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LA GUERRILLA CRUZO LA RAYA

La matanza de Usme muestra el grado de sevicia al que han llegado las acciones de la Coordinadora Guerrillera.

30 de diciembre de 1991

MIENTRAS LOS DIALOGOS de Caracas se veían nuevamente empantanados y los voceros de la Coordinadora Guerrillera viajaban por Costa Rica y Cuba hablando de sus propósitos de paz, el país soportaba una de las más agudas escaladas terroristas de los últimos tiempos.
En menos de dos semanas, frentes de las Farc y el ELN realizaron más de 30 atentados en diferentes puntos del país. Todos esos ataques se vieron opacados, sin embargo, por un acto no sólo criminal sino cargado de sevicia, la emboscada a la Comisión Judicial realizada la semana pasada en la zona rural de Usme, D.C., a pocos minutos del centro de Bogotá.
Ninguno como este hecho demuestra el poco interés de la guerrilla por alcanzar la paz. Utilizar a un hombre como señuelo para atraer una comisión de jueces y luego acribillarla a sangre fría, no refleja intención alguna de reconciliación. Y aunque la Coordinadora aseguró que nada tuvo que ver con el atentado, la Policía no se demoró mucho en establecer que el autor de la masacre fue el frente 60 de las Farc, que viene actuando en Cundinamarca. A este mismo grupo, que se autodenomina