Lo que faltaba: Fiscalía desbloquea el IPhone de Gustavo Moreno

Al momento de ser capturado en su propio despacho, el entonces jefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía, Gustavo Moreno, portaba dos celulares. El agente del CTI que cumplió la aprehensión –aquel 27 de junio pasado a las 8:20 am– le permitió hacer una llamada y luego incautó ambos dispositivos. El hoy oscuramente célebre delator estrella del cartel de la toga llamó a un abogado de confianza y al concluir oprimió el botón lateral de su Iphone 7, con lo cual el teléfono de última gama quedó sellado.

El otro celular era un IPhone 6 que no tenía la alerta de bloqueo activada. De ese aparato han salido reveladores chats y fotos. Todo un banco de elementos que respaldan la versión de Moreno según la cual en lo más encopetado de la rama judicial se incubó un entramado de corrupción en el que aparecen implicados desde magistrados hasta senadores, pasando por gobernadores y fiscales que retorcieron la Justicia según el mejor postor. Por cuenta del gran aspaviento que produjo el escándalo lo que pasó con el otro IPhone fue un asunto que cayó en el olvido. Sin embargo, el contenido de ese teléfono puede ser una auténtica caja de Pandora a la que más de uno le teme.

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Habría bastado conque Moreno pusiera su dedo sobre el Touch ID o lector de huellas de su IPhone de última generación para que la Fiscalía pudiera acceder a la información almacenada en ese otro teléfono. Pero el ex fiscal se negó. Argumentó que no abriría el teléfono amparado en sus derechos a no auto incriminarse y en la protección de su intimidad. Además, explicó que el dispositivo era relativamente nuevo y por tanto no tenía gran información. La Fiscalía desestimó esas apreciaciones y se dio a la tarea de averiguar qué contenía el aparato. Pero resultó una tarea ardua.

En el mundo sólo una compañía, de origen israelí, tiene la capacidad para desbloquear un Iphone 7. Ni siquiera el FBI ha podido desarrollar la tecnología necesaria para hacerlo. Y Apple –abrazando el derecho a la intimidad de sus clientes– se ha negado a abrir los dispositivos incluso en casos en los que media una orden judicial o razones humanitarias. Es famoso el caso del italiano que estuvo de vacaciones con su único hijo, el cual murió en un accidente poco después. El hombre solicitó a Apple abrir el teléfono de su hijo para recuperar las últimas fotos con él. La compañía, aun comprendiendo el dolor del padre, se negó. Así que hoy las agencias de inteligencia del mundo, cuando requieren acceder al contenido de IPhone 7, no tienen opción distinta que contratar el servicio exclusivo de la firma Cellebrite líder mundial en desarrollo de software forense. Y eso fue lo que hizo la Fiscalía de Colombia.

El celular de Gustavo Moreno fue llevado a California donde está una de las sedes de Cellebrite. Allí la firma cuenta con equipos ‘UFED Ultimate’, que es la herramienta capaz de ingresar al dispositivo y extraer toda su información incluyendo los archivos que han sido borrados hasta un año atrás. El procedimiento es complejo y por la larga fila mundial los resultados no tardan menos de seis meses. Abrir un IPhone 7 cuesta entre 3 mil y 5 mil dólares, dependiendo de la capacidad de almacenamiento del teléfono. El de Moreno era de 128 gigas.

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Luego de una larga espera, el pasado 8 de marzo, el fiscal general Néstor Humberto Martínez recibió la buena noticia proveniente de California: la firma israelí había logrado ingresar al celular de Moreno y extraer toda la información contenida además de los archivos eliminados. Un emisario de la fiscalía recibió todo el banco de información extraída y el teléfono. Y en las últimas horas una fiscal acudió ante un juez de Paloquemado para legalizar toda la evidencia, la cual ahora está contenida en dos discos Blu-ray.

En la diligencia estuvo presente también la defensa de Gustavo Moreno con una instrucción de este: no oponerse a la legalización de la información. De hecho, sus abogados presentaron una carta enviada por él desde cárcel en la que le manifiesta al juez de garantías: “Respetuosamente solicito se imparta legalidad a la extracción de la información, atendiendo a que renuncio expresamente a la protección a mi derecho a la intimidad así como he renunciado a mi derecho al no autoincriminación”.

Como se sabe, Moreno se ha convertido en el delator estrella del cartel de la toga, y sus señalamientos tienen contra la pared a varios exmagistrados e incluso a Gustavo Malo, magistrado titular de la Sala Penal de Corte Suprema, quien contra viento y marea insiste en aferrarse al cargo. Sin embargo, la colaboración eficaz del ex fiscal Moreno depende de la aprobación que imparta un juez de segunda instancia sobre el principio de oportunidad acordado con la Fiscalía.

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Ese trámite pendiente ya ha tenido reveces y se teme que otro contratiempo pueda impedir que Moreno siga colaborando, ya que podría ser extraditado ante la Justicia de Estados Unidos antes de que termine sus delaciones. En su carta desde prisión el propio Moreno, luego de insistir que está resuelto a seguir colaborando con la justicia, señala sobre este punto: “una vez se imparta legalidad al principio de oportunidad la Fiscalía contará con mi ayuda para explicar los contenidos del celular”.

Para el próximo 11 de abril está programada la diligencia judicial en que un juez deberá aprobar o rechazar la negoción concertada entre la Fiscalía y Moreno.

Entre tanto el ente investigador seguirá analizando la información ya legalizada que obtuvo del Iphone 7. El contenido del teléfono es particularmente interesante pues Moreno empezó a usar este aparto al asumir el cargo como jefe de la Unidad Anticorrupción. Así que el moderno dispositivo, entre otra información, contiene las conversaciones de Moreno con la cúpula de la Fiscalía y con sus subalternos. Pero también puede que allí aparezcan sorpresas como la información que Moreno les filtraba a los juristas judicializados por participar del cartel de la toga. Al fin y al cabo, el entonces fiscal era el alfil de la organización criminal dentro del búnker.