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La cacería a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia

El rastreo del DAS fue tan minucioso, que conocían más detalles sobre las propiedades, las cuentas corrientes, los planes celulares y la vida privada de los magistrados, que ellos mismos. Ni sus familiares se salvaron del espionaje.

25 de abril de 2009

Durante los últimos dos años, los magistrados de la Corte Suprema han denunciado hostigamientos, 'chuzadas' y seguimientos. Para unos era nada más que paranoia, generada por el fuerte y público enfrentamiento entre el tribunal y el presidente Álvaro Uribe. Los miles de documentos encontrados por los investigadores judiciales, que han sido entregados a los fiscales delegados, muestran no sólo que no estaban equivocados, sino que la intromisión en sus asuntos personales por parte de funcionarios del DAS era más profunda y grave que los mismos magistrados se imaginaban.

En los archivos del Grupo de Observación y Verificación Nacional e Internacional (Goni) de la subdirección de Contrainteligencia había un tesoro de información de todo tipo sobre los juristas: transacciones cambiarias y de efectivo, reportes de operaciones notariales, del Instituto Geográfico Agustín Codazzi y, entre otros, bases de datos de salud. Hay memorandos de la Unidad de Inteligencia y Análisis Financiera (Uiaf) dirigidos a Jorge Lagos, el subdirector de Contrainteligencia del DAS.

Hay documentos y tablas que relacionan fecha, monto, número y fecha de escrituras. Hasta se halló un resumen detallado de la compra de un vehículo por parte del magistrado Mauro Antonio Solarte: valor, modelo, placa, clase y vendedor.

A los magistrados César Julio Valencia, Gustavo José Gnecco, Alfredo Gómez Quintero, Carlos Isaac Náder, Flor Ángela Rodríguez, Camilo Humberto Tarquino y Carlos Ignacio Jaramillo, les conocían hasta el plan de celular que tenían con Comcel o Movistar. Y toda su información financiera y notarial, la cual fue requerida por Lagos a la Uiaf.

En una carpeta titulada 'Casos de familiares en la justicia' se relacionan personas como la esposa del anterior viceprocurador general, Carlos Arturo Gómez Pavejau; las hermanos y hermanas de los magistrados Eduardo Adolfo López, María Pulido de Barón y Carlos Eduardo Mejía, entre otros. Se citan, así mismo, a varios familiares de otros magistrados.

Es también llamativo que hacían informes de análisis políticos del pensamiento de los magistrados. De Yesid Ramírez dicen que es "crítico de la Corte Constitucional y de las relaciones de ésta con el presidente Álvaro Uribe". Al magistrado Jorge Luis Quintero se destaca que "no se conoce que tenga padrinos políticos, maneja un bajo perfil y no ha realizado pronunciamientos en contra del gobierno nacional". No es claro cuál era el riesgo de seguridad nacional que ameritaba el trabajo de todo este equipo de detectives y la activa participación del subdirector de Contrainteligencia, cuya función presuntamente era buscar los enemigos internos.

Gran parte de estas pesquisas del DAS se realizó en 2008. Es diciente que en una carta del 11 de agosto del año pasado, la entonces directora general, María del Pilar Hurtado, le negó al Procurador General que su entidad estuviera adelantando gestión alguna contra los magistrados. En ese momento, el Goni estaba en plena actividad escarbando hasta el mínimo detalle de la vida de los juristas.

Hurtado también le contestó lo mismo a la Corte Suprema cuando los magistrados la abordaron con sus preocupaciones. Dentro de los documentos encontrados y que son evaluados por los fiscales delegados, hay un memorando enviado por la Uiaf en julio a Hurtado, en el cual se detalla mucha de la información recopilada de magistrados de la Corte Suprema.
 
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Alfredo Gómez Quintero

Sobre el candidato a presidente de la Corte Suprema, a los funcionarios de inteligencia les pareció relevante que fuera del partido conservador y cercano al senador Iván Díaz Mateus quien, según ellos, era opositor del proyecto de reelección. A Gómez el DAS le esculcó desde su planes celulares, sus cuentas corrientes, transacciones cambiarias, sus propiedades y quiénes son y dónde viven sus familiares. Hay información específica sobre uno de sus hermanos.

Sigrifredo de Jesús Espinosa

E n un informe del grupo Goni, se resalta que Espinosa mantiene una estrecha relación con los ex magistrados de la Sala Penal “de apellidos Galán y Casallas: defensores de la entonces pareja de ciudadanos alemanes (vinculados con presuntas negociaciones de secuestrados con el ELN)”. Al igual que sus colegas de la Corte, hay un archivo sobre los detalles de su vida, tanto profesional como personal, y sus movimientos migratorios. Mucha de esta información es tomada de bases de datos de uso restringido.

César Julio Valencia

El ex presidente de la Corte Suprema, quien demandó al presidente Álvaro Uribe ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara, está en varias carpetas del DAS. Hay un informe titulado ‘Ubicación telefónica y direcciones casa Ascensor’, donde aparece su nombre al lado de los de varios de sus colegas. Otro documento habla de transacciones en efectivo e incluye información privada sobre fecha, monto, descripción de la tarjeta y entidad financiera.Este material fue entregado al DAS por la Unidad de Inteligencia y Análisis Financiero de Hacienda.

Mauro Solarte

A los investigadores les llamó la atención que en el escritorio de un funcionario de la oficina de protección de DAS se encontraran documentos sobre Solarte. A él se le resalta su decisión de recomendarle a la sala penal juntar todos los casos de la para-política en un solo expediente. El interés por Solarte es evidente, al punto de que hay información precisa sobre un vehículo que adquirió y un monitoreo de sus cuentas corrientes y de sus celulares. También hay una carpeta sobre uno de sus hermanos.

Camilo Humberto Tarquino

Es uno de los magistrados de los que más información recopiló el DAS. Su nombre aparece en varias carpetas como ‘Instituto Geográfico Agustín Codazzi’, donde se incluye información sobre sus propiedades, con matrículas y avalúos. También hay detalles sobre sus cuentas corrientes, movimientos financieros y números y planes celulares. Mucha de esta información fue facilitada al subdirector de contrainteligencia por la Unidad de Inteligencia y Análisis Financiero del Ministerio de Hacienda (Uiaf).