Cae cargamento de 55 millones de dólares

El Municipio de Acandí está situado en el extremo norte de Chocó, a orillas del mar Caribe. Es un territorio que forma parte de la zona del Darién y es considerado un verdadero paraíso natural, sobre todo por la riqueza y la biodiversdidad de fauna y flora. Allí queda Capurganá, uno de los principales paraderos turísticos y de descanso del país.
 
La zona, que limita con Panamá, también es uno de los lugares preferidos para los narcotraficantes que la han ubicado como una de las frecuentes rutas para el transporte de estupefacientes. Hasta allí llegó el nuevo ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, para ser testigo de la primera gran incautación de coca desde cuando asumió su cargo en el Gobierno.
 
Como hacía tiempo no se veía, las autoridades decomisaron un gigantesco cargamento de cocaína embalada en 121 bultos. Se trataba de tres toneladas escondidas en una rústica construcción en la vereda Borbúa en Acandí.
 
Con el decomiso se supo que este gigantesco cargamento pertenecía al Clan Úsuga, aquel grupo de narcotraficantes herederos de Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’, que durante años fue el amo y señor del negocio de la droga en el Urabá chocoano y antioqueño.

Al lugar llegó el nuevo ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, para ser testigo de la gran incautación de coca. Foto: Javier Casella /Mindefensa

Las autoridades antinarcóticos también encontraron tres fusiles M4, dos escopetas, cuatro celulares y un teléfono satelital. El sitio, según los datos de los investigadores, era un gran centro de acopio para agrupar cargamentos de distintos grupos de narcotraficantes que debían pagarle una cuota al clan Úsuga. El lugar era el sitio preferido por Roberto Vargas Gutiérrez, alias ‘Gavilán’, segundo en la estructura de ese grupo delincuencial que utiliza lancha rápida para embarcar la droga con destino a Centroamérica.

Los datos indican que el cargamento saldría de las costas del Caribe colombiano, el lunes o martes de la presente semana, y sería recibido por carteles mexicanos que se encargarían de introducirlo a Estados Unidos. Su costo está estimado 55 millones de dólares, unos 143.000 millones de pesos colombianos.
 
 A este decomiso se sumó la ubicación de otro complejo utilizado para el procesamiento del alcaloide en zona selvática de Riosucio, Chocó, uno de los pueblos más pobres del país, utilizado por grupos armados que se mueven hacia Centroamérica.

Durante el registro fue encontrada la logística y la maquinaria para producir entre dos y tres toneladas de estupefacientes mensuales, además de insumos químicos, 16 radios transmisores y alojamientos para 15 delincuentes.

“Los dos capturados son conocidos con los alias de ‘Cuchibarbie’ y ‘Chima’, quienes además de procesar cocaína, mantenían contactos con otras bandas narcotraficantes y estructuras armadas ilegales de la región, y se dedicaban a la elaboración de la denominada cocaína rosada o “Two CB”, una variedad rendida con metanfetaminas y otras drogas de síntesis aún más nocivas para la salud”, dice el reporte del Ministerio de Defensa.

Así, el nuevo ministro de Defensa se apuntó su primer gran positivo. Un decomiso de droga que no tiene comparación, al menos en los últimos meses, y que no deja duda de que los grupos de narcotraficantes continúan burlando a las autoridades en los sitios de frontera.