Home

Nación

Artículo

Habla el israelí

Estan Koren está acusado de haber sido el enlace para el entrenamiento de paramilitares del narcoterrorismo y posteriormennte el contratista de la cárcel de Envigado. ¿Cuál es la verdad sobre estas versiones? Entrevista.

28 de septiembre de 1992

PARECERIA IMPOSIBLE QUE UNA MISMA PERSONA PUdiera haber trabajado para Rodríguez Gacha, Pablo Escobar y el Gobierno en asuntos de seguridad. Pero esto es precisamente lo que se ha llegado a afirmar del empresario israelí Eitan Koren. La asociación de el con los narcoterroristas tiene su origen en que varios medios de información afirman que existe un documento del DAS de 1988 en el cual se hizo un dossier sobre los mercenarios israelitas que llegaron a Colombia para entrenar a los sicarios del narcotráfico. El más conocido es Yair Klein de quien se ha demostrado que fue contratado por Rodríguez Gacha para adiestrar sus tropas en el Magdalena Medio. Entre los alumnos avanzados de esa clase quedaron el "Negro" Vladimir, quien ha sido señalado como el responsable de varias masacres de campesinos, y Jaime Rueda Rocha, uno de los autores materiales del asesinato de Galán. El arma de este fue identificada como perteneciente de un lote traído por Klein.
La asociación que se ha pretendido hacer de Klein con Koren es la que la ha vuelto noticia en estos días. SEMANA ha tenido acceso a todos los documentos oficiales sobre el tema y ha entrevistado a los funcionarios que hicieron las investigaciones. En ninguna parte se vincula directamente a los dos israelíes. Existe un documento en el cual se menciona a Koren como una persona que tuvo relaciones comerciales con las autodefensas de Acdegam en el Magdalena Medio. Este lo niega y demuestra que ese documento esta adulterado para incluir su nombre puesto que el original, elaborado por el general Miguel Antonio Maza, cuando era director del DAS, no contiene ninguna referencia a Eitan Koren. La conclusión de las autoridades sobre este tema es que no hay ninguna prueba de que Koren jamás haya trabajado con Klein. Lo conocen como una persona que le ha prestado asesoría en seguridad a tres ministros de la Defensa. El asunto de los documentos adulterados está siendo estudiado este fin de semana por el Gobierno, la Procuraduría y el DAS. Subsiste siempre una gran pregunta. ¿De quién son las manos invisibles que tratan de involucrar a Eitan Koren con Yair Klein?
SEMANA: Un informe del DAS señala que usted sirvió de enlace para suministrar entrenamiento armado a grupos de autodefensas del Magdalena Medio .
EITAN KOREN: Primero quiero decirle que la imagen mía en el país es de un Rambo, con un cuchillo en la boca, con dos granadas en su bolsillo. Realmente yo soy un empresario en el campo de seguridad tanto como los demás industriales en el país sólo que soy más experto en un campo que la imaginación y la fantasía celebra su libertad. Segundo, el reporte no ha salido por ser confidencial. ¿Por qué todo el mundo sabe de este reporte y no salió a la opinión pública? Tercero, como la acusación es tan grave, ¿Por qué el DAS nunca hizo una acusación oficial contra mí? ¿Por qué hace tres años, cuando los otros mercenarios volaron del país y el único que se quedó fui yo, Eitan Koren, por qué razón no me detuvieron?
SEMANA: ¿ Eso quiere decir que usted nunca entrenó autodefensas del Magdalena Medio?
E:K.: Puede creer que no sé ni siquiera cómo es ese pueblo. Jamás en mi vida estuve en Puerto Boyacá. Ni en paseo hacía Medellín o a la Costa. Jamás pasé cerca del Magdalena Medio.
SEMANA: Se ha afirmado en medios de prensa que usted tenía una relación con Yair Klein, a quien se le comprobó que era el principal adiestrador de las autodefensas al servicio de los narcotraficantes.
E.K.: Jamás he visto cara a cara a Yair Klein. Nunca hemos hecho ninguna cosa juntos ni aqui ni en ningún lugar del mundo. No existe ninguna persona en el mundo que pueda mostrar evidencias en fotos, grabaciones, videos, cartas, documentos que prueben que yo estuve alguna vez con Yair Klein.
SEMANA: ¿Usted estaba en la misma época en Colombia cuando se iniciaron los entrenamientos de las autodefensas en el Magdalena Medio por parte de Klein?
E.K.:Yo soy residente en Colombia; vivo en Colombia. En el mismo tiempo que estuvo Klein acá en Colombia yo también estaba, pero eso no significa de manera alguna que sólo por ser israelíes tuviéramos que conocernos ni ser mercenarios. Sería tanto como decir que todos los colombianos, por el hecho de serlo, son narcotraficantes.
SEMANA:El Gobierno afirma que usted prestó servicios de entrenamiento a miembros del Ministerio de Defensa y que al mismo tiempo entrenaba autodefensas que para aquella época eran legales entre al ley.¿ Eso es verdad?
E.K.:La primera parte de la pregunta quisiera que usted tenga respuesta oficial del Ministro de Defensa. La segunda parte, que el Ministerio de Defensa me utilizó para entrenar paramilitares en el Magdalena Medio en forma legal es una gran mentira y no creo que el Gobierno colombiano le confirme esta afirmación. Le sugiero preguntar al señor general Manuel Guerrero Paz, el ministro de Defensa en ese tiempo que supuestamente estaba encargado de ese asunto.
SEMANA: ¿ Usted recibía honorarios por los servicios que le prestaba al Ministerio de Defensa?
E.K.:No
SEMANA:¿Porqué?
E.K.: Fue por pura buena voluntad de capacitar varios sectores del ministerio. Y el Ministerio le puede dar mejor información al respecto.
SEMANA: ¿ Pero no le parece un poco misterioso que el Ministerio de Defensa recibia gratis asesoría en seguridad por parte de un ciudadano extranjero que no actúa a nombre de su país?
E.K.: Hablemos las cosas como son. Yo soy un profesional mundial en asuntos de seguridad. Mis servicios son muy costosos. El Estado colombiano tiene unas limitaciones para asignaciones presupuestales de esta naturaleza. A mí me interesa tener en mí curriculum esa asesoría porque es una manera de ayudarle al país. Además me considero un ciudadano colombiano. Amo al país, vivo en el país y considero que al final voy a morir en Colombia.
SEMANA: ¿ Cómo conoció al ministro Fernando Carrillo?
E.K.:Cuando era miembro de la Constitución lo conocí sobre una petición a la fábrica mía para prestar un carro blindado disponible para la movilización de Carrillo.
SEMANA:¿ Qué tipo de trabajo desarrollo con el Ministerio de Justicia?
E.K.: Primero, estudio y luego contratación sobre la cárcel de Envigado e Itagüí, para convertirlas en cárceles de máxima seguridad. Segundo, contrato de blindaje de las ofivinas del Ministerio de Justicia.
SEMANA: Cómo fue lo del contrato de las cárceles. Se dice que fue un contrato de cuatro millones de dólares, de los cuales usted había recibido por adelantado el 80 por ciento y que allá de obras no se hizo nada.
E.K.:Mire, yo quiero ser muy preciso en eso. El contrato es de 3.800.000 dólares para las dos cárceles. De esa plata,900 mil dólares se fueron para el contrato de obras civiles. Dos millones más para equipos comprados en el exterior y los costos de su nacionalización. 300 mil dólares para equipos nacionales y obras nacionales,250 mil dólares en impuestos nacionales.
SEMANA: Pero en La Catedral no se ve nada de todo eso.
E.K.:La que se terminó es la de Itagüí. Todas las personas que la han examinado profesionalmente la consideran una de las mejores cárceles de seguridad de América Latina. Eso lo pueden verificar ustedes mismos como periodistas, pues mi opinión puede estar parcializada.
SEMANA: ¿ Y la de Envigado?
E.K.: Llevámos dos meses trabajando. Se había adelantado en la infraestrucutra de vigas, excavaciones para las garitas y en el diseño de las concertinas.
SEMANA: ¿ Y usted tuvo algo que ver con la construcción de los famosos chalets y del refugio aéreo?
E.K.: Yo estaba contratado para hacer una cárcel. No tuve nada que ver con eso ni sé quién lo hizo. Los otros trabajos adicionales que se hicieron en la cárcel estaban por cuenta del municipio de Envigado.
SEMANA: ¿ Pero no cree que hay unas cuentas pendientes y que usted debe devolver una plata?
E.K.:Todo este contrato se ha llevado a cabo llanando todos los requisitos. Ha habido interventoría permanente. Yo puedo justificar hasta el último centavo de lo que se ha gastado y desde el principio se estipuló que mi comisión iba a ser de entre el ocho y el 10 por ciento que son aproximadamente 350 mil dólares. Haga la cuenta y entenderá que todavía nos hacen falta pagos de aproximadamente de esa suma.
SEMANA: ¿ Pero no le parece que dada la categoría de los presos era primordia darle seguridad a la de Envigado, donde estaba Escobar, y no tanto a la de los Ochoa en Itagüí?
E.K.: Es que trabajar ahí no era nada facíl. Para que aprobaran a cada trabajador era necesaria una espera de tres semanas, dos por cuenta de la IV Brigada y una por cuenta del director de la cárcel, Homero Rodríguez. Y una vez autorizados se perdían tres horas en cada subida y bajada.
SEMANA: ¿Pero porqué?
E.K.: En cada reten teníamos una espera interminable mientras se revisaba y constataba la identidad de más de 100 personas con cédula, huella y todas esas cosas. Y esperaban el visto bueno que se impartia del interior de la cárcel. Tan pronto terminábamos ese trámite en un retén nos tocaba volver a hacerlo en el siguiente y en el siguiente. Había tres retenes que nos demoraban tres horas la subida. Además de eso había problemas adentro de la cárcel.
SEMANA:¿Como cuáles?
E.K.: Los roces con los guardianes eran permanentes. Inclusive hubo un día en que uno de ellos golpeó a un obrero mientras Escobar estaba en una indagatoria. Luego el propio Escobar dió disculpas por el incidente.
SEMANA: ¿Era usted consciente de lo insegura que era la cárcel de Envigado?
E.K.: Es que en Envigado no había cárcel. Lo que había era una construcción como resultado de una negociación para retener voluntariamente a Pablo Escobar. Precisamente para lo que me contrataron a mí fue para que hiciera la cárcel.
SEMANA:¿ En qué consistía la obra?
E.K.: Básicamente en poner por primera vez una malla infranqueable alrededor de toda esa construcción inicial. Ni siquiera se pretendia mejorarla. Simplemente se pretendía cercarla porque eso era un campo abierto. Entre la malla de la carcel de Escobar, que era de juguete, y la que se iba a hacer, que seria de verdad, iba a haber un campo minado por el que no podría pasar nadie. Yo creo que por la relación mutua entre Colombia y Estados Unidos los norteamericanos recibieron información sobre la manera como se iba a construir la cárcel y lo vieron como muy serio y suficientemente para retener los reclusos adentro de la cárcel.
SEMANA: ¿Usted cree que esto era parte de algunas condiciones que pedía el gobierno norteamericano para entregar algunas pruebas jurídicas en el proceso contra Escobar?
E.K.: Como no manejo asuntos políticos quisiera que usted le pregunte eso al Gobierno.
SEMANA: ¿ Cuáles eran?
E.K.: No les voy a decir.
SEMANA: ¿ Y el Gobierno sabía que eso no era una cárcel?
E.K.: El ministro Carrillo, que fue quien me contrató, era consciente de que había que pasar de una cárcel simbólica a una de verdad y de alta seguridad. Era su prioridad y su mayor preocupación. El problema fue que no se alcanzó a hacer.
SEMANA: ¿Pero si eso no era una cárcel cómo se les ocurrió entonces tratar de trasladar a Escobar como lo hicieron?
E.K.: Eso para mí es un misterio.
SEMANA: ¿Cómo lo hubiera hecho usted ?
E.K.: Hay que empezar a entender que lo que parecia la puerta de la cárcel, al frente, no era la puerta. La verdadera puerta estaba en la parte de atrás, que era campo abierto. Si se trataba de que Escobar fuera trasladado a otro sitio, la operación tenía que hacerse al amanecer y no al anochecer. Lo más importante era poner un cerco de soldados en la parte alta de atrás, de unos 250 ó 300 hombres, que tomaran posiciones a las cuatro de la mañana. Ya con esto, había que llegar con siete helicópteros artillados, hacerlos volar sobre la cárcel y conversar con Escobar a través de un megáfono explicandole que el va a salir de la cárcel en un tiempo definido y que no hay un intento de romper el acuerdo inicial con él y además hacer un acta donde se presentan otras figuras donde pueden estar senadores, Corte Suprema, y otros personajes para ganar la confianza de Escobar y buscar una solución pacífica y no militar.
SEMANA:¿ Todo esto para trasladarlo?
E.K.: Es que no era tanto para trasladarlo como para moverlo de alla, reconstruir totalmente la cárcel y devolverlo otra vez.
SEMANA: ¿Entonces para usted quienes son los culpables?
E.K.: Para mí nadie tiene la culpa. Yo creo que ni desde el Ministerio de Justicia, Ministerio de Defensa y en el Palacio supieron que los directores de la cárcel, los mayores, los oficiales que estaban al frente de los reclusos diariamente tenían miedo de enfrentar las condiciones en las que estaba viviendo Escobar.
SEMANA: Pero no todo el mundo vivía alla. A veces iban funcionarios de mayor categoría que el director de la cárcel. ¿Qué pasaba con ellos?
E.K.: Todo el que tenía contacto con la realidad de la cárcel de La Catedral, sicológicamente se ajustaba a ese esquema. Era tal vez inconsciente. Por lo tanto había una distancia de apreciación inmensa entre quienes daban las órdenes y quienes estaban encargados de ejecutarlas.
SEMANA: ¿ Entonces qué manejo podía tener esa situación?
E.K.: El Estado tiene que eliminar el miedo a los que estan en puntos sensibles de lucha contra el crimen comun, guerrilla o narcotráfico para ayudarles a que se conviertan en verdaderos sheriffs y no personas vulnerables y fáciles de sobornar. Pues eso es más o menos lo que se necesitaba. Porque fuera del general Maza, yo nunca he visto a nadie en este país que quiera hacer el papel de sheriff.
SEMANA:¿ En qué forma?
E.K.: Antes hemos tenido casos de gente que de verdad luchó por los principios morales y se quedaron sin protección apenas salieron de su posición oficial. Creo que el Estado tiene que ayudar a los funcionarios políticos de ejercer su trabajo verdadero sabiendo que el Estado siempre los va a proteger en cualquier parte del mundo.
SEMANA: ¿ Y qué cree que pueda pasar ahora con Escobar?
E.K.: No se. Es un hombre muy astuto, y su red de inteligencia es la mejor que he visto en Colombia. Yo creo que para Pablo Escobar hay dos caminos. El primero es entregarse a la justicia y creo que esto va a ser difícil porque el está acostumbrado a una libertad distinta a la que le va a ofrecer el Gobierno en caso de una entrega en el futuro. Esto quiere decir que si se entrega pedirá unas condiciones más difíciles a las que encontró la primera vez. La segunda opción lo veo tanto como en la película "Apocalipsis Now" en donde el tiene que continuar su lucha para sobrevivir, porque ya hay muchos intereses de sus enemigos, de la gente de Cali, la gente de Estados Unidos, del mismo Gobierno para capturarlo. De esas dos opciones la única alternativa para que continue vivo es buscar una isla en el fin de mundo.
SEMANA: ¿No cree que esos cinco o 10 millones de dólares de recompensa que ofrecen van a producir su captura?
E.K.: Como experto en inteligencia diría que para dar con Pablo Escobar se necesitan 20 millones de dólares y tres años.
SEMANA: ¿ Y por qué tanto tiempo?
E.K.: La inteligencia es como una telarana. Hay que tejerla lentamente,transmitir confianza, no despertar sospechas, pagar bien...
SEMANA:¿No cree que con recompensas de ese calibre van a venir mercenarios extranjeros en busca del botín, o es que ese tipo de recompensas son usuales en el mundo?
E.K.: No. La cabeza de Pablo Escobar tiene el precio más alto en el planeta. Pero aún así, no creo que venga nadie. Los mercenarios son ante todo profesionales en asuntos militares y en seguridad. Se necesita conocer la cultura del país, saber cómo infiltrarse, hablar bien el idioma,.etc., etc. Y un mono con acento no puede llegar a Envigado a preguntar por Pablo Escobar.