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| Foto: Fidel Franco / @FidelFranco

RADIO

Así se despidió el ‘doctor’ Peláez de la Luciérnaga

A Hernán Peláez se le cortó la voz y se le escurrieron las lágrimas. Llegó el momento de despedirse de los miles de oyentes que lo siguieron en La Luciérnaga durante más de 20 años.

23 de diciembre de 2014

Peláez no pudo evitar que le hicieran una fiesta de despedida en la cabina de Caracol, que fue prácticamente su segundo hogar, en horas de la tarde, desde aquel momento en que Colombia vivió varios meses en un continuo apagón. Afuera, por la Carrera Séptima, una de las principales arterias de Bogotá, decenas de personas vitoreaban, y casi todos los que iban en sus vehículos hacían sonar las bocinas.

No se trató de una despedida cualquiera. Era la del ‘doctor’ Peláez, el hombre que creó el programa número uno de la radio que, como dice su eslogan, es la mezcla de la realidad y el humor, de una manera fresca e inteligente.

Esto dijo Peláez con la voz entrecortada.


“Todos los plazos se cumplen y como lo había manifestado hace un tiempo hasta hoy los acompaño. Alguien dijo, y es cierto, no hace falta quien se va sino quien vendrá. Por eso La Luciérnaga continuará y el 13 de enero del 2015, Gustavo Gómez dirigirá este programa con este maravilloso grupo de trabajo.

Como hombre de fútbol, siempre creí en el sentido de equipo y eso conseguí con el tiempo en la Luciérnaga. Este equipo tenía una meta clara: conseguir la sintonía inmensa que los propios oyentes fueron construyendo en toda la geografía colombiana. Por su parte Caracol Radio, durante este periodo, siempre encontró un ebitda, termino de tipo empresarial, positivo para sus intereses.

Quiero agradecer a los oyentes su compañía, su amabilidad, su comprensión para entender este trabajo radial. A mis compañeros y amigos de programa por la disciplina, la entrega, la alegría y la ocasión permanente de exhibir su talento y calidad. En los libretistas, periodistas, humoristas, asistentes, hombres y mujeres en música y asistentes, como en los operadores, encontré el sentido de equipo necesario para alcanzar las metas fijadas.

Le doy gracias a Dios - a través de mi santo protector San Charbel, monje maronita y libanes-, por permitir sentir como siento este programa. Hoy solo tengo agradecimiento para todos ustedes y porque he disfrutado viviendo con pasión y entrega La Luciérnaga y para caracol, porque encontré apoyo constante a mi gestión. A Ricardo Alarcón y a todo su grupo va mi reconocimiento”.