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| Foto: Archivo SEMANA

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Senado saldrá a vacaciones sin resolver el caso Pretelt

El magistrado de la Corte Constitucional fue acusado el pasado 15 de diciembre por la Cámara de Representantes. Este semestre el Senado ni siquiera pudo iniciar el juicio político.

24 de mayo de 2016

Es confirmado. Antes del 20 de junio, día en que culmina el actual periodo de sesiones en el Congreso de la República, no habrá decisión sobre el caso que compromete al magistrado de la Corte Constitucional, Jorge Ignacio Pretelt Chaljub, acusado por el delito de concusión. Es más, antes de esa fecha, el Senado ni siquiera dará inicio al juicio político en su contra. Los senadores se irán de vacaciones con una obligación entre su lista de pendientes.  

Eso, a pesar de que el pasado 15 de diciembre, la Cámara de Representantes decidió acusar ante el Senado al magistrado Pretelt por haber solicitado una millonaria suma de dinero para favorecer una tutela que interesaba a la firma Fidupetrol. Es decir, pasaron cinco meses, y desde que se cerró la investigación y fue calificada por la Cámara, el Senado no ha podido adelantar su parte, el juicio político.

Aunque la Ley Quinta (o reglamento del Congreso), establece un término de dos días para que el proceso pase al Senado, y otros dos días para repartir el caso entre los senadores que conforman la Comisión de Instrucción, el Senado tardó más de lo previsto para este trámite.

Primero, el Congreso salió a vacaciones un día después de que Pretelt fuera acusado, y volvió a sesionar hasta el 16 de marzo. Y segundo, solo hasta el 12 de abril se conformó la Comisión de Instrucción, integrada por siete senadores.  

Un mes después, el 10 de mayo, el representante investigador Julián Bedoya fue escuchado por la plenaria del Senado, entregó todo el expediente, y adicionó nuevas pruebas para demostrar la responsabilidad del magistrado de la Corte Constitucional.

Dos días más tarde, el 12 de mayo, la Comisión de Instrucción procedió a repartir el caso. En el sorteo, el favorecido para adelantar el proceso fue el senador José Obdulio Gaviria, del Centro Democrático.   

Según lo establece la ley, a Gaviria le corresponde estudiar el proceso y redactar un proyecto en el que admite rechaza la acusación. La ley no establece términos para ello.

Sin embargo, Gaviria insiste en que se tomará no menos de dos meses para estudiar el caso. La misma tesis la defiende el senador conservador Juan Manuel Corzo, presidente de la Comisión de Instrucción, quien recientemente le dijo a este medio quien asegura que hay un plazo de 60 días para redactar el proyecto sobre la acusación. “Esos dos meses pueden ser inferiores si se hace el estudio con bastante dedicación”, dijo Corzo. “Tendremos que caminar bajo la ruta que nos señala la ley”.

Pero al interior de la Comisión de Instrucción rechazan la tesis. El senador Rossvelt Rodríguez (la U), controvierte estas posiciones al afirmar que en la ley no se señala de forma explícita tal término de 60 días.

Una de las primeras decisiones del senador Gaviria fue contratar el concurso de un abogado penalista con quien adelantará el estudio del caso Pretelt y con quien proyectará el sentido del informe. Antes del 20 de junio, le confirmó a Sermana.com, el senador no lo tendrá listo. Eso quiere decir que el juicio contra el magistrado Pretelt solo se adelantará hasta después del 20 de julio, cuando el Congreso reinicie sus actividades.

Como este es un caso sui generis para el Senado, la circunstancia se ha convertido en pretexto para excusar que no se dé inicio al juicio. Recientemente, el fiscal general Jorge Perdomo, en un mensaje indirecto al Senado, aseguró que la Fiscalía en solo tres meses resolvió el caso Fidupetrol en lo que tienen relación con personas no aforadas. Los mismos tres meses en los que el Senado ha deambulado sin que avance el primer juicio contra un alto dignatario del Estado.

Hace poco más de dos años, el 2 de marzo de 2015, día en el que el magistrado Mauricio González denunció a Pretelt, muchos le dieron los días contados para su salida de la Corte Constitucional. En ese entonces se dijo que era la oportunidad de la Comisión de Acusaciones para resarcirse de su mala fama, y demostrar que no solo absolvía. Este fue el último caso que instruyó esa Comisión que verá su final muy pronto, a raíz de la reforma al equlibrio de poderes que la eliminó.