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ENTREVISTA

"Hay una confabulación"

El fiscal general, Luis Camilo Osorio, se destapa con SEMANA y responde a las críticas que le llovieron la semana pasada.

16 de noviembre de 2002

SEMANA: Usted está en el ojo del huracán. Una de las acusaciones que le hicieron la semana pasada, específicamente José Miguel Vivanco, es que la Fiscalía está ideologizada y que las investigaciones favorecen a paramilitares y, sobre todo, cuando han estado involucrados altos funcionarios de las Fuerzas Militares.

Luis Camilo Osorio: Eso es falso. Ahí no puede haber ideologías. La justicia no puede tener ni color político ni tendencias, la criminalidad es una sola. Yo me he quejado cuando viene la gente a decir: bueno, cómo va lo de esto, y yo le cuento cómo va la justicia. La gente no puede tener justicia a pedido. Yo he abierto contra las autodefensas 213 acusaciones, comparado con 98 del fiscal anterior. ¿Entonces qué es lo que quieren que les demos?

SEMANA: Parte de la crítica no es tanto que no se estén investigando casos concretos contra paramilitares sino que las investigaciones contra altos funcionarios de las Fuerzas Militares (activos y en retiro) se están congelando.

L.C.O.: Miren: 20 miembros del Ejército Nacional bajo el fiscal anterior. Yo llevo 25 sindicados.

SEMANA: ¿De qué nivel?

L.C.O.: Es que el problema de manejar estándares de organizaciones como Human Rights Watch, ¿cuántos generales me ha metido a la cárcel? Ninguno, entonces van mal. Eso no tiene ninguna presentación. ¿Cuántas son las incursiones en que han tenido lugar las conductas de los militares y cuáles en consecuencia resultan punibles? Ese señor Vivanco vino con una tarea de cuestionar sólo unos casos específicos.

SEMANA: ¿Cuáles son esos casos?

L.C.O.: El caso del general Rito Alejo y el caso del general Quiñones. Me dicen (Human Rights Watch) que levanté las investigaciones contra Rito Alejo. Eso no es cierto. Critican que estoy dejando marchitar este proceso. No señor, este es un proceso que yo lo recibí con cinco años viejo y en ocho meses he avanzado lo que no se había avanzado antes? Me preguntaron entonces: "¿Y usted va a cerrar la investigación para beneficiar a ese señor?". Yo les respondí: "Eso no es cierto. La voy a cerrar porque ya está concluida la totalidad de la investigación". Me dijo que les informaron que yo iba a cerrar en favor de Del Río y que yo no podía hacer eso porque a ese general le habían quitado la visa. Yo les dije que lamentaba mucho pero que aquí no podía compartir con ellos porque el hecho de que haya perdido la visa no es para mí significativo de ser responsable, puede que para ustedes sí. El señor Vivanco venía a hacer presiones indebidas en la forma como lo hizo. Estuve dos horas con él y no lo pillé en una sola verdad, ni una.

SEMANA: ¿A qué cree entonces que obedecen las críticas de Vivanco?

L.C.O.: Eso viene todo orquestado y es una confabulación.

SEMANA: ¿Pero una confabulación de quién?

L.C.O.: De todos. Mire, aquí está el caso Vivanco, aquí está el caso Petro, aquí está el caso Gilinski. Entonces ahí el sentimiento es muy claro.

SEMANA: ¿Por qué cree que hay una confabulación contra usted?

L.C.O.: Porque están aburridos con el Fiscal.

SEMANA: ¿Entonces para usted las críticas de Vivanco, las denuncias de Petro y el tema de los Gilinski no son coincidencia?

L.C.O.: No es para nada coincidencia.

SEMANA: ¿Pero quién quiere perseguirlo, qué sentido tendría perseguirlo a usted?

L.C.O.: Pues yo no sé. Sería muy vanidoso decir que porque estoy ejerciendo la justicia. Yo no estoy buscando aplausos, estoy ejerciendo la justicia y eso no les ha gustado. Les gusta más el show, la vaina atacando y manejando micrófonos. A mí no me gusta eso, yo creo que tengo una responsabilidad con la justicia. Para darle un ejemplo, yo he abierto casi 952 procesos en materia de derechos humanos. En la anterior administración 200.

SEMANA: ¿Qué le responde a las acusaciones del representante Petro, que señalan que la Fiscalía está penetrada por el paramilitarismo?

L.C.O.: En eso sí quiero hablar con toda claridad. El madrugó a algo que podía venírsele encima. El tenía en la Fiscalía una gente que estaba investigando para él. Y salió a atacarme cuando vio que ya teníamos identificado a su informante. Entonces salió a amedrentar al Fiscal diciendo, "los tengo pillados", cuando la cosa era al revés. Petro está haciendo un oficio. Desde hace rato está haciendo debates, acusaciones, permanentemente es víctima, y hasta se ha atrevido a decir que alguien de la Fiscalía lo va a matar. ¿Quién? Dice que no podemos saber del caso porque somos parte interesada y debemos declararnos impedidos. Yo nunca he tenido intención de matar al señor Petro, entonces no puedo quedar impedido.

SEMANA: Petro menciona el caso de un supuesto ex funcionario de la Fiscalía que está filmado en un video y que interceptó unas llamadas de unos paramilitares en el noroeste antioqueño y encontró que hicieron más de 50 llamadas a funcionarios de la Fiscalía?

L.C.O.: Queremos que lo muestre. ¿Quiénes son? El (Petro) sale a decir, ojo los tengo pillados, y resulta que no. Ese funcionario de la Fiscalía estaba haciendo fiscalía propia, nadie le pidió eso.

SEMANA: ¿Ese funcionario por qué salió de la Fiscalía?

L.C.O.: ¿Cómo que por qué? Estaba haciendo cosas que no le correspondían. Estaba usando investigaciones sin ninguna autorización. No tenía funciones de Policía Judicial, nadie le había ordenado hacer ningún tipo de investigación, y tenía en su registro, en su poder, más de 14.000 registros de funcionarios de la Fiscalía. Estaba manejando información reservada, documentos secretos, datos personales, no sólo de todos los funcionarios sino de la cúpula de la Fiscalía. Estaba actuando de manera impropia. Ese funcionario salió en agosto, fue declarado insubsistente.

SEMANA: ¿Y cuál es la relación entre ese funcionario de la Fiscalía y el representante Petro?

L.C.O.: Le estaba proporcionando información. El gran beneficiario era el señor Petro. Entonces Petro hace debate, dice aquí tengo la investigación, que me la hizo este fulano. Entonces se anticipan.

SEMANA: ¿Usted cree que Petro tiene algo contra usted?

L.C.O.: No tengo ni idea.

SEMANA: Pasando a otro tema candente, ¿por qué después de ser perseguido varios años por la justicia y de estar preso en España más de un año, Marulanda llega a Colombia y queda libre a los ocho días?

L.C.O.: Lo que pasa en el caso Marulanda es lo siguiente: la investigación cumplía cinco años y medio cuando entré a la entidad. Yo acusé a Marulanda de manejos impropios en la embajada, una defraudación de 50.000 dólares. También venía caminando otra investigación que lo acusaba de terrorismo, de concierto para delinquir, de amenazas. La fiscal del caso encontró que no existían ni siquiera los instrumentos materiales para producir terrorismo: no estaban armados, no se disparó. Entonces se le acusó de amenaza de terrorismo, de lesiones personales, de despojo de la ocupación e incendio. De esas cuatro acusaciones prosperaron tres. Yo respeto mucho el recurso de la segunda instancia.

SEMANA: ¿No es terrorismo sacar a la gente de sus casas, quemárselas y forzarla a desplazarse?

L.C.O.: A la fiscal le pareció que se acomodaban otras conductas, según las pruebas del proceso.

SEMANA: ¿Qué opina de que Gilberto Rodríguez esté hoy libre?

L.C.O.: La sorpresa es que los dos códigos los ayudaron a ellos.

SEMANA: ¿Y de quién es la culpa?

L.C.O.: No se le puede achacar a nadie. Son coyunturas donde cada quien jugó sus fichas. Lo que sí queda claro es que la mafia tiene mucha capacidad en ese tipo de ejercicios: obtuvo lo que necesitaba de cada código.

SEMANA: ¿Cuál es la gran virtud y el gran defecto de su gestión?

L.C.O.: Estoy trabajando con seriedad por la justicia y he descuidado el tema de mejorar mi manejo de los medios. La verdad en Colombia no se defiende sola. Es lamentable, es la primera víctima de todo este conflicto.