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En 1949 josé manuel lara hernández (1914-2003) fundó la editorial planeta, una empresa dedicada en principio a la publicación de novelas. Hoy es un conglomerado empresarial que factura 1.700 milllones de dólares anuales

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Imperio Planeta

¿Quién es el nuevo dueño de la Casa Editorial El Tiempo?

28 de julio de 2007

En el mundo de los negocios hay pocas fortunas imposibles de calcular. Una de ellas es la de José Manuel Lara Bosch, el dueño del Grupo Planeta. No sólo porque su organización no está en Bolsa, sino porque además tiene cerca de 200 empresas metidas en diferentes sectores de la economía: desde el editorial y el de los medios de comunicación, hasta el aeronáutico y el inmobiliario, pasando por el de los juguetes y el de los alimentos congelados. Semejante presencia -tan abrumadora como invisible- ha convertido al Grupo Planeta en una poderosa fábrica de hacer dinero, con ventas anuales alrededor de los 1.700 millones de dólares. Y a José María Lara en uno de los hombres más ricos e influyentes de España y del mundo hispanohablante.

Pensar que todo comenzó hace más de 60 años, gracias al olfato empresarial de su padre, José Manuel Lara Hernández, un magnate hecho a pulso. Nacido en 1914 en El Pedroso, una localidad cerca de Servilla, se retiró de la escuela cuando todavía era un niño y se dedicó a aprender varios oficios: carpintero, mecánico, pintor, farmacéutico y hasta bailarín. Cuando cumplió 17 años se fue para Madrid a estudiar telecomunicaciones. Estando allí estalló la Guerra Civil en España y se alistó en el Ejercito franquista, donde permaneció durante tres años como capitán de la Legión en Barcelona. Allí conoció a su esposa, María Teresa Bosch, una joven catalana que tuvo siempre gran influencia personal en él. El matrimonio tuvo cuatro hijos: Maribel, Inés, José Manuel y Fernando.

Fue en Barcelona donde José Manuel Lara Hernández comenzó a labrar su gran futuro empresarial. En 1944, después de finalizada la guerra, pidió prestadas 100.000 pesetas y compró una editorial pequeña, Tartessos. La revendió a cambio de los derechos de traducción de las obras de Somerset Maugham y G.K. Chesterton. Estas las publicó bajo el sello Lara, que vendería años más tarde para fundar, en 1949, la editorial Planeta.

Planeta estaba dedicada inicialmente a la publicación de novelas. Su primer best-seller, Los cipreses creen en Dios, fue la base de la fortuna de Lara. Sólo en España, vendió seis millones de copias. El éxito vino acompañado de novedades en el mundo del comercio español de libros, como la venta por correspondencia, las enciclopedias a plazos, los clubes del libro y las coediciones internacionales.

El negocio creció rápidamente en España, gracias al extenso catálogo de libros de ficción y a las oportunas adquisiciones de algunas editoriales importantes como Seix Barral, Espasa Calpe y Destino. En el exterior, Planeta extendió sus tentáculos hacia América Latina y abrió oficinas en Argentina, México, Colombia, Chile, Venezuela y posteriormente, Ecuador. En un abrir y cerrar de ojos, se convirtió en el grupo editorial más importante de España y del mundo hispanohablante, con más de 30 editoriales en su haber.

En 1995, la trágica muerte en un accidente automovilístico de su hijo Fernando Lara Bosch -que ya se había comenzado a hacer cargo de su sucesión al frente del Grupo Planeta-, planteó serias dudas acerca del futuro del impresionante imperio empresarial. Pero su primogénito, José Manuel Lara Bosch, un hombre que había estudiado inicialmente para ser urbanista, se puso al frente del timón del Grupo.

Desde entonces, José Manuel Lara Bosch, un hombre alto y robusto de 61 años, ha sido el alma y el corazón del Grupo Planeta. Aunque su perfil ideológico y político no dista mucho del de su padre -y por consiguiente se le atribuyen afinidades con el Partido Popular-, ha contado siempre entre sus colaboradores con un buen número de profesionales con clara orientación progresista y de izquierda.

Esa apertura ideológica, sumada a su gran habilidad para los negocios, le ha dado un nuevo impulso a la labor desarrollada por su progenitor. Su meta es convertir a Planeta en un poderoso e influyente grupo de comunicación, creación y distribución de todo tipo de contenidos. Por eso se ha metido de lleno al mercado mediático, en donde viene construyendo con diferentes inversiones una auténtica corporación multimedia que está comenzando a competir con los grandes grupos del mundo.

En esta caza de medios, Lara se ha hecho en los últimos años a una buena porción de periódicos, emisoras, cadenas de televisión, productoras y negocios por Internet (ver recuadro). Algunos tienen ideologías tan dispares como los diarios españoles La Razón -de extrema derecha- y Avui -catalán independentista-. Otros forman parte del mundo de la prensa gratuita, como el periódico ADN, de gran aceptación entre los jóvenes españoles y que ha llegado a imprimir más de un millón de ejemplares diarios. Además, Planeta es dueña del 40 por ciento de Antena 3, la cadena de televisión más vista de España y cuyo valor en bolsa es de más de 1.500 millones de euros. Esta última empresa, Antena 3, es incluso apetecida por el zar mundial de los medios, Rupert Murdoch, quien le habría manifestado su interés en esta al ex presidente español José María Aznar.

Pero las inversiones de Lara van mucho más allá de los medios. A través de Inversiones Hemisferio, la holding patrimonial del conglomerado editorial, su familia ha creado una serie de negocios ajenos a la actividad editorial y los medios de comunicación. Las últimas inversiones de Hemisferio son la fábrica de juguetes Tecnotoys (Scalextric), la aerolínea de bajo costo Vueling, la empresa de pescado congelado Interaliment, la inmobiliaria Metrópolis, la compañía de capital riesgo Catalana d'Iniciatives, entre otras. Sus ojos están puestos ahora en la puja por el casino de Lloret de Mar (Girona) y la aerolínea Iberia.

Si se suman las 30 editoriales, los medios de comunicación y las inversiones alternativas, Planeta tiene un volumen de ventas aproximado de 1.200 millones de euros, es decir, unos 1.700 millones de dólares. En su nómina trabajan unos 4.000 empleados repartidos a lo largo de todo el mundo. Sus empresas en España están agrupadas casi todas en una misma sede, ubicada en Barcelona donde era la sede del banco Bbva.

El primer grupo editorial español e hispanoamericano (quinto grupo editorial de todo el mundo) vive en permanente expansión empresarial, pero sin perder en ningún momento su carácter de empresa estrictamente familiar. Por eso no ha salido a Bolsa y por eso, su presidente, José Manuel Lara, vigila constantemente cada uno de los movimientos de la organización.

Poco más de medio siglo después de la fundación de Editorial Planeta, el Grupo se ha convertido en un imperio económico y empresarial con un poder inmenso. Ahora es dueño también del periódico El Tiempo, el más importante de Colombia.