comicios
La gran estafa
Firmas fantasmas cobraron gruesas sumas por encuestas falsas de intención de voto en las pasadas elecciones y, de paso, distorsionaron los comicios.
Encuentra aquí lo último en Semana
En estas elecciones a alcaldes y gobernadores se hizo patente una nueva forma de estafa. El asunto salió a relucir en la última semana de campaña, cuando el 23 de octubre apareció un aviso en el Diario del Huila en el que la firma encuestadora Napoleón Franco negaba que hubiera realizado un estudio de intención de voto a la gobernación. Se trataba de una encuesta contratada por el candidato Juan Antonio Carrera, que se publicó con las credenciales de la firma en los principales diarios de Neiva. Pero a Carrera lo habían engañado.
Todo comenzó cuando el candidato del Movimiento Cívico Independiente recibió una llamada de un hombre que se identificó como Saúl Camacho Restrepo, gerente del Centro Andino de Estudios Democráticos. El hombre le ofreció un "novedoso producto de gestión e intermediación en materia de estudios de opinión pública". Le aseguró que gracias a una especie de convenio con diferentes firmas encuestadoras, como Napoleón Franco, su organización se haría cargo del manejo comercial de una encuesta realizada por la famosa firma, pero a un mejor precio que si contratara directamente con ella. Inicialmente Carrera pagó al Centro Andino de Estudios Democráticos 9.500.000 pesos por un sondeo para fines internos de su campaña.
Los documentos con los resultados de las encuestas que le fueron entregados a Carrera exhibían el logotipo de Napoleón Franco y mostraban los gráficos por sectores, la ficha técnica y todos los rasgos de un estudio legítimo: "Todo era tan real, el papel membreteado, todo.", relató el ex candidato a esta revista. Carrera quedó convencido y decidió pagar otros 16.500.000 por un segundo estudio. Fue éste el que apareció publicado y que más tarde fue puesto en evidencia como falso por la firma encuestadora.
Cuando Carrera vio esto decidió viajar a Bogotá para visitar personalmente las oficinas del Centro Andino de Estudios Democráticos. No obstante, al llegar a la dirección que constaba en los documentos que le había entregado Camacho, se sorprendió de encontrar unas oficinas vacías. En efecto, SEMANA llamó a las supuestas instalaciones y nadie respondió. Así mismo, al llamar al celular de Camacho, una grabación avisaba que la línea había sido cancelada.
Carrera, que siempre ha creído en la legalidad y las instituciones, se dirigió entonces a la Fiscalía a poner una demanda penal contra Saúl Camacho. Con el mismo espíritu llevó todos los documentos a las oficinas de Napoleón Franco, donde aclaró el asunto. "Se siente uno como defraudado. He sido víctima de una estafa y me causaron mucho daño", se lamenta Carrera.
Pero lo más grave es que todo indica que el de Carrera no fue un caso aislado. Según dijo a SEMANA Carlos Indaburu, vicepresidente ejecutivo de Napoleón Franco, hubo otros estudios falsos difundidos con el nombre de la firma. Indaburu cita los casos de encuestas en la Gobernación del Meta y las alcaldías de Villanueva en La Guajira y Agua Azul en Casanare.
De igual manera el presidente del Centro Nacional de Consultoría, Carlos Lemoine, contó a SEMANA de falsas encuestas para la elección de alcaldes realizadas a nombre de la institución en los municipios de Sahagún, Córdoba, y San José de Pare, Boyacá, y para la elección de gobernador en Nariño.
"La encuesta de Córdoba era bastante cómica porque se anunciaba como un estudio que el Centro Nacional de Consultoría le había encomendado a Gallup. Algo que sería ridículo", dijo Lemoine.
Lo cierto es que, de nuevo, los estafadores dieron una muestra de un ingenio que debería ser aplicado a mejores causas. Sólo que esta vez las consecuencias de su ilícito no sólo afectaron a los candidatos asaltados en su buena fe, sino que seguramente influyeron en el comportamiento electoral de los votantes. Un doble delito que debería ser perseguido por las autoridades con toda la severidad del caso.