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Presidente Juan Manuel Santos y alias 'Timochenko' | Foto: Archivo SEMANA

CONFLICTO

“La dificultad para llegar a acuerdos radica en las confesiones públicas de Santos”

Afirmó alias 'Timochenko' en una carta. "Las amenazas de muerte (...) no sirven para intimidarnos", agrega.

15 de agosto de 2013

El máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverry, alias 'Timochenko', dijo en las últimas horas que "las amenazas de muerte" no son la vía para aclimatar una salida concertada como la que se busca en los diálogos de paz que se llevan a cabo con el Gobierno en La Habana, Cuba.

"Las amenazas de muerte y las órdenes de ejecución sin ninguna clase de juicio no sirven para intimidarnos, ni logran aclimatar el ambiente de reconciliación necesario para concertar una salida", señala el jefe de las FARC en una carta publicada por los guerrilleros en su página de internet.

La semana pasada, el presidente Juan Manuel Santos señaló en declaraciones a medios que si las fuerzas de seguridad del Estado ubicaban a cualquier jefe guerrillero, la orden fue "lo dan de baja (matarlo)".

'Timochenko' también señala en su carta que "la dificultad para llegar a prontos acuerdos radica precisamente en las confesiones públicas de Santos".

Indica, además, que en los diálogos de La Habana, que comenzaron en noviembre pasado, "no estamos negociando nada que pueda preocupar a los colombianos en materia económica o de aspectos fundamentales de nuestro sistema de gobierno".

Según el jefe guerrillero, los guerrilleros no defienden las políticas económicas que benefician a las compañías extranjeras y señalan que "Santos sí (lo hace), y esa es nuestra pequeña gran diferencia".

Tras conocerse la misiva, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, respondió a los señalamientos. Desde Brasil dijo que la fuerza pública persigue a cualquiera que viole la ley. "Las órdenes que nos da el presidente de la República implican perseguir a cualquiera de los jefes del terrorismo o de los miembros de una organización criminal que esté violando la Constitución y la ley", afirmó Pinzón en declaraciones a periodistas a su llegada a la ciudad de Manaos.

El ministro, quien se reunirá este jueves en Manaos con sus homólogos de Brasil y de Ecuador, afirmó que es una "responsabilidad" de las Fuerzas Armadas de perseguir a cualquiera que infrinja la ley, sea guerrillero o no.

"Las Fuerzas Armadas no tienen un blanco en particular sino el deber de perseguir a cualquiera que haya violado la ley o haya violando la Constitución. Y no descansan en perseguir a cualquiera que lo haya hecho y lo esté haciendo. Y siempre tienen planes, esfuerzos, para alcanzar ese tipo de objetivos", apuntó.

De acuerdo con Pinzón, la fuerza pública, "en el marco de la Constitución", tiene el deber de perseguir a cualquier jefe de una organización criminal o a cualquiera que, como las FARC, comentan secuestros, homicidios, reclutamiento de menores, narcotráfico y se dedique a la minería ilegal.

"La pregunta que haría es: ¿Será que el señor 'Timochenko' está en el narcotráfico? ¿Será que está en el reclutamiento de menores? ¿Está en la minería criminal? ¿Ha participado del secuestro, ha ordenado masacres o crímenes contra ciudadanos colombianos o miembros de la fuerza pública? Si algo de eso es así, pues seguramente entonces él y cualquiera que esté en esas actividades forma parte de los objetivos (blancos) de nuestra fuerza pública", dijo Pinzón.

Horas antes de conocerse la carta de 'Timochenko', el presidente Santos llamó a los empresarios del país para que respalden el proceso de paz.

Santos pidió igualmente a los colombianos que no se dejen confundir por las declaraciones que hacen las FARC por fuera de la mesa de negociaciones.

Actualmente, las FARC y el Gobierno adelantan, desde noviembre pasado, diálogos de paz en La Habana con el fin de darle salidas políticas al conflicto interno que sacude al país desde hace más de medio siglo.

Fruto de esos diálogos, las partes ya firmaron el punto referente a las tierras y ahora discuten la participación en política de los guerrilleros luego de una eventual firma de la paz.