatutos”, contó Robledo.

La versión de Petro

Justamente un día antes de que Robledo publicara el comunicado, Petro dio una entrevista a El Tiempo en la explicó sus motivos para hacer rancho aparte del Polo. "El partido no pudo refundarse”, refiriéndose al tsunami que supuso el carrusel de la contratación en Bogotá, en la alcaldía de Samuel Moreno.

“Hasta el último momento manejamos dos opciones: una era esperar que el Polo se refundara a sí mismo, ante la magnitud de la crisis, los hechos contundentes que generó la consulta popular que gané y las evidencias de corrupción en su interior. Pero eso no sucedió. La otra opción es refundar el proyecto democrático con independencia de la actual estructura del Polo”, explicó el exsenador.

Así como con la parapólitica, Petro fue quien denunció por corrupción a la administración Moreno al interior del Polo. En un foro organizado por SEMANA, dijo que en la alcaldía había un “nefasto clientelismo político”, lo que levantó ampolla. Ese mismo día Petro advirtió que si el partido no se sintonizaba con sus ideas, él se haría a un lado de la dirigencia.

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Después, cuando aparecieron más cuestionamientos sobre los hermanos Moreno, Petro no estuvo de acuerdo en que la Comisión de Ética del Polo no los suspendiera mientras eran investigados, y que tomaran esa decisión sin haber visto el informe sobre el carrusel de la contratación.

“Ahí se demostró que las instancias clave del Polo no fueron capaces de enfrentar el poder de la familia Moreno Rojas dentro del partido. Ese poder fue creciendo, siempre a través de métodos que tenían que ver con el uso del poder público. Eso estableció una ruptura con los principios fundantes del Polo de cero corrupción y la defensa de la Constitución del 91. El Polo ya no es el proyecto que fundamos”, dijo Petro en la entrevista a El Tiempo, y horas después renunció al Polo.

Por eso, para Petro, la razón de su salida del Polo tuvo mucho que ver con los hermanos Moreno, y con las divisiones entre el ala radical del partido y la progresista que decía representar. Petro cuestionó el silencio de Robledo a pesar de los señalamientos de la justicia contra el alcalde Samuel y el senador Iván.

Desde entonces nada volvió a ser igual. Mientras Petro creó su movimiento Progresistas, Robledo ganaba poder en el Polo. En 2011 se enfrentaron para la alcaldía de Bogotá, Petro como candidato, Robledo apoyando a Aurelio Suárez. Mientras Petro era alcalde, y respaldó la reelección de Juan Manuel Santos, Robledo se mantuvo en oposición a Santos, le tumbó cinco leyes en la Corte Constitucional, y al embajador en Washington Carlos Urrutia. En 2014 acompañó a Clara López en la segunda vuelta, pero votó en blanco cuando Santos se enfrentó al candidato que entonces promovía Uribe, Oscar Iván Zuluaga.

En 2018 todo dio un giro de 180 grados. El acercamiento entre Petro y Robledo podría desembocar en la consolidación de una oposición como nunca antes en el país. Eso sí, habrá matices y temas en los que no estarán de acuerdo ni actuarán en bloque. Los dos lo han dejado claro. Pero temas clave como la lucha contra la corrupción, el apoyo a la consulta y el proceso de paz estarán en la agenda.