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| Foto: AP

JUSTICIA

La historia de la primera paciente de coronavirus en ser beneficiada por tutela

La empresaria santandereana fue la primera paciente en ganar una tutela en Colombia por coronavirus. Lleva 10 días en aislamiento luego de llegar de España y el hotel donde se hospedó le restringió servicios de aseo, lavandería y hasta el aire acondicionado. Tramitan desacato.

25 de marzo de 2020

No habían pasado dos días después de enterarse que era el segundo caso de coronavirus positivo en Colombia cuando a una empresaria colombiana le tocó refugiarse en una acción de tutela para reclamar atención en salud y su derecho a llevar una vida digna.

Ella aterrizó en Bucaramanga el 13 de marzo en un vuelo proveniente de España y siguiendo las instrucciones aeroportuarias se hospedó en un lujoso hotel de la ciudad. Esta fue la forma que encontró para respetar la orden de aislamiento. Su casa está en construcción y no quería alojarse donde sus padres, puesto que es una pareja es mayor de 65 años y podría ponerlos en riesgo.

En contexto: 

Los síntomas aparecieron con los días: fiebre, tos seca, decaimiento, fatiga, pecho presionado. Los servicios de su EPS prepagada Colsanitas la atendieron el 15 de marzo, tomando de paso la prueba que días después se confirmó el caso positivo. Su caso fue noticia en los medios de comunicación y con ello comenzó un verdadero calvario.

A pesar de estar hospedada en un hotel cinco estrellas, su abogado dice que le informaron vía telefónica que no le prestarían más servicio de aseo a la habitación ni tampoco lavandería. Argumentando una supuesta recomendación de la Secretaría de Salud para no contagiar a los otros huéspedes a través de los ductos del aire acondicionado, las directivas del hotel le bloquearon el paso de aire a su habitación. La comida se la comenzaron a dejar en la puerta y llegaron a solicitarle, incluso, que se retirara del hotel ya que les generaba problemas de reputación con los huéspedes.

“Aparte de su situación de salud, ella entra en una crisis emocional puesto que en el resto del mundo los hoteles están siendo habilitados para prestar los servicios médicos ante el covid-19, ella se siente como si fuera una leprosa. Como si el problema no fuera el covid sino ella”, aseguró Luis Carlos Monsalve, abogado de la mujer. Los médicos de las EPS tampoco volvieron al hotel para atenderla en su convalecencia.

“La EPS también hubo fallas, No le quisieron prestar servicio. Ella estaba sola en el mundo y con la persecución del hotel”, abogado Monsalve.

 
Con el apoyo de su abogado, activaron las vías legales para que le fueran protegidos sus derechos fundamentales a la salud, la vida en condiciones dignas y a la seguridad social. La jueza falló en su favor una serie de medidas provisionales que debían ser cumplidas por la Secretaría de Salud, al Instituto Nacional de Salud, a la EPS Colsanitas al hotel donde se hospeda.

Con la decisión del Juzgado Segundo Penal Municipal en mano, la mujer fue atendida por una médica de la EPS. A la galena le tocó conseguir por sus propios medios un traje de protección que le permitiera acceder a la habitación sin riesgos. “Lo que tenemos claro es que los servicios de salud no estaban preparados para este tema”, cuestionó el abogado.

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Según lo relató a SEMANA, la médica le recomendó a la mujer recibir aire fresco. Por esta razón, la familia tomó la decisión de comprarle un aire acondicionado portátil. “Después de una gran pelea para que lo dejaran entrar, el hotel cogió el aire acondicionado y se lo dejó botado en el pasillo del ascensor. Como, mire a ver qué hace. Ella estaba enferma y no tenía ni idea de cómo instalarlo. A regañadientes el sábado procedieron a instalarle el aire acondicionado”.



A pesar de las órdenes de tutela, el hotel se escuda en que los empleados del no están dispuestos a entrar a la habitación para hacer el aseo. “Esto es un virus y hay que hacerlo. Ella no puede seguir viviendo en ese cuarto sin aseo y el hotel se niega a atenderla o a asumir el costo de contratar alguna empresa de servicios hospitalarios que lo haga”.

“Ella es responsable, no puede salir corriendo del hotel. No tiene otra opción que terminar de esperar", abogado.


Por esta razón, el abogado presentó un desacato para reiterar a solicitud que acaba de ser resuelto en su favor. Producto de este recurso, las entidades -incluyendo el hotel- tiene tres días para responder a las órdenes impartidas por la jueza so pena de ser sancionados. El próximo sábado, le harán una nueva prueba a la mujer para saber si ya superó el coronavirus. Hasta tanto tanto, a la huésped la espera una factura de 600.000 pesos diarios por los momentos más dramáticos de su vida.