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LA BATALLA POR EL PODER

En la fijación de las reglas de juego de la Constituyente se está definiendo quién va a tener la sartén por el mango

11 de febrero de 1991

En un episodio que parece puramente procedimental y al cual poca atención le ha dedicado la opinión pública, se está discutiendo por estos días el reglamento para el régimen interno de la Asamblea Constituyente. Sus miembros, que sí son conscientes de que el poder de la Asamblea no sólo depende de la conformación de alianzas políticas para impulsar o tumbar posibles artículos de la Nueva Constitución, están en su mayoría participando en este debate. Saben que el poder también depende de la reglamentación que se apruebe, puesto que con esas normas se está definiendo quién tiene realmente la sartén por el mango. Por lo pronto, sólo el Gobierno y el Movimiento de Salvación Nacional han hecho públicos sus propuestas de reglamento y de su análisis se desprende que mientras el primero busca aumentar su presencia, el segundo pretende restringir no sólo la participación del Ejecutivo sino la de otros grupos sociales.

Pero el Gobierno y el MSN no son los únicos que se han preocupado por amanecerle a la Asamblea y proponer unas reglas de juego.

Las otras fuerzas políticas cada cual por su lado, están elaborando sus propias propuestas con la aspiración de fortalecerse al interior de la Asamblea. Esta es la razón por la que, en términos generales, los delegatarios buscan la mayor autonomía posible frente a la acción del Ejecutivo, y para que, a su vez el Gobierno intente mantener el liderazgo que hasta ahora ha ejercido.

Muchos son los puntos de acuerdo pocos los de grave discrepancia. Sin embargo, estos últimos serán los fundamentales cuando empiece a funcionar la Constituyente. Para empezar, todavía no hay consenso sobre cuántos representantes de las guerrillas podrán ir a la Asamblea. El Gobierno, por su parte, propone dos puestos para los grupos guerrilleros que se encuentren en procesos de paz, y deja a su propio criterio la ampliación de estos cupos, aún en el caso de que ya se hayan iniciado las sesiones. El MSN aunque propone un número