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"Impondré la disciplina disuasiva"

POCAS HORAS ANTES DE SU REGRESO DESde Roma al país para asumir la jefatura del Partido Liberal, el ex presidente Julio César Turbay Ayala aceptó responder una entrevista de SEMANA a propósito de la campaña electoral ...

31 de mayo de 1993

SEMANA: Señor ex presidente, las circunstancias que vive hoy el partido son mucho más difíciles que las que usted mismo debió enfrentar hace cuatro años, pues por primera vez en muchos años, ninguno de los aspirantes liberales parece capaz, a juzgar por las encuestas, de derrotar al más seguro candidato conservador, el senador Andrés Pastrana. ¿ Cree usted realmente que en 1994 se puede volver a elegir un presidente liberal? ¿No le teme usted al hasta ahora arrollador Pastrana?
JULIO CESAR TURBAY AYALA: Sin desconocer que el doctor Andrés Pastrana es un contendor fuerte, pienso que si el Partido Liberal se presenta unido y esa es mi aspiración, no habrá mayor peligro para la victoria de las mayorías liberales.
SEMANA: Por lo menos dos de los precandidatos liberales, los doctores Enrique Parejo y Carlos Lemos, han montado su campaña sobre las más duras críticas que un gobierno liberal haya tenido que escuchar de precandidatos de su mismo partido en muchos años. ¿Qué piensa sobre ello? ¿Piensa intervenir en defensa de los intereses del partido, para evitar que esto continúe?
I.C.T.A.: Pienso que un factor que contribuirá mucho a la unión es el lenguaje que utilicen los candidatos. La oposición parece lógico que deba ser promovida por los partidos que no tiene afinidad con el gobierno y no por el mismo partido del Presidente. Esto no se opone al libre examen, ni implica adhesión obligatoria al gobierno, sino planteamiento sereno y tesis sustitutivas en vez de ataques enconados. Naturalmente cada aspirante tiene plena libertad de seleccionar su estrategia.
SEMANA: Otro elemento que mencionan muchos liberales preocupados por la suerte del partido en el próximo debate es el hecho de que el lenguaje entre los distintos precandidatos es, apenas ahora que la campaña está arrancando, muy virulento. ¿Cree que si la campaña liberal sigue así, será posible unir las distintas vertientes después de la consulta popular?
I.C.T.A.: Insisto en que el lenguaje es elemento que juega papel decisivo en la preservación de la unidad. La categoría intelectual de los precandidatos me dá derecho a suponer que ellos se irán a mover en el terreno de tesis y no de los agravios. La moderación deberá ser una regla para todos los que intervengan en el debate.
SEMANA: Por otra parte, el presidente de la Cámara, César Pérez, ha anunciado que impugnará ante el Consejo Electoral su elección como jefe único del paratido. Teniendo encuenta que Pérez hace parte del grupos parlamentario del precandidato Humberto de la Calle, ¿va a pedirle usted al Designado que ponga orden en sus filas?
J.C.T.A.: Yo prefiero no ocuparme de ese tema, pues vengo animado por altos objetivos y no deseo comprometerme en pequeños pleitos. No establezco conexiones perversas entre el doctor De la Calle y el señor presidente de la Cámara.
SEMANA: Y hablando del Designados, ¿cree usted que De la Calle debe renunciar a esta dignidad en virtud de que, como lo señalan otros precandidatos, esa condición puede resultarle indebidamente favorable?
J.C.T.A.: No pienso que existan incompatibilidades entre la precandidatura y la Designatura. Pero no dudo que el doctor De la Calle será capaz de un gran gesto de elegancia política, siempre y cuando que esa conducta sirva para afianzar las reglas del juego de la consulta.
SEMANA: Algunos precandidatos como Lemos y Parejo se han quejado de que sus contendores, en especial Ernesto Samper y De la Calle, cuentan con una amplia cuota en el gobierno del presidente César Gaviria. ¿Va usted a interponer sus buenos oficios para que Lemos, Parejo y los demás que se sientan maltratados burocráticamente, obtengan una cuota en la administración? I.C.T.A.: Las garantías ,no se dan por el sistema de cuotas burocráticas sino haciendo de la imparcialidad la regla de oro de la conducción del gobierno y de las directivas liberales. Yo intervendré para denunciar ante el Presidente los casos concretos que me señalen los precandidatos. Tengo fe y certeza en la imparcialidad del presidente Gaviria.
SEMANA: ¿Qué piensa usted del hecho de que el principal candidato opositor al que habrá de enfrentarse el liberalismo el año próximo, el senador Pastrana, tenga una cuota tan alta en la administración Gaviria?
I.C.T.A.: El Presidente es quien puede responderle dicha pregunta. También lo puede hacer el doctor Pastrana.
SEMANA: En 1990 se estableció que si ningún precandidato obtenía el 50 por ciento de los votos en la consulta, la decisión sería tomada por la Convención. ¿Piensa usted que esta regla debe preservarse en esta ocasión?
J.C.T.A.: Pienso que debemos estudiar con los precandidatos lo atinente a la reglamentación de la consulta.
SEMANA: ¿Cómo piensa usted evitar que alguno de los precandidatos se niegue a reconocer el resultado de la consulta o de la Convención y lance, en consecuencia, una disidencia, fatal para el liberalismo, en la primera vuelta de las presidenciales? La pregunta la planteamos porque algunos de los precandidatos han anunciado que, si no hay garantías, se irían en disidencia.
I.C.T.A.: Si no hubiesen garantías suposición ociosa se perdería autoridad para reclamar disciplina.
SEMANA: Otra duda sobre la consulta está relacionada con la fecha en que debe realizarse. Por lo menos uno de los precandidatos, el ex ministro Enrique Parejo, cree que debe adelantarse en otra fecha. ¿ Usted qué cree?
J.C.T.A.: Debe analizarse el pro y el contra de tal propuesta. Creo que la razón debe ser factor decisorio para adoptar una fórmula apropiada.
SEMANA: En cuanto a la selección del candidato a vicepresidente, hay al gunas preguntas sobre el tapete. ¿Debe ser liberal? ¿Debe elegirlo la Convención? ¿Debe ser elegido por el candidato? I.C.T.A.: Debe ser escogido por el candidato y aprobado por la Convención. Desde luego, pienso que debe ser del mismo partido del Presidente.
SEMANA: De seguro uno de los temas más debatidos de la campaña será la posibilidad de que Gobierno y guerrilla vuelvan a sentarse en la mesa de negociaciones. En su condición de su partido, ¿cree que debe intentarse una vez más dialogar, o que mientras, la guerrilla no dé muestras de clara voluntad de reincorporacion es mejor seguir recorriendo el camino de golpearla militarmente?
J.C.T.A.: La paz, como el amor, requiere la voluntad de las dos partes. El monólogo de la paz no produce resultados positivos y desgasta el método del diálogo. La paz humanitaria será siempre bien llegada. La medida de la voluntad la dan los hechos.
SEMANA: Un segundo tema de la campaña es sin duda el de la confrontación, en el seno del propio Partido Liberal, de las llamadas tesis neoliberales con las de los grupos conocidos como social-liberales. ¿ Usted por cuál se inclina? ¿Cuál cree que debe ser el papel del Estado y cuál el de la iniciativa privada en la sociedad colombiana?
J.C.T.A.: Para mi, siendo liberal de centro izquierda, caben todos estos matices dentro del Partido Liberal que desde el día de su fundación ha tenido vertientes.
SENIANA: Y ya para terminar, señor expresidente, las personas que se han entrevistado con usted en Roma en las últimas semanas coinciden en afirmar que no viene usted a asumir la jefatura exclusivamente con el tono componedor y conciliador que el país le conoce, sino que tiene ideas y decisiones muy claras y que, en resumidas cuentas, lo que viene es a mandar. ¿Es eso cierto? J.C.T.A.: Yo no vengo a mandar si no a coordinar la acción del partido y a establecer la disciplina persuasiva. No se puede mandar sin convencer.